- La pintada fue realizada por un obrero que trabajó en un puente
- Fue estampado con pintura roja el 24 de junio de 1932, en el Gobierno de Azaña
- El emblema ha escapado a las autoridades franquistas por su difícil visibilidad
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| La pintada, en rojo, bajo el puente de la rivera Pelada. | J. Yáñez |
El Cerro del Andévalo, en pleno corazón de la provincia de Huelva,
aguarda uno de los tesoros de la II República Española (1931-1939): la pintura callejera de 'Viva la República' más antigua de España.
El emblema fue inmortalizado por uno de los obreros que trabajó en la
construcción de un puente sobre la rivera Pelada, en la carretera une
los municipios de El Cerro y San Telmo en la Cuenca Minera.
El puente terminó de construirse el 24 de junio de 1932, durante el Gobierno de Manuel Azaña, y para conmemorar este hito en el desarrollo de las infraestructuras de la comarca del cobre, un obrero republicano, cuya identidad se desconoce, estampó en los bajos de la construcción su fidelidad a la república con pintura roja.
El investigador Francisco Javier González es quien ha descubierto esta reliquia. "Es muy difícil saber quién fue el obrero qué hizo la pintada, aunque en el archivo provincial debe estar aún la relación de personas que fueron contratadas para la construcción del puente que marcó un antes y un después en la comarca", ha explicado en una entrevista concedida a ELMUNDO.es de Andalucía.
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La pintura ha permanecido intacta desde entonces y ha podido escapar a
la represión franquista posterior a la Guerra Civil (1936-1939) por su
difícil visibilidad. Y es que el 'Viva la República' sólo se puede ver cuando el arroyo apenas tiene caudal durante los meses de verano.
El visitante se debe colocar justo debajo del puente y mirar hacia arriba para poder contemplar la pintada. "Debe haber unos seis metros de altura y, si no caminas por debajo del puente, es imposible que la puedas ver. Quizá por eso las autoridades franquistas nunca se percataron de su presencia", añade el investigador.
Hasta el momento, no se ha hallado en España una pintada republicana anterior al del Cerro del Andévalo. Francisco Javier González recuerda que en Barcelona "existe alguna otra pintada callejera que se realizó durante las elecciones de 1936, poco antes del estallido de la guerra, pero no se ha hallado otra que sea anterior a la de Huelva". Por ello, el alcalde del Cerro, Pedro José Romero, ha solicitado la inscripción de este patrimonio en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz.
En el Cerro, los vecinos conocen la existencia de la pintada pero no su autoría. Durante años, los paisanos que han caminado sobre la rivera han visto el 'Viva la República' sin saber que, probablemente, sea de la única que aún se conservan de este periodo de la historia de España. "El obrero debió tumbarse en el andamio para poder hacer la pintada, porque está justo debajo del puente en paralelo al trazado de la vía" y ocupa dos metros de largo.
La construcción de la vía y del puente sobre la rivera Pelada fue
fundamental para el desarrollo económico de la Cuenca Minera onubense
porque era la zona de tránsito de los mineros que se desplazaban en
busca de trabajo. Durante años, el paso por la rivera se realizaba sobre
unas débiles estructuras provisionales. "Hubo varios episodios de accidentes de mineros que caminaban hacia
la mina de la Joya, y la construcción del puente mejoró el tránsito y
supuso un gran desarrollo para el pueblo y el resto de la comarca",
asegura González.
Fue entonces, según los estudios de González, cuando la Diputación de Huelva encargó los trabajos de asfaltado del antiguo camino de tierra a Pedro Wamba Jaúregui, un vecino de Cabezas Rubias. Pero poco después renunció por una enfermedad y fue Juan Velardo Pola el encargado de continuar con los trabajos. Velardo Pola era un maestro de obras anarquista que falleció en la prisión de Huelva. Durante la construcción del puente exigió a las autoridades locales que "los obreros cobraran 4,50 pesetas al día; albañiles y carpinteros, 7; y herreros, 6 pesetas".
Este jefe de obras también renunció al proyecto y se hizo de nuevo cargo Pedro Wamba hasta que el puente fue construido. Esta pintada "muestra el orgullo republicano por las obras públicas en una zona además que vivió persecuciones, por los vecinos que fueron represaliados durante la Guerra Civil", asevera el historiador natural de El Cerro del Andévalo.
