domingo, 8 de julio de 2012

El judío protegido por Hitler



  • El dictador alemán intervino personalmente para protegerle cuyo mando había combatido durante la Primera Guerra Mundial


  • El dictador alemán Adolf Hitler


    República/EP | Berlín 6 Julio 2012 

    El dictador alemán Adolf Hitler intervino personalmente para proteger a un judío bajo cuyo mando había combatido durante la Primera Guerra Mundial, según revela una carta descubierta por el diario alemán Voz Judía. La carta, redactada en agosto de 1940 por el jefe de los temidos paramilitares nazis SS, Heinrich Himmler, indicaba que el juez Ernst Hess debía librarse de la deportación y la persecución "por deseo del Führer".

    Hess, condecorado como héroe durante la Primera Guerra Mundial por su papel al frente de la misma compañía en la que había combatido Hitler en Flandes, ejerció de juez hasta 1936, cuando las leyes nazis de segregación racial le obligaron a renunciar. Ese mismo año fue golpeado por varios matones nazis frente a su domicilio, según el rotativo.
    En una carta enviada a Hitler por la misma época, Hess escribió: “Para nosotros, la muerte espiritual es que se nos marque como judíos y se nos exponga al desprecio general”. Hess y su familia se trasladaron durante algún tiempo a una zona del norte de Italia de habla alemana, pero fue forzado a regresar a Alemania, donde descubrió que la orden de protección de Hitler había sido revocada.
    El resto de la Segunda Guerra Mundial lo pasó como esclavo del Reich, haciendo trabajos forzados, pero pudo escapar a la pena de muerte gracias a que su esposa era “gentil” (no judía).
    La hermana de Hess falleció en el campo de exterminio de Auschwitz, mientras que su madre pudo escapar a Suiza. Después de la guerra continuó en Alemania, donde fue elegido direcror de la Autoridad Federal de Ferrocarriles, con sede en Frankfurt. Falleció en 1983.
    Una hija de Ernst Hess, Ursula, de 86 años y todavía residente en Alemania, declaró al diario que su padre se había beneficiado de un encuentro casual que había tenido con otro camarada de la Primera Guerra Mundial, Fritz Wiedemann, quien con el tiempo se convirtió en uno de los adjuntos de Hitler y utilizó su influencia para intentar protegerle. Ursula Hess también recordó las palabras de su padre en las que decía que, durante la Primera Guerra Mundial, el entonces cabo Adolf Hitler no tenía amigos en su regimiento.

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