viernes, 22 de junio de 2012

Voluntarios de la memoria histórica entregarán el próximo domingo los restos de tres vecinos de Boimorto fusilados en 1936.

Asesinado por el franquismo
farodevigo.es / R. PRIETO / 22-06-2012


Durante los años más duros del franquismo, muchas familias mantuvieron encendida una luz entre las tinieblas de la represión. Hoy, viejos y todavía temblorosos, rebuscan en sus recuerdos y señalan el sitio donde están enterrados los más de 100.000 desaparecidos en la Guerra Civil, entre ellos unos mil gallegos. Algunos siempre supieron dónde descansan esos cuerpos vencidos. Aún hoy van a rezar a sus muertos en cunetas, montes o tapias de cementerios. Otros no saben en qué lugar están enterrados sus familiares, pero sobre esos viejos huesos algunos colocaron piedras para que no se olvidara que allí yacen los restos de algún paseado durante la dictadura.
Al abrir una fosa del franquismo no se desentierra a los muertos, sino la historia robada de muchos vivos. Esa historia robada de tres familias de Boimorto dejará de serlo este domingo. El duelo de más de 75 años termina con la entrega de los restos de tres hombres asesinados por un grupo de falangistas el 20 de agosto de 1936. Las pruebas de ADN practicadas el pasado mes de abril permitieron poner nombre a los tres esqueletos exhumados en septiembre de 2007 por voluntarios de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH): Isidro Filloy López, Andrés Filloy y Caitán García Vázquez.
Los trabajos de exhumación fueron dirigidos por Andrés Crespo con el apoyo de voluntarios de diversas partes de España. Una vez recuperados los restos fueron trasladados al País Vasco para ser analizados por el forense Francisco Etxeberría , el experto que ha puesto nombre a más paseados durante el franquismo.
Más de setenta años después de que comenzase la Guerra Civil, esos viejos huesos enterrados en fosas comunes siguen clamando por la memoria. Este domingo, los restos de tres vecinos de Boimorto serán entregados a sus familiares y ya pondrán descansar en paz.

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