La Compañía minera de San Telmo financió parte de las obras del camino vecinal con un presupuesto de 50.000 pesetas, mientras que la Diputación de Huelva liberó algunas cantidades de dinero asignado por el gobierno de la República. No obstante, "los trabajos fueron paralizados en varias ocasiones y algunos obreros fueron despedidos por falta de liquidez".
Este puente fue escenario años después de un grave accidente protagonizado por un camión cargado de bellotas procedente de Oliva de la Frontera en Badajoz, que en la madrugada del martes 15 de diciembre de 1964 volcó contra el pretil del puente sobre la rivera, rompiéndolo y cayendo al fondo a la altura de seis metros, dejando cuatro muertos y uno gravemente herido. "Los restos del camión -recuerda el investigador- del camión han estado visibles en el arroyo durante mucho tiempo".
El puente terminó de construirse el 24 de junio de 1932, durante el Gobierno de Manuel Azaña, y para conmemorar este hito en el desarrollo de las infraestructuras de la comarca del cobre, un obrero republicano, cuya identidad se desconoce, estampó en los bajos de la construcción su fidelidad a la república con pintura roja.
El investigador Francisco Javier González es quien ha descubierto esta reliquia. "Es muy difícil saber quién fue el obrero qué hizo la pintada, aunque en el archivo provincial debe estar aún la relación de personas que fueron contratadas para la construcción del puente que marcó un antes y un después en la comarca", ha explicado en una entrevista concedida a ELMUNDO.es de Andalucía.
El visitante se debe colocar justo debajo del puente y mirar hacia arriba para poder contemplar la pintada. "Debe haber unos seis metros de altura y, si no caminas por debajo del puente, es imposible que la puedas ver. Quizá por eso las autoridades franquistas nunca se percataron de su presencia", añade el investigador.
Hasta el momento, no se ha hallado en España una pintada republicana anterior al del Cerro del Andévalo. Francisco Javier González recuerda que en Barcelona "existe alguna otra pintada callejera que se realizó durante las elecciones de 1936, poco antes del estallido de la guerra, pero no se ha hallado otra que sea anterior a la de Huelva". Por ello, el alcalde del Cerro, Pedro José Romero, ha solicitado la inscripción de este patrimonio en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz.
En el Cerro, los vecinos conocen la existencia de la pintada pero no su autoría. Durante años, los paisanos que han caminado sobre la rivera han visto el 'Viva la República' sin saber que, probablemente, sea de la única que aún se conservan de este periodo de la historia de España. "El obrero debió tumbarse en el andamio para poder hacer la pintada, porque está justo debajo del puente en paralelo al trazado de la vía" y ocupa dos metros de largo.
El maestro de obras del puente pidió que los obreros cobraran 4,50 pesetas al día; albañiles y carpinteros, 7; y herreros, 6 pesetas
Fue entonces, según los estudios de González, cuando la Diputación de Huelva encargó los trabajos de asfaltado del antiguo camino de tierra a Pedro Wamba Jaúregui, un vecino de Cabezas Rubias. Pero poco después renunció por una enfermedad y fue Juan Velardo Pola el encargado de continuar con los trabajos. Velardo Pola era un maestro de obras anarquista que falleció en la prisión de Huelva. Durante la construcción del puente exigió a las autoridades locales que "los obreros cobraran 4,50 pesetas al día; albañiles y carpinteros, 7; y herreros, 6 pesetas".
Este jefe de obras también renunció al proyecto y se hizo de nuevo cargo Pedro Wamba hasta que el puente fue construido. Esta pintada "muestra el orgullo republicano por las obras públicas en una zona además que vivió persecuciones, por los vecinos que fueron represaliados durante la Guerra Civil", asevera el historiador natural de El Cerro del Andévalo.
La Compañía minera de San Telmo financió parte de las obras del camino vecinal con un presupuesto de 50.000 pesetas, mientras que la Diputación de Huelva liberó algunas cantidades de dinero asignado por el gobierno de la República. No obstante, "los trabajos fueron paralizados en varias ocasiones y algunos obreros fueron despedidos por falta de liquidez".
Este puente fue escenario años después de un grave accidente protagonizado por un camión cargado de bellotas procedente de Oliva de la Frontera en Badajoz, que en la madrugada del martes 15 de diciembre de 1964 volcó contra el pretil del puente sobre la rivera, rompiéndolo y cayendo al fondo a la altura de seis metros, dejando cuatro muertos y uno gravemente herido. "Los restos del camión -recuerda el investigador- del camión han estado visibles en el arroyo durante mucho tiempo".
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