Primo Gibelli |
El revisionismo al que estamos siendo
sometidos sobre la historia de la Guerra Civil tiene como principal
objetivo hacer una equidistancia entre los dos bandos. Siendo
conscientes de que esa supuesta igualdad entre unos y otros no se dio.
En los dos bandos se cometieron atrocidades, eso apenas se discute, pero
ni la cantidad ni la forma es la misma en uno y otro bando. Los
dirigentes de la República, desde el gobierno, trataron de poner fin lo
antes posible a estos actos, teniendo una suerte distinta al principio
del conflicto en el que no pudo controlar estos actos y a mediados,
donde la República sí se hizo con su control hasta hacerlos desaparecer.
Mientras en el bando rebelde los actos fueron diseñados como parte de
una estrategia atendida y diseñada por los máximos responsable de la
sublevación que al final del conflicto gobernaron España. Ni acabada la
guerra cesaron con la estrategia del terror, dicha estrategia consistía
en la aniquilación física de cualquier ciudadano afín al Frente Popular y
a su vez establecer un terror tal en el pueblo que, nadie se atreviera a
plantear la más mínima critica a la dictadura.
Como muestra de las dos formas de hacer
la guerra que tenían unos y otros conoceremos una historia ocurrida
durante los combates aéreos de Madrid, que tuvieron lugar entre octubre y
noviembre de 1936. Estos son los hechos.
El aviador que fue lanzado con un paracaídas
El 14 de noviembre de 1936 durante los
combates aéreos que tuvieron lugar al sur de Madrid un piloto del
ejercito leal tuvo que abandonar su trimotor Polikarpov I15 popularmente
conocidos como “Chatos”, saltando con el paracaídas, dos pilotos que le
acompañaban ese día en los combates, al llegar a tierra contaron que
vieron como el avión caía envuelto en llamas mientras el piloto desplegó
su paracaídas conservando con ello la vida, el viento le jugó una mala
pasada y acabó en la localidad de Pinto, zona controlada por los
rebeldes. Las tropas del ejercito rebelde mutilaron salvajemente su
cuerpo con una saña tan salvaje que muestra la crueldad con la que se
actuaba en las filas de los sublevados. Tras esta mutilación metieron
los restos del cuerpo en un cajón y fue lanzado con un paracaídas en las
inmediaciones del aeródromo de Barajas. Acompañando el cajón iba una
nota dirigida al Jefe de la Aviación Republicana, Hidalgo de Cisneros.
Primo Gibelli era el nombre del piloto
que sufrió tan inmensa tortura. Nacido en Italia (Milán) el 27 de
diciembre de 1893. Fue piloto del ejército soviético hasta 1932,
condecorado con la Orden de la Bandera Roja por sus méritos en combate.
Llegó a España junto con los primeros pilotos soviéticos en el mes de
agosto de 1936. En el pasaporte con el que entró en España para combatir
en la aviación republicana “La Gloriosa”, figuraba con el nombre de
José Antonio Galarza, aunque era conocido por sus compañeros como
“Cordero”.
Así se hacían eco de la noticia en su edición del 17 de noviembre de 1.936 el periódico La Voz.
«Durante el combate que se libró el sábado último sobre
Madrid, uno de los aviadores republicanos tuvo que lanzarse
al espacio en su paracaídas, y fue a caer dentro de las
filas fascistas..
A pesar de la orden dada por nuestra Junta de Defensa
en el sentido de que se respeten las vidas de los aviadores
enemigos que caigan en nuestro poder, los fascistas responden
a esta noble actitud nuestra con actos que hasta
ahora no se han realizado en ninguna guerra.
Anteayer, desde uno de los Capronis que voló sobre Marid,
fue lanzada una caja con una etiqueta de Valladolid,
suspendida de un paracaídas. Los milicianos que la
vieron caer se apresuraron a recogerla, y, una vez abierta,
se comprobó que contenía el cuerpo descuartizado de un
hombre. En el depósito de cadáveres se efectuó la identificación,
Eran los restos de nuestro aviador, horriblemente
mutilado. Se llamaba este heroico servidor de la causa republicana
José Antonio Galarza.
Cuando se conoció en Madrid este hecho de los facciosos
se produjo enorme indignación en el vecindario, y la
protesta justísima de la gente honrada era compartida hasta
por los más “tibios” madrileños, que están soportando
estos días los inhumanos bombardeos de barrios populares,
donde son inmolados niños y mujeres. ¡
Se han sacado fotografías del cuerpo despedazado del
valiente aviador para que sirva de testimonio de la crueldad
fascista en el Extranjero.
El hecho parece inaceptable, y su condenación brota con
el sólo hecho de exponerlos»
En la zona republicana había varios
prisioneros pilotos, italianos y alemanes. entre ellos, nunca la
república dispensó un trato igual a prisionero alguno ni nacional ni
extranjero. En la fotografía de abajo se aprecia un paracaídas y
diversos enseres de vuelo caídos sobre Madrid de un piloto alemán.
