4 octubre 2012
En los primeros meses de 1939, cerca de medio millón de republicanos españoles huyen a Francia en un éxodo masivo. Al pasar la frontera francesa el sueño de libertad se desvanece...
rápidamente. Los gendarmes franceses les detienen y les van repartiendo
en campos de concentración improvisados en la costa francesa.
El gobierno mexicano de Lázaro Cárdenas abre sus puertas a los republicanos españoles y a mediados de 1939 comienzan a llegar las primeras embarcaciones a las costas mexicanas.
En 1945 se calcula que la cifra de exiliados republicanos en México llega a los 16.000, de los cuales aproximadamente el 40% son mujeres.
A las vicisitudes del propio exilio tienen que sumarle todas las trabas que le son impuestas por razón de su género. Así, los subsidios que las organizaciones de ayuda a los republicanos otorgan, se reciben sólo a través de los maridos. A ellas se les conceden ayudas únicamente para máquinas de coser, lo cual le dificulta el acceso a otras tareas de mayor envergadura tradicionalmente asignadas a los hombres.
El mercado laboral y el entorno social no ayudan a que la mujer pueda desarrollarse laboralmente. En el México de los años 40 la mujer ni si quiera tiene derecho a voto.
Sin embargo son ellas quienes desempeñan un papel fundamental en la transmisión generacional de la cultura a través de la familia y la escuela.
Esta es la historia de un puñado de esas mujeres, republicanas, que un día tuvieron que abandonar su país tratando simplemente de sobrevivir.
El gobierno mexicano de Lázaro Cárdenas abre sus puertas a los republicanos españoles y a mediados de 1939 comienzan a llegar las primeras embarcaciones a las costas mexicanas.
En 1945 se calcula que la cifra de exiliados republicanos en México llega a los 16.000, de los cuales aproximadamente el 40% son mujeres.
A las vicisitudes del propio exilio tienen que sumarle todas las trabas que le son impuestas por razón de su género. Así, los subsidios que las organizaciones de ayuda a los republicanos otorgan, se reciben sólo a través de los maridos. A ellas se les conceden ayudas únicamente para máquinas de coser, lo cual le dificulta el acceso a otras tareas de mayor envergadura tradicionalmente asignadas a los hombres.
El mercado laboral y el entorno social no ayudan a que la mujer pueda desarrollarse laboralmente. En el México de los años 40 la mujer ni si quiera tiene derecho a voto.
Sin embargo son ellas quienes desempeñan un papel fundamental en la transmisión generacional de la cultura a través de la familia y la escuela.
Esta es la historia de un puñado de esas mujeres, republicanas, que un día tuvieron que abandonar su país tratando simplemente de sobrevivir.
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