domingo, 3 de julio de 2022

LA CÁRCEL DE SAN ANTÓN (TITULARIDAD PÚBLICA vs TITULARIDAD PRIVADA)

 Estos días atrás veíamos con satisfacción como la vieja cárcel provincial de Murcia se va convirtiendo poco a poco en un espacio sociocultural, y esperemos también que se establezca como lugar de la Memoria, para el disfrute general de la sociedad murciana. Y esto es debido a la titularidad pública del edificio.


¡Qué lejos estamos los cartageneros de poder disfrutar lo mismo con la cárcel de San Antón!, edificio histórico emblemático que, al contrario de lo ocurrido en Murcia, al contrario de otros edificios públicos cartageneros como el antiguo penal, antiguo hospital de Marina, diferentes establecimientos militares,  estamos a punto, si no lo remediamos, de perderlo para el disfrute público, por dejación y desidia de la gestión municipal.

Protesta en la puerta del edificio 
administrativo del Ayuntamiento


Hemos repetido hasta la saciedad el porqué de que este edificio deba volver a ser público (su importancia histórica, su singularidad arquitectónica, su ubicación, el respeto a las víctimas, pérdida de patrimonio público, etc.). No vamos a incidir en lo mismo. Queremos ahora resaltar donde radica realmente el problema, que es en su titularidad. Si este edificio fuera municipal podríamos decidir qué uso darle, pero nos encontramos con el gran obstáculo del negocio privado que, como es lógico, la única rentabilidad que espera de él es la económica, frente a la vocación de lo público que debe ser la rentabilidad social.

Destrozo iniciado en agosto de 2021


Por eso siempre hemos denunciado la irresponsabilidad de la Corporación Municipal en la protección de su Patrimonio. Patrimonio que, en el caso de la Cárcel de San Antón, se abandonó para que pasara a manos privadas en la anterior legislatura, siendo el alcalde José López, ¡qué buena manera de defender lo que no se cansa de vociferar! Pero no hay que cargar todas las tintas sobre él, aunque fuera el máximo responsable, el gobierno municipal de entonces no puede alegar ignorancia.

Informando a la población.


¿Pero qué hace el actual gobierno municipal en la defensa de este patrimonio? Pues se limita a seguir las instrucciones que emanan de la Consejería de Cultura exclusivamente. ¿No se puede hacer más? Claro que sí. Sólo es cuestión de poner dinero encima de la mesa, de presentar una oferta para recuperar el edificio que negligentemente se dejó traspasar a manos privadas. En la legislatura anterior, la corporación municipal compró un hotel por la misma cantidad que se adquirió la cárcel de San Antón, dejando que ésta pasara a  manos privadas. En esta legislatura se ha comprado el Teatro Circo por la cantidad de millón y medio de euros. No vamos a analizar aquí estas adquisiciones. Pero está claro que hay dinero cuando interesa.



No es problema de dinero entonces, tampoco es el que esté en manos privadas, pues hay herramientas legales para adquirir espacios y edificios que tengan la consideración de interés público. Por lo tanto, ¿Cuál es el problema? Pues, simple y llanamente, la inacción, la incapacidad para hacer las cosas o, lo que sería más grave, el desinterés.



La Plataforma La Cárcel No Se Vende, insiste en exigir al gobierno municipal el que se tome en serio la justa demanda de revertir la titularidad del edificio de la Cárcel de San Antón, y que vuelva a lo que nunca debió dejar de ser, un edificio para el disfrute libre de la ciudadanía de San Antón en particular y, en general, de todas las personas que residen en Cartagena y transitan por ella.

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