El día 15 de noviembre el diario El Sol,
se hizo eco de la orden que había enviado el General en Jefe de la
Junta de Defensa de Madrid, José Miaja. Orden enviada antes de llegar el
cajón con los restos del piloto leal. Así figuraba la orden en la
portada.
El texto dice así:
«”Todo aviador será respetado por
el Ejército popular y por los paisanos
que puedan detenerle”
El general Miaja ha hecho conocer a las milicias la orden siguiente;
“La nobleza de la causa que defendemos, la plenitud de ideal que
anima la lucha en que estamos empeñado. Exige, para no ensombrecer
su gloria, normas de nobleza; pero si el rencor que la traición fascista
ha sembrado en el corazón de las. tropas leales hiciera sordos a los milicianos a este requerimiento, altas razones de tipo militar obligan
al Estado Mayor que dirige la defensa de Madrid a dictar esta orden:
En lo sucesivo, todo aviador será respetado por el Ejército popular
y por los paisanos que puedan detenerle. Sin ofenderle de palabra
ni de obra, será conducido a este Estado Mayor en el ministerio
de la Guerra. En caso de estar herido será trasladado con todo
cuidado al sitio donde más rápidamente y con más eficacia puede ser
asistido.
Los contraventores de esta orden serán castigados de manera
inexorable.
No por la pena que se anuncia, sino por las razones en que se funda, el Estado Mayor espera que esta orden será cumplida sin reservas.»
El cuerpo mutilado del piloto fue
enseñado a la prensa para que el mundo fuera consciente del macabro
hecho, fue ampliamente fotografiado y todos los periódicos leales
hicieron una nota con lo ocurrido. También en la prensa extranjera tuvo
mucha repercusión. El intento de amedrentar a los pilotos republicanos
ahora se volvía en contra de los facciosos que, vieron cómo el mundo
entero volvía a cargar tinta sobre sus atrocidades, como ocurriera en
agosto del 36 con la masacre de Badajoz. Éstas son alguna de la muchas
fotos que se tomaron por la prensa. También el Archivo Rojo guarda copia
de ellas,
Cajón con el cuerpo del piloto descuartizado |
Reacción fascista
Tras este giro inesperado para los
rebeldes, tomaron la decisión de desmentir los hechos y culpar de todo a
las tropas leales. El propio general Queipo de Llano dedicó dos
intervenciones radiofónicas para desmentir lo ocurrido, pero las fotos
del cuerpo mutilado eran prueba más que suficiente para dejar al
descubierto las mentiras del general.
Los restos del piloto.
Seguramente los restos de este piloto
acabaran en el Cementerio Civil del Este, aunque cabe la posibilidad que
fueran llevados al Cementerio de Fuencarral lugar donde acabaron gran
número de pilotos y más miembros de las Brigadas Internacionales. En la
actualidad se levanta un monumento a los voluntarios que llegaron a
defender la República desde la Unión Soviética.
Monumento en el Cementerio de Fuencarral. |
“Somos víctimas del silencio de nuestros padres y responsables de la ignorancia de nuestros hijos”: Dulce Chacón
@DefensaDeMadrid
Esta Historia no es cierta .Tal como se conserva en escritos del Archivo Historico Militar de Avila el 13 de noviembre de 1936 el piloto sovietico Sergei Fedorovich TARJOV capitan de una de las escuadrillas de I-15 " Chatos " fue derribado en el frente de Madrid.Al descender en paracaidas en zona controlada por los milicianos fue tiroteado por los mismos que lo confundieron con un piloto nacional, resultando gravemente herido y teniendo que ser operado de urgencia en el Hotel Palace .Desde las filas nacionales se observo el acontecimeiento creyendo que los republicanos habian asesinado a tiros a uno de sus pilotos .Al dia siguiente 14 de noviembre Primo Gibelli descendio en paracaidas encima de las lineas nacionales que se tomaron la venganza por lo que pensaban habian hecho los otros el dia anterior .Las guerras no conocen la piedad y la de España al ser civil ,menos aun .
ResponderEliminarEsta Historia no es cierta .Tal como se conserva en escritos del Archivo Historico Militar de Avila el 13 de noviembre de 1936 el piloto sovietico Sergei Fedorovich TARJOV capitan de una de las escuadrillas de I-15 " Chatos " fue derribado en el frente de Madrid.Al descender en paracaidas en zona controlada por los milicianos fue tiroteado por los mismos que lo confundieron con un piloto nacional, resultando gravemente herido y teniendo que ser operado de urgencia en el Hotel Palace .Desde las filas nacionales se observo el acontecimeiento creyendo que los republicanos habian asesinado a tiros a uno de sus pilotos .Al dia siguiente 14 de noviembre Primo Gibelli descendio en paracaidas encima de las lineas nacionales que se tomaron la venganza por lo que pensaban habian hecho los otros el dia anterior .Las guerras no conocen la piedad y la de España al ser civil ,menos aun .
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