martes, 17 de julio de 2012

Cistierna revisa el estallido minero contra la dictadura franquista

El historiador Enrique Berzal aborda las múltiples manifestaciones de la oposición a la dictadura en los años sesenta

Mineros leoneses años 60
 
El Norte de Castilla, 12.07.12

El mismo día en que el sector minero, inmerso en un proceso de lucha contra los recortes del Gobierno central a las ayudas al carbón, culminaba en la capital madrileña la tercera Marcha Negra de la historia, el historiador Enrique Berzal abordaba en el marco del curso de verano de la Universidad de León que se desarrolla en Cistierna sobre ‘Memoria e Historia’ aquellas otras luchas de los mineros asturianos y leoneses que marcaron un hito en la conflictividad obrera en plena dictadura franquista.
El profesor de la Universidad de Valladolid y colaborador de EL NORTE DE CASTILLA, Enrique Berzal, ofrecía una ponencia sobre la oposición al franquismo en los años sesenta. Al hablar de las huelgas más destacadas de esa década, Berzal ha recalcado la importancia de la lucha de los mineros de Asturias en 1962, epicentro de un movimiento reivindicativo que no tardó en extenderse a otras cuencas mineras, especialmente de León, Palencia, Teruel o Puertollano, pero también a otros sectores productivos como la metalurgia o la construcción. En total, ha señalado Berzal, la extensión de la huelga minera abarcó a cerca de 12.000 huelguistas y constituyó un importante quebradero de cabeza para las autoridades franquistas.
Berzal ha repasado también la incidencia de otros movimientos de oposición a la dictadura, como fueron las revueltas estudiantiles, que continuaron lo iniciado en 1956 y confluyeron en las impactantes acciones de protesta de 1965 y 1966 contra el franquista Sindicato Español Universitario (SEU), pues acabaron de desprestigiarlo por completo. De hecho, entre las novedades de esa década también destacó la solidaridad de determinados profesores con los estudiantes en huelga, lo que confluyó en la expulsión de las cátedras de eminentes profesores como Agustín García Calvo, Luis López Aranguren o Enrique Tierno Galván.
Dentro del movimiento obrero sobresale, a juicio del historiador, el éxito de la estrategia de Comisiones Obreras de infiltrarse en el sindicato vertical para socavarlo desde dentro e impulsar una estrategia de acción reivindicativa y democrática, como pudo comprobarse con los buenos resultados de las candidaturas de CCOO en las elecciones sindicales de 1966.
Entre los muchos aspectos abordados en su ponencia, el profesor de la Universidad de Valladolid ha destacado la decisiva impronta del Partido Comunista en las labores de la oposición política, apoyando la llamada ‘Reconciliación Nacional’, así como el progresivo proceso de renovación del PSOE, cuyos líderes del exterior terminaron siendo sustituidos, en términos de decisión, por los ‘renovadores del interior’ (Felipe González, Alfonso Guerra, Múgica, Castellanos…).
Según añadía, más moderados eran quienes pugnaban por una salida democrática favorable a la monarquía de don Juan de Borbón, «así se mostraron, entre otros, colectivos democristianos y monárquicos, si bien su incidencia no fue excesiva». Aun así, apuntaba, a ellos se debe la organización, en 1962, del famoso IV Congreso del Movimiento Europeo en Munich, que reunió a todos los colectivos opuestos al franquismo -excepto los comunistas-, y cuyo impacto internacional tan mal sentó entre los partidarios de la dictadura; «de hecho, estos no tardaron en tildarlo de ‘Contubernio’».
En opinión de Berzal, a todo lo anterior habría que sumar la creación de nuevas plataformas más radicales, como el Frente de Liberación Popular, más conocido como ‘Felipe’ por sus siglas (FLP), liderado por el católico Julio Cerón y partidario de una estrategia situada más a la izquierda del PCE. El nacionalismo radical de ETA y su evolución también ha sido objeto de la ponencia de Berzal, lo mismo que la importante actividad desarrollada en la lucha contra la dictadura franquista por determinados colectivos católicos.
Al respecto, Berzal ha resaltado la evolución de la Acción Católica a partir de 1959 y la impronta de sus militantes obreros tanto en la acción concreta (participación en huelgas, manifestaciones, escritos de denuncia, etc.) como en el impulso de organizaciones políticas y sindicales tales como el citado FLP, la Unión Sindical Obrera (USO) o la Unión Demócrata Cristiana.
http://www.elnortedecastilla.es/20120712/local/leon/cistierna-revisa-estallido-minero-201207121032.html

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