miércoles, 5 de octubre de 2022
APROBACIÓN DE LA LEY DE MEMORIA DEMOCRÁTICA EN EL SENADO (6 de octubre de 2022)
domingo, 11 de septiembre de 2022
ECUENTRO EN CARTAGENA CON EL GUERRILLERO ANTIFRANQUISTA QUICO
El pasado 8 de septiembre en "el soldadito de plomo" tuvo lugar el encuentro con Francisco Martínez "Quico" que, junto con Esperanza Martínez "Sole", recibió el pasado mes de junio, en nombre de la Guerrilla Antifranquista, el premio a la Memoria Histórica de la Región de Murcia 2022, otorgado por nuestra Federación Regional.
David García presentó a Quico en nombre de la Memoria Histórica de Cartagena. |
Durante el acto relató que siendo niño aún, no le quedó más remedio que ayudar, como enlace, a los huidos que decidieron coger las armas, una vez sus poblaciones fueron tomadas por la banda franquista. Posteriormente le tocó cogerlas a él para salvar su vida y defender a la República. Una vez terminado su periplo guerrillero cambió las armas por la palabra, la disuasión y el consenso. Y en esta tarea continúa a sus casi 97 años.
Su charla derivó en un debate muy enriquecedor. |
Quico, que luce una memoria envidiable, dice de sí mismo que debe de conservar la salud <<por imperativo legal>> para poder contar todo aquello silenciado por el franquismo y por la democracia. Dentro y fuera de España, su mayor lucha fue por visibilizar la dignidad de “los que se quedaron en silencio” y todavía espera, más allá de la simple afirmación moral como víctima del franquismo, el reconocimiento jurídico apropiado al conjunto de La Guerrilla Antifranquista, sus enlaces y puntos de apoyo, como organizaciones y personas que lucharon por la libertad y la democracia.
Tras el encuentro firmó ejemplares de su segundo libro CAMINOS DE RESISTENCIA. |
sábado, 16 de julio de 2022
LA TRAICIÓN DEL 18 DE JULIO
El día del Trabajo, como tal, era para el franquismo el
18 DE JULIO, el día, para el régimen, de la FIESTA NACIONAL, considerada como
aniversario del golpe de estado cuyo fracaso inicial dio lugar a la guerra del
36; la paga extraordinaria de verano se llamaba “paga del 18 de julio” aunque en
realidad, el golpe de estado de los militares traidores tuvo lugar el 17 de
julio, y se venía preparando desde mucho antes pero comenzó a madurar con la
victoria en las elecciones del FRENTE POPULAR; golpe de estado esperado y
temido que, no obstante, sorprendió a las jerarquías republicanas, confiadas
extrañamente, a pesar del ambiente golpista que se venía mascando durante todos
esos meses. Así ocurrió con el Presidente del Consejo de Ministros Casares Quiroga, que desoyó las
advertencias de Azaña, Presidente de
la República. Tampoco quiso atender la petición del socialista Indalecio Prieto, el día 14, tras los
asesinatos del Teniente Castillo y el diputado conservador Calvo Sotelo, de
armar a los trabajadores, pues el cuartelazo se veía venir; y no sólo no
accedió a ello, sino que ordenó cerrar las sedes de grupos cercanos a los
anarquistas y los carlistas y de retirar los periódicos Ya y Época, así como
suspender durante 8 días las sesiones parlamentarias.
Lo cierto es que el día 10 el Consejo de Ministros había sido informado de la conspiración y el Servicio de Inteligencia había elaborado una lista con más de 500 nombres de implicados en el potencial golpe, pero pensaron que lo mejor era repetir la estrategia que había dado resultado en el pronunciamiento de Sanjurjo: esperar a que los golpistas dieran el primer paso para empezar entonces las detenciones.
No sabemos qué habría ocurrido de actuar de otra manera,
lo cierto es que el día 1 ya
había presentado Mola (“El Director”)
su informe reservado; el 4, Juan March le había entregado a Luca de Tena un cheque en blanco para
financiar el avión que este último compró con el asesoramiento de Juan de la Cierva el día 5 (el Dragon Rapide) y el día 7, por orden del
“Director” llegó Fanjul a Madrid con
el nombre de los oficiales comprometidos en el golpe.
