Juan Negrín |
SEGÚN EL NUEVO ‘DICCIONARIO BIOGRÁFICO ESPAÑOL’
“Negrín fue un dictador”
La obra de la Real Academia de
la Historia, que ha costado 6,4 millones de euros de fondos públicos,
difunde que Franco montó “un régimen autoritario, pero no totalitario”
MIGUEL MARCOS Madrid 29/05/2011
Que Juan Negrín fue un personaje difícil
de encasillar no lo duda nadie. Odiado por los franquistas y
vilipendiado por sus propios compañeros de partido, el político que
asumió la presidencia del Gobierno en 1937, en plena Guerra Civil, ha
vivido en la sombra de la Historia hasta hace muy poco, cuando la
importancia de su figura ha vuelto a ser reivindicada. En cualquier
caso, ni los propios franquistas, que lo consideraban un “rojo traidor”,
llegaron tan lejos como el nuevo Diccionario Biográfico Español, que
directamente lo llama dictador, un término que, como adelantó ayer Público, no emplea en ningún momento para el caudillo Franco.
Refiriéndose a Manuel Azaña, el
diccionario dice lo siguiente: “Su situación se agravó durante
elGobierno, prácticamente dictatorial, del socialista Negrín, en
coalición con los comunistas, en la última fase de la guerra”. Asimismo,
el autor de la entrada, Carlos Seco Serrano (un historiador que ha
alabado el trabajo del franquista Pío Moa), añade que Azaña “se vio
anulado por la iniciativa revolucionaria de las sindicales obreras
armadas; pero se le mantuvo en el poder para que llenase, de cara a
Europa, la imagen de un republicanismo democrático que estaba muy lejos
de reflejar la auténtica realidad de España en aquellos momentos”. Sin
embargo, cuando toca hablar de Franco, se destaca que “montó un régimen
autoritario, no totalitario”.
El dictador Franco |
Esta relectura franquista de la Historia
reciente de España la ha llevado a cabo la Real Academia de la
Historia, institución dirigida por el historiador y economista Gonzalo
Anes, Marqués de Castrillón, que ha contado con una financiación de 6,4
millones de euros de las arcas públicas.
El legado de Aznar
Fue José María Aznar, en 1998,
quién aprobó esta subvención, gestionada por el Ministerio de Educación y
Cultura que encabezaba Esperanza Aguirre. El tratamiento que se concede
a Aznar en la obra también presenta importantes deformaciones,
ocultando su política de acercamiento de presos etarras durante la
tregua de 1998, ignorando su intento de manipulación informativa tras
los atentados del 11-M y relacionando la caída de su Gobierno con “el
aprovechamiento, desde la oposición socialista, del hundimiento del
petrolero Prestige”.
Con la llegada del PSOE al Ejecutivo en
2004, el proyecto no sufrió ninguna modificación. El pasado jueves, la
obra se presentó en un acto solemne con la presencia de los reyes y la
ministraÁngeles González-Sinde. Gonzalo Anes expresó su agradecimiento a
Aznar por financiar el proyecto, llegando a decir que en la Academia
“nos sentimos deudores” del expresidente.
Este periódico contactó con el
Ministerio de Educación, responsable de la subvención, para preguntarle
por un diccionario que, pagado con dinero público, ensalza a Franco,
oculta su política de represión y dulcifica su régimen calificándolo de
“autoritario, pero no totalitario”. Fuentes de Educación se limitaron a
confirmar que su relación con las academias es únicamente
administrativa y que estas “son instituciones independientes”, por lo
que el Ministerio no debe conocer lo que se hace con la inversión.
El diccionario, una monumental colección
de 50 tomos de la que se han presentado 25, también hace una
desconcertante revisión de los acontecimientos que desembocaron en la
Guerra Civil española, igualando a Largo Caballero, Santiago Carrillo,
el PSOE y el PCE a los golpistas que querían dinamitar la II República.
Así, en la entrada dedicada a Carrillo,
el texto, escrito por Luis Arranz Notario, dice lo siguiente: “El
levantamiento militar del 18 de julio de 1936 proporcionó al
largocaballerismo la ocasión de llevar a cabo la prometida liquidación,
por vía revolucionaria, de la República del 14 de abril. España conoció
durante la segunda mitad de 1936 una revolución de envergadura, sólo
comparable a la soviética de 1917. Pero ese proceso no impidió el avance
de los militares”.
