jueves, 26 de julio de 2012

“Hay que conseguir que salgan los huesos de las fosas, que se vayan los símbolos franquistas y restituir la dignidad de las víctimas”

La dirección general de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía prepara una Ley y actuará de oficio en las exhumaciones de represaliados
Exhumaciones en Andalucia



A. del Campo | 23/julio/2012

Andalucía contará con un Consejo Andaluz de la Memoria Democrática este próximo otoño, un órgano consultivo que colaborará en la elaboración de la próxima Ley de la Memoria Democrática de Andalucía que podría ver la luz en el verano de 2013 y permitirá que la Junta se persone en las exhumaciones de oficio representando al Estado. “Lo más urgente –ha manifestado a EL PLURAL.COM Luis Naranjo, director general de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía- es conseguir que salgan los huesos de las fosas, restituir la dignidad de las víctimas, que se vayan los símbolos franquistas…”.
Luis Naranjo, ha explicado a EL PLURAL.COM, que la dirección general de Memoria Histórica pretende además la incorporación al conocimiento colectivo mediante acciones culturales y educativas de los hechos que se produjeron hace ahora 76 años con la guerra civil y que permanecen silenciados, como sus protagonistas, en fosas y enterramientos anónimos de montes y pueblos.
Exhumar de oficio
El director general afirma que hay premura en elaborar esta ley de la Memoria porque a partir de ahí se inicia un proceso largo de desarrollar reglamentos que modifiquen el marco legal en la medida precisa. Entre los principales objetivos de esta nueva ley, figura la posible presencia de la Junta de Andalucía en las exhumaciones que pueda incluso actuar de oficio. Se trata también a juicio de Luis Naranjo de evitar que estas exhumaciones sean “domésticas”. “No se trata de la fórmula que parecen desear desde algunas instancias, de que estos hechos se abren con la muerte en el año en que ocurrió y se acaban con el entierro del cuerpo. Al Estado democrático no le interesa eso, sino que estas muertes salgan a la luz, se vea lo que pasó y se compruebe si lo ocurrido tiene caracter de genocidio”.
Denuncia judicial
“Se trata de que la Junta este presente en las exhumaciones y lo esté como representante del Estado”- explica el director general. No será un trabajo fácil, porque para llegar a los objetivos de esta Ley “contando con la Ley de Amnistía de 1977 y de la Ley de Memoria Histórica del 2007, habrá que hacer encaje de bolillos para llegar al límite de las competencias que se pretende. Uno de los temas que planteamos es instar siempre a foros, asociaciones y familiares a realizar la denuncia judicial y que también la Junta se pueda personar en esa denuncia”. En el ámbito legal hace falta también conocer la opinión del Fiscal General de Andalucía con quien Naranjo se entrevistará este jueves próximo. “Sin su apoyo todo puede ser más difícil”, dice.
Información y participación
En el proceso de elaboración de la Ley se están realizando y se llevarán a cabo una serie de encuentros o reuniones con asociaciones y foros de la memoria histórica de cada provincia andaluza para informar y para que cada entidad participe con sus aportaciones. El próximo año se celebrará un primer congreso de avance y recapitulación de la situación: “El movimiento de memoria histórica es muy fragmentario, hay foros muy locales y no se reconocen entre sí. A veces lo que hace una asociación no lo conoce otra que está a 40 kilómetros de distancia. Queremos crear un instrumento mediático potente, con un banco de recursos compartido de modo que todas las actuaciones de cada foro estén recogidas y sirvan de punto de partida para trabajar en común”.
El Consejo
Minutos antes de hablar con EL PLURAL.COM, el director de Memoria Democrática dela Junta de Andalucía, Luis Naranjo, acababa de firmar el trámite legislativo que da inicio a la creación del Consejo Andaluz de Memoria Democrática de Andalucía, un órgano consultivo que se desea se convierta en un elemento permanente de información entre la institución y los foros de memoria histórica. Estará compuesto por dos representantes de cada provincia de asociaciones, dos historiadores, dos juristas y representantes de otros movimientos ligados a la memoria, que se renovarían cada dos años. La idea es que el Consejo participe en la elaboración de la Ley y que entre septiembre y octubre pueda empezar a andar. Existe también la intención de crear una oficina provincial en Granada donde exista una ventanilla de atención a las víctimas del franquismo.
Itinerarios de la memoria
A partir de ahí, la dirección general de Memoria Histórica quiere plantear la batalla cultural. “Hay una visión parcial blanda y falsa de la República de la guerra e incluso de la transición –opina Naranjo- Vamos a crear itinerarios en espacios de la memoria histórica. Tenemos lugares donde se han borrado los recuerdos y los topónimos incluso. Se trata de crear recorridos que se vayan enlazando y compongan un relato”. En Córdoba ya se ha realizado una experiencia en ese sentido con recorridos a pie, en bicicleta y también con una ruta para automóvil con creciente éxito. “Algo de este estilo es lo que planteamos para cada provincia, una ruta específica para la que es preciso, claro, la colaboración municipal”, añade.
El director general enumera: “En Cádiz en el Valle de Sauceda puede ir desde el cementerio hasta las fosas y hasta la aldea de la Sauceda [se refiere Naranjo a un campo de concentración en el que se cree según las primeras excavaciones pueden encontrarse en fosas comunes entre 300 y 600 cuerpos de víctimas de la represión franquista].O en Málaga, ahí tenemos la carretera de la Muerte…”.

Resistencia a la memoria histórica

¿Por qué esta resistencia por un amplio sector dirigente e incluso judicial a investigar la memoria histórica desvinculando los crímenes denunciados incluso de la vía penal como se plasmó en la la sentencia que absolvió de prevaricación a Baltasar Garzón? La opinión de Luis Naranjo autor de distintos libros sobre la dictadura franquista en Andalucía, se remite a la obra de Paul Preston La política de la venganza que en su opinión “da las claves de lo que ocurre: Hay un hilo conductor de una élite del franquismo y un tardofranquismo que incluso se reconoce a nivel de familias y apellidos y que marca un cierto compromiso”.
Víctimas y verdugos
“Existen por otra parte planteamientos que marcan una equidistancia en el sentido de que no hay verdugos ni víctimas, algo que la derecha constitucional ha asumido y parte de la izquierda también. Esto da como resultado la idea dominante de que la República fue un régimen violento, fallido y que llevó de modo inevitable a la guerra civil. No se quiere reconocer que hubo víctimas y verdugos y que ésta fue una de las situaciones de mayor violencia vividas en la Europa occidental y probablemente en la Europa central”. ¿Y en cuanto a la transición? Concluye el director general: “La transición es además un mito intocable, que consagra la ley del olvido”.

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