Mientras que el
día 16, (la Virgen del Carmen) Franco
celebraba el santo de su hija Carmencita, tenía lugar, por orden suya, el
asesinato del general Amado Balmes
Alonso, por oponerse a la sublevación que se estaba preparando.
Ese mismo día 16,
Manuel Machado se encontraba en Burgos, con su mujer, celebrando el santo de su
cuñada y no pudieron volver a Madrid por perder el último autobús. Pilar de
Valderrama (Guiomar) se encontraba en Estoril desde mucho antes, y el día 13 de
junio había escrito para felicitar a Antonio, hermano de Manuel, nuestro llorado
poeta Antonio Machado, para felicitarle en su santo y pedirle “que saliera de
Madrid” ante “las noticias alarmantes que de allí llegaban”.
También el día 16, en Cartagena, el
Comandante del Lepanto, don Valentín
Fuentes, se dirigió extrañado a Capitanía: De madrugada había recibido
orden de zarpar hacia Barcelona, y cuando ya se encontraba a punto de hacerlo,
una motora vino dando contraorden: había que regresar al muelle; y después, a
las 8 de la tarde, nueva orden de partir hacia el Sur para comunicar a Madrid
su situación cuando se encontrara a 30 millas y esperar instrucciones del
Ministro de Marina. Al llegar a Capitanía, a pedir alguna explicación, inquieto
porque era la primera vez que recibía una orden así, se extrañó porque varios
oficiales y marineros se encontraban instalando un sistema supletorio de luz, y
a pesar de lo avanzado de la hora estaba allí todo el personal de oficinas y
con la pistola al cinto. Al preguntar lo que pasaba al Vicealmirante Márquez, éste, después de pedirle que no se
preocupara, le preguntó “¿Es usted creyente?” y ante la respuesta afirmativa le
dijo: “Hoy es la Virgen del Carmen. Récele y confíe en ella”.
¿Qué ocurrió para que, a pesar de tanto indicio de un
posible golpe no se tomaran medidas? El Ministro
de Marina, José Giral, había ordenado a los jefes de las bases navales que
evitaran las campañas de propaganda y comunicaran el grado de confianza que
tenían en el personal a su mando, pero concedió los permisos de verano, porque
las informaciones que le proporcionaron no las consideró alarmantes.
Y así, el día 17,
la insurrección de las tropas de Melilla con el arresto del Delegado de
Gobierno, la destitución de todos los mandos republicanos y el fusilamiento del
alcalde, que podía haberse quedado en un pronunciamiento fallido, aunque no lo
fue, sorprendió al presidente Azaña en la sede de verano del Jefe del Estado, el
palacio de El Pardo, y hubo de dirigirse rápidamente al Palacio Real a reunirse
tanto con Casares Quiroga como con
los líderes de los partidos fieles al gobierno republicano.
Por todas partes señales de que algo se estaba preparando, pero quienes tenían que haberlas interpretado no lo supieron o no lo quisieron hacer.
El país, ahora, estaba dividido entre golpistas y fieles
al gobierno legítimo. El pueblo en armas se dirigió a defender los derechos que
en el breve período de gobierno republicano había llegado a conseguir. Comenzó
así una guerra atroz que dio lugar a una feroz dictadura cuyas víctimas, a 47
años de la muerte del dictador no han obtenido todavía su reconocimiento; por
ello, desde las asociaciones memorialistas, continuamos clamando por la VERDAD,
JUSTICIA Y REPARACIÓN.
lunes, 11 de julio de 2022
12 DE JULIO DE 1873: CARTAGENA, CAPITAL DE ESPAÑA
El Partido Demócrata, el Partido Progresista y la Unión Liberal fueron los tres grupos políticos que protagonizaron la revolución de 1868 que dio fin a la monarquía de Isabel II, y apenas llegado el triunfo de la Revolución, el primero apostó decididamente por la República Federal como forma de gobierno para sustituir a la monarquía. De este modo, el partido de Pi y Margall pasó a denominarse Partido Republicano Democrático Federal y se presentó a las elecciones que convocó el Gobierno Provisional, obteniendo muy buenos resultados.