El Diccionario Biográfico Español
entiende que Carrillo “aplicó una política de terror revolucionario que
compartieron todas las organizaciones del Frente Popular. […] Coincidió
así con los asesinatos de Paracuellos y Torrejón de Ardoz, donde varios
miles de personas de toda edad y condición, en gran parte sacadas
ilegalmente de las cárceles madrileñas, fueron fusiladas sin más.
Carrillo nunca ha asumido su responsabilidad en estas matanzas”.
El otro origen de la guerra
Si usted es de los que piensa que la
Guerra Civil española fue provocada por un golpe de estado de unos
militares cuyas ínfulas de grandeza les llevaron a destruir España de
sur a norte, tendrá que agarrarse a la silla cuando lea lo que dice el
diccionario en la entrada del político socialista
Julián Besteiro, escrita por Manuel
Álvarez Tardío: “Al poco tiempo, en julio, un pronunciamiento militar
fallido y el desmoronamiento de la legalidad republicana desembocaron en
una guerra civil”. Como quien no quiere la cosa, un golpe de estado se
transforma en un pronunciamiento militar y la Guerra Civil ya no la
provoca solamente la sublevación militar, sino la endeblez del sistema
republicano.
Camino del presente, el diccionario
ensalza sin reparos las políticas neoliberales de José María Aznar, a
nivel nacional, y Esperanza Aguirre, en el ámbito de la Comunidad de
Madrid. Ambas entradas las escribe Manuel Jesús González González,
secretario de Universidades en la época en que Aznar era presidente del
Gobierno y Aguirre ministra de Educación. Sobre el primero, dice lo
siguiente: “Aznar emprendió, además, un vigoroso proceso de
privatización de importantes empresas públicas (Telefónica, Repsol,
Enagas, Endesa, Corporación Siderúrgica Integral, Santa Bárbara,
Argentaria e Iberia). Mediante tan ambicioso programa de
privatizaciones, consiguió [...] que el Gobierno redujera la
participación del Estado en Bolsa desde un 10,87 por ciento en 1996 a
tan sólo un 0,52 por ciento en el año 2004”.
El panegírico de Aguirre
Manuel Jesús González también califica
de vigorosos los “procesos de privatización en materias de recogida de
basuras” de Esperanza Aguirre cuando encabezaba la Concejalía de Medio
Ambiente del Ayuntamiento de Madrid. El texto sobre Aguirre es un
panegírico en toda reglaque alcanza su momento cumbre al mencionar el
incidente del helicóptero en Móstoles y el atentado de Bombay que
coincidió con su estancia en la ciudad india. “En estos episodios, no
pocos observadores vieron, al lado del beneficio de la suerte, una
capacidad especial paraadoptar decisiones rápidas en situaciones
críticas o para adaptarse a lo inesperado”, reza el texto del
historiador.
Resulta difícil de comprender que, si lo
que se buscaba era aportar una “información necesaria, escueta y
objetiva”, como Gonzalo Anes afirma en el prólogo del diccionario, se
elija a historiadores que tuvieron estrechos vínculos con los
biografiados. Basta decir que Luis Suárez, encargado de la reseña de
Franco, preside la Hermandad del Valle de los Caídos y la entrada de
Letizia Ortiz la escribió la Casa Real.
La Real Academia de la Historia le da la vuelta al siglo XX español
Francisco Franco
Un gobernante católico autoritario, no un dictador
Un gobernante católico autoritario, no un dictador
“Montó un régimen autoritario, pero no
totalitario, ya que las fuerzas políticas que le apoyaban, falange,
Tradicionalismo y Derecha, quedaron unificadas en un Movimiento y
sometidas al Estado”. Franco deja de ser dictador para convertirse en un
gobernante autoritario.
“En 1911 ingresó en la Adoración
Nocturna. Desde entonces su fidelidad al catolicismo se irá acentuando”.
La obra retrata a Franco como un dirigente católico, moderado e
inteligente.
Juan Negrín
El amigo de los comunistas que gobernó una dictadura
El amigo de los comunistas que gobernó una dictadura
“[Azaña] se vio anulado por la
iniciativa revolucionaria de las sindicales obreras armadas, pero se le
mantuvo en el poder para que llenase, de cara a Europa, la imagen de un
republicanismo democrático. [...] Su situación se agravó durante el
Gobierno, prácticamente dictatorial, del socialista Negrín, en coalición
con los comunistas”. El diccionario deslegitima el Gobierno de Azaña y
tacha de dictatorial la gestión de Juan Negrín.
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