martes, 5 de junio de 2012

El apoyo de los fascismos a Franco (II). La Bandera Francesa Jeanne d'Arc.



1. Emblema de la Bandera Jeanne d'Arc, de voluntarios franceses en las filas franquistas. Imagen de la web La santa alianza

 Fusilados de Torrellas
Aunque en la mayoría de los casos el fascismo prosperó en países que estaban atrasados en el plano económico o marcados por fuertes tradiciones políticas autoritarias, también avanzó en Francia, una de las democracias europeas más consolidadas.

En 1934 unas 370.000 personas pertenecían a las diferentes organizaciones fascistas francesas, tales como Jeunesses Patriotes (Juventudes Patrióticas),
Solidarité Française (Solidaridad Francesa), Croix de Feu (Cruz de Fuego), Francistes (Francistas) y Action Française (Acción Francesa). Ésta contaba con un ala juvenil violenta llamada los “Camelots du Roi” y se sustentaba en una ideología ultranacionalista, reaccionaria, fundamentalista católica y antisemita.

2. Desfile en 1934 de los "Camelots du Roi", fuerza de choque de los realistas franceses. El bastón con punta metálica y el puño de hierro eran los "argumentos" que empleaban en sus enfrentamientos con sus adversarios políticos. Imagen de la web Les sciences humaines au Collège Moulin-des-Prés al igual que las imágenes 3, 8 y 9.
Las relaciones de todo tipo entre derechas autoritarias francesas y españolas eran muy anteriores a 1931, pero fueron la caída de la monarquía y el advenimiento de la Segunda República en España los factores que determinaron una verdadera colaboración en diferentes campos, especialmente en lo político y económico, entre la extrema derecha francesa y la española.

En abril de 1937, una parte de la extrema derecha francesa y los nacionalistas españoles acordaron formar un batallón francés en España, la Bandera Jeanne d'Arc. Dicho acuerdo preveía, además, informar a los nacionalistas españoles sobre los convoys de material y de voluntarios para la España republicana, y la preparación de atentados contra éstos. En 1937 se atribuyeron a la extrema derecha francesa unos veinte atentados, perpetrados principalmente en el sur de Francia, contra fuentes de avituallamiento destinadas a los republicanos españoles.


3. Desfile de "Francistas" en 1934. Fundados por Marcel Bucard, sus aproximadamente 10.000 militantes imitaban al fascismo italiano. Vestidos con camisas azules, saludaban brazo en alto al estilo fascista. Financiado por Mussolini, Bucard quería jugar en Francia el papel del Duce en Italia.
Juana de Arco era la referencia principal de la derecha francesa. Quemada primero en la hoguera por hereje y canonizada en 1920 por la misma Iglesia que la condenó, fue adoptada como símbolo cultural por los círculos patrióticos franceses desde el siglo XIX.

Utilizada también por la izquierda, como símbolo de patriotismo republicano, popular y anticlerical, fue sin embargo la derecha la que, en los años 30 del siglo XX, se apropió del mito de Juana de Arco, convirtiéndola en la imagen de la patria, en la encarnación de la “francesidad”, de la raza superior y del coraje militar.


4. Juana de Arco en la coronación de Carlos VII. Cuadro de Ingres (1854), en el que se intenta "feminizar" su apariencia mediante el cabello largo y la falda bajo la armadura. Imagen de la entrada "Joan d'Arc" de la Wikipedia (en inglés)
Fueron éstas las características de un nacionalismo cuya ideología xenófoba fue el banderín de enganche de la extrema derecha en unos tiempos de aguda crísis económica. Había que luchar contra el extranjero y éste era, en aquellos momentos, la Internacional Comunista. Francia, hija de la Iglesia, tenía el deber de socorrer a una nación en peligro (España) y de defender la civilización occidental.

En este contexto, el general Lavigne-Delville, oficial de caballería héroe de la Primera Guerra Mundial, le propuso a Franco organizar una unidad formada exclusivamente por voluntarios franceses. Esta unidad, de unos 3000 hombres, recibiría el nombre de Bandera Juana de Arco, y acogería también a voluntarios francófonos de otras nacionalidades, como suizos y belgas.


5. La cruz y la espada al servicio de la monarquía, uno de los símbolos de la ultraderecha francesa que pretendía la reinstauración de la misma. La leyenda constantiniana "In hoc signo vinces" ("con este símbolo vencerás"), acentúa aún más el carácter ultracatólico de su pensamiento. Imagen de la web La santa alianza
Las negociaciones para la constitución de la Bandera no estuvieron exentas de dificultades, impuestas unas por el gobierno francés de izquierda y otras por el propio Franco, que se resistía por diferentes razones a tener entre sus filas unidades extranjeras autónomas.

Fue sin embargo el bajo número de voluntarios que se presentaron lo que determinó que Franco se decidiera por integrar a los franceses en la 17ª Bandera de la Legíón extranjera española, donde formaron la 67ª Compañía.