Los republicanos federales criticaron duramente el
proyecto de nueva constitución que no establecía claramente la separación entre
iglesia y Estado y porque consideraban que el poder ejecutivo de un monarca
constitucional no era compatible con el principio de la soberanía nacional expresada
por el sufragio universal y en la fórmula de juramento de la Constitución se
manifestó la división interna del partido en que los 16 diputados del sector intransigente votaron
en contra, expresando que acatarían todo lo que se derivase del sufragio, pero
nada que emanara de la corona, y los principios
republicanos que dieron origen a esta división dieron lugar con los años al
sueño de esa República Federal por la que se escribieron aquellas gloriosas
páginas de nuestra historia nacidas de la insurrección de julio de 1873.
Tras la abdicación de Amadeo de Saboya,
proclamada la República el 11 de febrero de 1873, este primer intento
republicano de nuestra historia fue una experiencia corta, caracterizada por la
inestabilidad, de tal modo que en sus primeros 11 meses de existencia se
sucedieron cuatro presidentes.
Llegado a la presidencia, tras el vacío
de poder creado por la marcha de Estanislao Figueras, Francisco Pi y Margall,
apoyado por los sectores moderado y centrista del partido, pretendía que las
Cortes Constituyentes elaboraran la nueva Constitución Republicana Federal, pero
los republicanos intransigentes no querían esperar y querían instaurarla de
abajo arriba.
La respuesta de los
intransigentes a la política de «orden y progreso» del gobierno de Pi y Margall
fue abandonar las Cortes el 1 de julio, alegando como motivo inmediato un bando
del gobernador civil de Madrid limitando las garantías de los derechos
individuales.
Tras el abandono de las
Cortes, exhortaron a la inmediata y directa formación de cantones, lo que iniciaría la
rebelión cantonal
Tres días después de estallar la
Revolución del Petróleo, de Alcoy, promovida por la AIT, que en los días
posteriores se extendió por las regiones de Valencia, Murcia y Andalucía, tiene
lugar el 12 de julio la insurrección de Cartagena.
Aunque no hubo un centro organizativo de la rebelión y cada cantón realizó sus propias proclamas, los sublevados «más allá de las lógicas particularidades locales» perseguían unos mismos fines: «la sustitución de todo tipo de autoridades gubernativas o jurisdiccionales, la abolición de impuestos especialmente impopulares (los consumos o el estanco del tabaco y de la sal), la secularización de las propiedades de la Iglesia, las reformas sociales favorables a la gran masa de desposeídos que no tenían otro bien que su fuerza de trabajo, el indulto por delitos políticos, la desaparición del ejército regular y su sustitución por tropas milicianas o la creación de juntas y comités de salud pública, como órganos de gobierno de naturaleza popular».
A las cinco de la
madrugada del 12 de julio, siguiendo las instrucciones de la “Junta
Revolucionaria de Salvación Pública” comenzó la insurrección en Cartagena. La
señal fue un cañonazo desde el castillo de Galeras, al tiempo que un grupo de voluntarios al mando de Cárceles
invadió el ayuntamiento, instalando en los bajos la «Junta Revolucionaria de
Salvación Pública» mientras otros grupos ocupaban las puertas de la muralla de
la ciudad. Al día siguiente llegó a Cartagena el gobernador civil de Murcia Antonio Altadill acompañado del diputado federal murciano Antonio
Gálvez Arce, conocido como Antonete.
Poco después la Junta izó
la bandera roja en el Ayuntamiento y proclamó el Cantón Murciano, nombrando a
continuación a Antonete Gálvez comandante general de las fuerzas del
Ejército, Milicia y Armada. En el Manifiesto que hizo público esa misma tarde
del 12 de julio la «Junta de Salvación Pública», constituida «por la voluntad
de la mayoría del pueblo republicano de esta localidad» justificó la
proclamación del Cantón Murciano como un acto de defensa de la República Federal.
El gobierno centralista consideró la
rebelión cantonal como un movimiento «separatista» por el Gobierno de la
República, pero la rebelión únicamente buscaba reformar la estructura del
estado, sin querer en ningún momento romper la unidad de España.
