lunes, 12 de noviembre de 2012

El deber de no olvidar

El pasado mes de septiembre, la localidad cordobesa de Fernán-Núñez, vivió un emotivo y emocionado acto de reconocimiento público a cinco de sus hijos, asesinados en Aguilar de la Frontera el día 16 de agosto de 1936.
Republicanos asesinados en Aguilar de la frontera




Público.es / Rafael Espino Navarro / 07-11-2012
El acto fue organizado por el Ilustre Ayuntamiento de Fernán Núñez y AREMEHISA la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera, y en el mismo se rindió un justo homenaje y se hizo entrega a las familias de los restos mortales de los familiares represaliados “desaparecidos” identificados por esta Asociación, encontrados en las exhumaciones de las fosas de la guerra civil del cementerio Municipal de Aguilar de la Frontera a lo largo del trabajo desarrollado durante estos últimos años.
Con actos como el desarrollado ayer, el Ayuntamiento de Fernán Núñez, se convierte de uno de los primeros ayuntamientos de la provincia de Córdoba, que homenajea y rinde reconocimiento publico a las personas asesinadas tras los acontecimientos sucedidos después del golpe de estado del 18 de julio de 1936.
Se han cumplido mas de 76 años en que algunas personas de esta localidad iniciaron un macabro viaje sin retorno iniciado en el momento en que fueron detenidos en la tarde noche del día 15 de agosto de 1936.
Detenidos. Atados a una cuerda de presos, todos ellos fueron subidos a un camión para junto a otro grupo de personas de la localidad de Montemayor, ser trasladados a las inmediaciones de Aguilar de la Frontera y ser asesinados, solo por pensar de forma diferente.
Sus manos atadas con alambres conformaron un cordón umbilical que para siempre uniría las vidas y la muerte de Antonio Pintor Marín, chofer de profesión, de 43 años de edad, Presidente de la Agrupación Local del Partido Socialista Obrero Español de Fernán-Núñez. Fernando Valle Luque, industrial y comerciante, de 42 años de edad, su esposa, embarazada, María Antonia Jiménez Alcaide “La Fina” de 41 años. Teodomiro Villalba Velasco de 33 años de edad y de profesión peluquero y Alfonsa Galán Luna, ama de casa de 47 años.
Los disparos sonaron al alba del día 16 de agosto de 1936 y sus cuerpos como arboles talados caerían al suelo a destiempo, sobre la tierra que tanto anhelaron. Una tierra por la que acababan de morir.

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