En los municipios, los partidos
son más propicios a definir políticas activas de memoria. Los programas
marco pasan por alto una cuestión que aún afecta a miles de personas
Imágenes de desaparecidos durante la dictadura./EFE |
PATRICIA CAMPELO Madrid 18/05/2011
La recuperación de la memoria histórica y
la dignificación de las víctimas del franquismo se vuelven materias de
compromiso electoral durante la campaña. Algunos partidos se han
involucrado plasmando dicho compromiso por escrito en sus programas,
mientras otros, en cambio, han preferido avanzar sus propuestas desde la
tarima de un mitin.
El rasgo común se encuentra en los
municipios, donde los candidatos políticos tienen una tendencia
mayoritaria a reflejar sus propuestas por escrito y, de esta manera,
contribuir a satisfacer las demandas de miles de afectados y a hacer de la memoria histórica una política pública. En las comunidades autónomas donde gobierna la izquierda, la Ley 52/2007,
conocida como de Memoria Histórica —elaborada por el Ejecutivo
socialista— ha tenido un mayor desarrollo. Precisamente ahí, los
candidatos han hecho de la norma un bastión electoral.
Recordar, apoyar, restituir
Edificar “políticas públicas” de memoria democrática (Compromís País Valencia), recordar a los civiles “encarcelados, torturados y asesinados por la dictadura” (IU Málaga), apoyar
“y co-subvencionar” los monumentos propuestos hace años por la
Asociación para la Recuperación de la Memoria histórica (PSOE Alicante), y “restituir” los derechos perdidos de las víctimas y sus descendientes (IU Asturias) son sólo algunos ejemplos de los contenidos que las formaciones políticas han reflejado en sus programas electorales.
Otros ejemplos de partidos que se
comprometen vía programa electoral a elaborar políticas en torno a la
memoria histórica son el Bloque Nacionalista Galego (BNG) e Iniciativa
per Catalunya Verds (ICV) que, dentro de sus programas marco
municipales, han destinado un espacio para las políticas activas de
memoria. El compromiso de la formación gallega incluye
el fomento de la investigación histórica local, apoyar las iniciativas
de exhumaciones, homenajear a las víctimas de la represión y, en
cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, eliminar los
vestigiosvinculados al pronunciamiento militar y a la represión.
ICV habla en su programa de
impulsar la “memoria democrática” de las ciudades y de la necesidad de
crear una “justicia de proximidad” que no obstaculice el cumplimiento de
la Ley de la Memoria Histórica.
Los programas marco autonómico y
municipal del PSOE, PP e IU, donde se establecen las líneas básicas de
sus planteamientos, pasan por alto la cuestión. En los programas por
comunidad autónoma, IU sí concreta iniciativas a desarrollar en Extremadura, Castilla La Mancha, Castilla y León, Andalucía y Madrid entre
otras comunidades autónomas. El PSOE, en su mayoría, deja en manos de
las agrupaciones locales la delimitación de los compromisos en memoria
histórica y, en el caso del PP, es complicado encontrar propuestas que
vayan más allá de la recuperación de una memoria de tradiciones y
folclore, como es el caso de los conservadores en la Generalitat
valenciana.
Compromisos autonómicos
La Chunta Aragonesista, en cambio, plantea la aprobación deuna Ley aragonesa para
avanzar en la “localización e identificación” de las personas
desaparecidas durante la guerra civil y la dictadura, así como la
dignificación de las fosas comunes.
Eivissa Pel Canvi plantea
su compromiso con la memoria democrática de forma indirecta, a través
de ayudas a las asociaciones de familiares, para contribuir a la
rehabilitación de las víctimas de la guerra civil y represión
franquista, así como la dignificación de los escenarios de la represión.
La propuesta de Nafarroa Bai, por su parte, incluye la creación de una “institución” o “banco” de recuperación de la memoria.
Compromisos verbales
Al margen de los programas, desde hace
semanas los cabezas de lista anuncian públicamente las intenciones que
tienen sus partidos a la hora de atender las peticiones de víctimas y
familiares.
Uno de los primeros en pronunciarse
públicamente fue el candidato por el PSOE a la alcaldía de Granada,
Francisco Cuenca, quien se comprometió, el pasado marzo, a retirar el
monolito existente en la Plaza de Bibataubín en honor a Primo de Rivera
si es elegido primer edil, según informó Europa Press.
El candidato a la Alcaldía de Alicante
por Compromís, Tomàs Mestre, presentó esta semana cuatro propuestas
concretas entre las que se encuentra una “musealización” de la ciudad y
eventos para “reflexionar” sobre el exilio, según publica la formación en su web.
Otro compromiso público con los
familiares de víctimas que aún yacen en fosas comunes del cementerio de
Cádiz es el que adquirió la candidata por el PSOE en esta ciudad, Marta
Meléndez, quien prometió a los familiares dar prioridad a las
exhumaciones.
Más de tres décadas después del fin de la dictadura, aún existe una demanda social a
la que no terminan de hacer frente todos los partidos políticos. Los
que sí abordan el tema tendrán una legislatura a partir del próximo
domingo para hacer realidad sus promesas.
http://www.publico.es/especiales/memoriapublica/376633/la-izquierda-plasma-su-compromiso-electoral-
con-la-memoria-historica-elecciones2011
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