La Declaración del Consejo de Ministros es una burla y una verdadera bofetada a las personas represaliadas durante el franquismo
Pepe Mejía. Público, - 29 agosto 2012
Con motivo de la conmemoración, el 30 de agosto, del Día
Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas, el Consejo de
Ministros del pasado día 24 difundió una declaración en la que dice: “el
Gobierno de España quiere rendir un homenaje a las víctimas, los
defensores de los derechos humanos, las organizaciones no
gubernamentales y otras personas y grupos que trabajan para denunciar
los casos de desaparición forzada y erradicar esta práctica”.
Esa nota es una burla y una verdadera bofetada a las personas
represaliadas durante el franquismo. En 76 años, en España, no ha sido
juzgado ni un solo caso de los centenares de miles de crímenes
cometidos. El actual gobierno de España acepta la herencia del
franquismo y ampara la impunidad de los responsables de crímenes de lesa
humanidad.
El gobierno desoye las recomendaciones del Comité de Derechos Humanos
de la ONU de 2008, que dice que el Estado debería: “a) considerar la
derogación de la Ley de Amnistía de 1977; b) tomar las medidas
legislativas necesarias para garantizar el reconocimiento de la
imprescriptibilidad de los crímenes de lesa humanidad por los tribunales
nacionales; c) prever la creación de una comisión de expertos
independientes encargada de restablecer la verdad histórica sobre las
violaciones de los derechos humanos cometidas durante la guerra civil y
la dictadura, y d) permitir que las familias identifiquen y exhumen los
cuerpos de las víctimas y, en su caso, indemnizarlas”.
En esa misma declaración del Consejo de Ministros se decía “que el
Gobierno de España sigue trabajando en todos los ámbitos en la
prevención y la lucha contra las desapariciones forzadas, de manera que
todas las personas puedan ejercer plenamente sus derechos y disfrutar
así de una ciudadanía democrática verdadera y plena”.
Tal declaración choca del todo con la realidad. En España se puso en
práctica un plan sistemático generalizado y planificado para aterrorizar
a los ciudadanos por sus ideas políticas. La justicia española no solo
se niega a investigar crímenes de lesa humanidad cometidos durante el
franquismo, sino que archiva las denuncias sobre esos delitos, con
criterios contrarios al derecho internacional. Ese es el motivo por el
cual, en Argentina, la jueza María Servini de Cubría tramita la querella
“N.N. genocidio”, presentada ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y
Correccional Nº 1, Secretaría Nº 1, que denuncia el genocidio, o
subsidiariamente los delitos de lesa humanidad, cometidos por el régimen
franquista, y sus autores, durante el periodo comprendido entre el 17
de julio de 1936 y el 15 de junio de 1977.
En España, como regla general, tal como dice Amnistía Internacional
en su informe Casos cerrados, heridas abiertas. El desamparo de las
víctimas de la Guerra Civil y el franquismo en España, publicado el
pasado 9 de mayo de 2012, “no se garantizan a las víctimas y a los
familiares de la Guerra Civil y el franquismo ninguno de los derechos
humanos relativos al acceso efectivo a la justicia, que incluye la
obligación del Estado de investigar, el derecho a saber y el derecho a
una reparación. Muy al contrario, la pauta de actuación de los jueces y
fiscales ha sido la desestimación generalizada de las denuncias
presentadas”.
Por otro lado, el gobierno declara que es “absoluta prioridad” del
Ejecutivo luchar por erradicar esta práctica que supone un problema
global. Sin embargo, recientemente la Oficina de la Alta Comisionada de
Naciones Unidas para los Derechos Humanos señaló: “España está obligada,
bajo la ley internacional, a investigar las graves violaciones de los
Derechos Humanos, incluidas las cometidas durante el régimen de Franco, y
a procesar y castigar a los responsables si todavía están vivos”. Esa
misma Oficina recordaba también que: “España debe derogar su ley de
amnistía, puesto que no es conforme con las leyes internacionales de
derechos humanos”. Dicha recomendación, elaborada por 18 expertos de la
organización internacional, toma como base el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Político, ratificado por el Estado español en 1985.
Haría bien el gobierno de no lanzar retóricos mensajes de “homenaje a
las víctimas” y dedicar su tiempo a aplicar las recomendaciones de los
órganos internacionales en relación a la Ley de Amnistía y a la
imprescriptibilidad de los crímenes de derecho internacional, incluidas
las del Comité de Derechos Humanos, el Consejo de Europa, el Grupo de
Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias y el Comité contra
la Tortura.
http://blogs.publico.es/dominiopublico/5732/represion-franquista-en-la-impunidad/
No hay comentarios:
Publicar un comentario