Para poner en marcha el
Estado Federal, la Junta revolucionaria de Cartagena emprendió entonces un
revolucionario programa de reformas. Se abolió la educación religiosa, al
tiempo que se expropiaban los bienes de la iglesia y el estado para uso del
cantón. A nivel legal, se eliminó la pena de muerte y se permitió el divorcio,
dos medidas largamente esperadas por los sectores más progresistas. En el
ámbito laboral se restableció la jornada laboral de 8 horas. Una bajada de los
impuestos de importación y el fin de los monopolios terminaron de completar el programa radical.
Asimismo se empezó a
publicar un diario, llamado El Cantón Murciano, para publicitar entre el pueblo
las medidas emprendidas por la Junta. La ciudad acuñó también su propia moneda,
con la plata requisada a los ciudadanos más pudientes y la extraída de las minas de La
Unión.
Para poner fin a la insurrección,
Pi y Margall intentó combinar la persualsión con la represión, y fracasada esta
política, su sucesor, Nicolás Salmerón, empleó al ejército, lo mismo que,
después, el moderado Castelar, que tras suspender las sesiones de las Cortes
comenzó el asedio de Cartagena.
Las tropas centralistas se
ensañaron con la ciudad, sobre todo a partir del 25 de noviembre en que fue
bombardeada día tras día. Asediados por el
ejército, los cantonalistas tuvieron que recurrir a la flota para proveerse de
armas y comida mediante el saqueo de pueblos y ciudades.
Los cantonales no se rendían, Castelar se encontró cada vez
más en la cuerda floja, hasta que se vio forzado a dimitir el 3 de enero, y
cuando las Cortes se encontraban ante la elección de su sucesor, se produjo el
golpe de estado del General Pavía.
La República estaba muerta, pero Cartagena continuó
resistiendo hasta que, tras 48 días de bombardeos incesantes, el 12 de enero, el
último bastión republicano, sin ningún otro cantón que le apoyara, hubo de
deponer las armas y las tropas gubernamentales se apoderaron de la ciudad.
Consecuentes con sus principios
hasta el final, los republicanos federales, del mismo modo que sus
descendientes harían en 1939, se mantuvieron heroicamente fieles a sus ideales
y no se rindieron sino hasta que toda resistencia era inútil porque ya se
encontraba totalmente perdida la batalla.
martes, 5 de julio de 2022
ANTE LA DISCUSIÓN DE LA LEY DE MEMORIA DEMOCRÁTICA
domingo, 3 de julio de 2022
LA CÁRCEL DE SAN ANTÓN (TITULARIDAD PÚBLICA vs TITULARIDAD PRIVADA)
Estos días atrás veíamos con satisfacción como la vieja cárcel provincial de Murcia se va convirtiendo poco a poco en un espacio sociocultural, y esperemos también que se establezca como lugar de la Memoria, para el disfrute general de la sociedad murciana. Y esto es debido a la titularidad pública del edificio.
¡Qué lejos estamos los cartageneros de poder disfrutar lo mismo con la cárcel de San Antón!, edificio histórico emblemático que, al contrario de lo ocurrido en Murcia, al contrario de otros edificios públicos cartageneros como el antiguo penal, antiguo hospital de Marina, diferentes establecimientos militares, estamos a punto, si no lo remediamos, de perderlo para el disfrute público, por dejación y desidia de la gestión municipal.
Protesta en la puerta del edificio administrativo del Ayuntamiento |
Hemos repetido hasta la saciedad el porqué de que este edificio deba volver a ser público (su importancia histórica, su singularidad arquitectónica, su ubicación, el respeto a las víctimas, pérdida de patrimonio público, etc.). No vamos a incidir en lo mismo. Queremos ahora resaltar donde radica realmente el problema, que es en su titularidad. Si este edificio fuera municipal podríamos decidir qué uso darle, pero nos encontramos con el gran obstáculo del negocio privado que, como es lógico, la única rentabilidad que espera de él es la económica, frente a la vocación de lo público que debe ser la rentabilidad social.