La cifra de voluntarios franceses que lucharon por Franco varía enormemente de unos autores a otros. Los más lucieron la camisa verde del Tercio, otros la azul de las milicias de la Falange y sobre todo la boina roja de las del Requeté. El ultra-catolicismo de los Carlistas españoles era muy atrayente para quienes profesaban ideas similares en el país vecino.


6. Algunos voluntarios franceses se alistaron en las milicias paramilitares, como las de la Falange, organización fascista española similar a otras francesas. Imagen de la web Metapedia
Los voluntarios franceses de la Bandera Jeanne d'Arc eran reclutados en muchos lugares, como Montpellier, Marsella, Besançon, Córcega, Marruecos, Argelia… aunque principalmente en los cafés parisinos. Todos y cada uno tenían que ser obligatoriamente recomendados por una personalidad de la extrema derecha. No se reclutaba a desconocidos.

Solían entrar en España por Irún y desde allí se dirigían a Zaragoza antes de alcanzar su destino en Talavera de la Reina. Un militar, el capitán Henri Bonneville de Marsangy, procedente de la vieja nobleza de la Borgoña, se encargó de recibirlos allí y posteriormente dirigirlos en el combate.


El contingente francés combatió sobre todo en el frente de Teruel, donde sufrió grandes pérdidas. En marzo de 1938 Franco disolvió la compañía, dispersándose los voluntarios en diferentes unidades de la Legión. La razón de tal disolución parece que está en las
disensiones existentes en el seno de la extrema derecha francesa.
7. Soldados republicanos abrigándose como pueden en la Batalla de Teruel pues llegaron a combatir hasta con 20 grados bajo cero. Imagen de la web HistoriaSigloXX.org
La rivalidad de los mandos de la compañía, unos de Action Française y otros de la Ligue d’Union Latine, se tradujo en la acusación mutua de desfalco de grandes cantidades de dinero que enviaban regularmente firmas comerciales e industriales francesas afincadas en España para el mantenimiento de la Bandera Jeanne d’Arc.

A esto se añadían las quejas de los voluntarios por la rigidez del contrato que estaban obligados a firmar. Si no lo hacían eran encarcelados. Enrolados para la duración de la campaña, sólo descansaban una vez heridos, en el hospital. Permisos y repatriaciones eran denegados. Hay muchos testimonios de desertores detenidos en Irún por las autoridades franquistas o por las francesas, una vez pasada la frontera.


8. "Como en España, ayer huelgas, hoy bombas, mañana la guerra. El comunismo es la guerra".Cartel de la extrema derecha para difundir la idea de un complot comunista en Francia.
Estas dificultades sin embargo no explicarían las verdaderas razones que parecían ocultarse tras la Bandera Jeanne d'Arc, una realidad más compleja que la de un batallón extranjero que combatía en el bando nacionalista.

Algunas investigaciones han puesto de manifiesto que una parte de la extrema derecha francesa pretendía sustituir la República por un régimen de dictadura que precediera a la restauración de la monarquía. Para ello se debía persuadir a los militares españoles de la inminencia de un alzamiento comunista en Francia. Para evitarlo, deberían ayudar a la extrema derecha francesa a tomar el poder, como lo exigía el pacto anticomunista que habían suscrito en secreto.


9. Cartel nacionalista francés de 1934 de propaganda contra los socialistas de la SFIO (las tres flechas), los comunistas del PCF (la hoz y el martillo) y la masonería (la escuadra y el compás).
Por unas razones o por otras, podemos decir que la Bandera Jeanne d’Arc con apenas 500 hombres en el mejor de los casos de entre los aproximadamente 2000 voluntarios franceses dispersos en el ejército de Franco, fue todo un fracaso. No consiguió constituir un batallón según las normas en vigor de la época, es decir, de al menos 650 hombres.

La verdadera ayuda de la ultraderecha francesa a Franco fue otra. Tráfico de armas, atentados, sabotajes, propaganda, información…consiguieron que la Francia republicana terminara por aceptar el reconocimiento de la España nacionalista. Ese fue su verdadero triunfo.




Bibliografía

- Corral, P. Desertores: la Guerra Civil que nadie quiere contar. Debate, Madrid, 2005.- Keene, J. Fighting for Franco: International Volunteers in Nationalist Spain During the Spanish Civil War, 1936-39, Leicester University Press, 2001- Nash, M. y Tavera, S. Las mujeres y las guerras. El papel de las mujeres en las guerras de la Edad Antigua a la Contemporánea. Icaria, Barcelona, 2003. Revistas digitales
- Dewaele, H. "La extrema derecha francesa en España: mitos y realidades de la Bandera Jeanne d'Arc (1936-1939)", Revista Historia y política: Ideas, procesos y movimientos sociales, nº 8, 2002 , Ministerio de la Presidencia.

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