Destrozo iniciado en agosto de 2021 |
Por eso siempre hemos denunciado la irresponsabilidad de la Corporación Municipal en la protección de su Patrimonio. Patrimonio que, en el caso de la Cárcel de San Antón, se abandonó para que pasara a manos privadas en la anterior legislatura, siendo el alcalde José López, ¡qué buena manera de defender lo que no se cansa de vociferar! Pero no hay que cargar todas las tintas sobre él, aunque fuera el máximo responsable, el gobierno municipal de entonces no puede alegar ignorancia.
Informando a la población. |
¿Pero qué hace el actual gobierno municipal en la defensa de este patrimonio? Pues se limita a seguir las instrucciones que emanan de la Consejería de Cultura exclusivamente. ¿No se puede hacer más? Claro que sí. Sólo es cuestión de poner dinero encima de la mesa, de presentar una oferta para recuperar el edificio que negligentemente se dejó traspasar a manos privadas. En la legislatura anterior, la corporación municipal compró un hotel por la misma cantidad que se adquirió la cárcel de San Antón, dejando que ésta pasara a manos privadas. En esta legislatura se ha comprado el Teatro Circo por la cantidad de millón y medio de euros. No vamos a analizar aquí estas adquisiciones. Pero está claro que hay dinero cuando interesa.
No es problema de dinero entonces, tampoco es el que esté en manos privadas, pues hay herramientas legales para adquirir espacios y edificios que tengan la consideración de interés público. Por lo tanto, ¿Cuál es el problema? Pues, simple y llanamente, la inacción, la incapacidad para hacer las cosas o, lo que sería más grave, el desinterés.
La Plataforma La Cárcel No Se Vende, insiste en exigir al gobierno municipal el que se tome en serio la justa demanda de revertir la titularidad del edificio de la Cárcel de San Antón, y que vuelva a lo que nunca debió dejar de ser, un edificio para el disfrute libre de la ciudadanía de San Antón en particular y, en general, de todas las personas que residen en Cartagena y transitan por ella.
martes, 24 de mayo de 2022
Documental "José Caballero: una vida, una lucha"
El pasado día 20 de mayo, en el salón de actos de la Fundación CAM de la calle Mayor de Cartagena, ofrecimos la última actividad de las XI Jornadas, esta vez con un muy buen documental sobre la lucha de españoles en la Resistencia española, episodio de la vida de unos españoles que lucharon por la libertad, la democracia y en contra del franquismo-nazismo-fascismo, que ha sido aparcada de nuestro conocimiento de manera cómplice con el olvido, esta vez en la figura de un maquisard (maquis en Francia), José Caballero.
Isa Martínez |
La película fue presentada por nuestra joven compañera Isa Martínez Martínez, a la que agradecemos su magnífica aportación (reproducimos más abajo sus palabras).
La película fue, una vez más, apoyada por el programa cultural de Cartagena Piensa al que, nuevamente, tenemos que reconocer y aplaudir su trabajo. También agradecemos a la Fundación CAM la prestación de su sala para la proyección.
El filme ha sido realizado por Cortijo Films con la dirección de Sabino Antolí y con la producción de la Asociación “Los Pedroches por la República”.
Un documental que narra la participación de José Caballero en las principales batallas de la Guerra de España del 36, su exilio en Francia y su posterior participación en la Resistencia francesa en su lucha contra los invasores nazis. Cuenta también con una entrevista realizada al combatiente por el historiador Francisco Moreno, poco antes de la muerte de José Caballero y el testimonio de investigadores e historiadores como Juan José Pérez Zarco, Francisco Morillas o Manuel Vacas. Se completa la película con el testimonio de uno de sus hijos, Henry, y el de un hijo de Miguel Vera, compañero de la Resistencia.
Nos documenta los momentos más importantes de su vida, como la fuga del Batallón de Trabajadores en Francia, la vida cotidiana de la Resistencia o la huida a través de la montaña del Plateau de Gliéres, que han sido recreados en diferentes escenarios de la comarca por actores y figurantes de Los Pedroches. Se han recreado también “in situ” algunos momentos de la lucha en los paisajes de la Alta Saboya francesa, así como también algunas grabaciones más recientes como la del monumento dedicado por el gobierno francés a los republicanos españoles que lucharon contra los nazis, un reconocimiento que, aunque tarde, les llegó allí ¿a qué se espera en España, el país de origen de estos luchadores por la libertad? Todo ello con algunas filmaciones inéditas que nos descubren una lucha bastante desconocida en España.
Palabras de presentación por Isa Martínez
Buenas tardes a todos los presentes, bienvenidos y gracias por acompañarnos en este último acto, que pone el broche final a nuestras XI Jornadas por la Memoria Histórica.
Mi nombre es Isa Martínez y en este caso seré quien de paso al documental “UNA VIDA, UNA LUCHA” rodado por José Caballero, basándose principalmente en una entrevista que Francisco Moreno hizo al protagonista de esta historia, José Caballero, poco antes de su muerte.
Este film ha sido producido por la asociación “Los Pedroches por La República” y en él encontraremos testimonios tanto de descendientes y amigos del citado protagonista, como de investigadores e historiadores.
En esta obra se nos cuenta como el noriego, José Caballero, participó en las principales batallas de la Guerra Española del 36. Su fidelidad a la República le llevó al exilio en Francia, concretamente en la Alta Saboya, donde formó parte de la Resistencia Francesa que luchaba contra la invasión Nazi.
Veremos también la recreación de los hechos más relevantes de su vida, en los lugares donde estos acontecieron. Y aunque es triste y vergonzoso, mientras el gobierno del país Galo ha construido
Mientras en España, se recibía hace sólo unas horas, con los brazos abiertos, al rey ladrón, ese que fue designado por el dictador; y que tras su huída, hace dos años, cuando se conocieron los delitos que había cometido; hoy, tan campante, vuelve a “su casa”. Pero no señoras y señores, esta no es la casa del fascismo y sus herederos. ¡Esta es la casa de Lorca y de Machado, de Clara Campoamor, de Miguel Ruiz, la Pasionaria o Manuel Azaña! !Esta es la casa de José Caballero¡
Y contra la ignorancia impuesta, con la que este país ha respondido a su entrega, fidelidad y sacrificio con los valores de la libertad, la justicia y la igualdad; nosotros respondemos esperando, dando a conocer su historia y colocándolo en el lugar que se merece, allá donde esté, sienta honrada su memoria, así como la de todos aquellos que sufrieron y lucharon contra los hechos y las consecuencias del fascismo.
Para terminar, queremos dar las gracias a la Fundación Mediterráneo, por cedernos
este espacio, a Cartagena Piensa, por su colaboración y en especial al público que está
hoy aquí.
Sin más demora, demos paso a la historia de José Caballero.
lunes, 23 de mayo de 2022
Represión franquista hacia el colectivo LGTBI por Jordi Petit
Jordi Petit |
En el marco de las XI Jornadas de la Memoria Histórica, el pasado 17 de Mayo, día en el que se conmemora la despatologización de la homosexualidad y de la transexualidad en la Organización Mundial de la Salud en 1990, en el salón de actos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica de Cartagena, tuvo lugar la décima actividad de dichas Jornadas, con esta charla de Jordi Petit, encuadrando el acto Bernardo Sánchez por la MHC, y presentado por Jose Mª García del colectivo Galáctyco. Todo esto dentro del programa cultural municipal, Cartagena Piensa, al que no dejaremos de reconocer y aplaudir por su gran labor cultural hacia los barrios y hacia el tejido social de Cartagena.
Bernardo Sánchez, en primer término. |
Multas a quienes se travestían; redadas en las viviendas donde se intuía una reunión de personas homosexuales; prisión a los condenados en función de su condición sexual por aplicación de la ley de vagos y maleantes: estas medidas eran la tónica habitual del franquismo. Jordi Petit, pionero luchador por los derechos del colectivo LGTBI, histórico defensor de los Derechos Humanos, luchador antifranquista, nos ha clarificado los distintos aspectos de la represión que el franquismo ejerció sobre el colectivo LGTBI y la historia del activismo de este movimiento.
Jordi Petit en primer término,
José Mª García a la derecha de la foto.
#DerechosLGTBI
#DerechosHumanos
#diacontralalgtbifobia
#Cartagena
https://www.instagram.com/p/CdsN85NskGS/?igshid=MDJmNzVkMjY=