miércoles, 11 de enero de 2012

Garzón, ante el fin de su carrera

El juez afronta este mes dos procesos sucesivos cargados de elementos extraños

El Juez Baltazar Garzón

EDUARDO MARTÍN DE POZUELO 8/01/2012

Garzón comienza el 2012 sentado en el banquillo de los acusados dos veces seguidas y por dos causas distintas. Le veremos comparecer ante el Tribunal Supremo (TS) el 17 y el 24 de este mes de enero, salvo imprevistos. El propio procesado, sus abogados, los fiscales y su familia, que son las fuentes con las que ha hablado La Vanguardia para escribir estas líneas, son conscientes de que lo que decida esta alta sala, en especial sobre el caso de las escuchas de Gürtel, puede acabar con la vida profesional del juez.
“No se puede olvidar que para el juez su condena es su muerte profesional. En el caso de las escuchas la presunción de inocencia no ha pesado lo que debía, pues el acusador debe demostrar su acusación. Aquí se ha invertido la carga de la prueba y el juez debe demostrar su inocencia”, explicaron fuentes del caso.
La carrera de Garzón está, a fecha de hoy, eventualmente destruida por una drástica decisión de unos compañeros suyos que lo apartaron del juzgado en una medida que, aunque legal, dejó –insisten– herida la presunción de inocencia. Ahora, si el TS resuelve condenar por los casos que veremos, Garzón quedará definitivamente inhabilitado profesionalmente y sin derecho a recurrir.
Sobre Garzón penden tres causas en cadena que, cronológicamente, arrancaron con toda su fuerza cuando se hizo cargo del caso Gürtel. El juez instruyó el asunto Gürtel a raíz de una investigación iniciada el 04/08/2008 por la Fiscalía Anticorrupción tras una denuncia de personas vinculadas al Partido Popular. Y los tres casos encierran tan extrañas circunstancias que parecen obedecer a un ataque personal.
Para enfocar el asunto con una perspectiva general que apunte hacia la anterior afirmación, es preciso señalar que en ninguno de los tres asuntos hay acusación del fiscal, un hecho al que habría que sumar que todos los procesos se pusieron en marcha por un grupo de jueces que en su mayoría han acabado recusados por ser arte y parte de las causas.
Un caso sin fiscal y sólo sostenido por una acusación particular es relativamente habitual en España, pero tres distintos en los que el acusado es la misma persona y además juez notable constituyen un hecho insólito que debería llamar la atención. ¿Cómo puede haberse dado que un juez se enfrente a la Justicia con la oposición expresa en todos los casos del ministerio fiscal, que es el representante de la ciudadanía y que está obligado por ley a promover la acción de la Justicia y velar por la independencia del tribunal? Los hechos apuntan como respuesta a este interrogante la consideración de las tres acusaciones como si fueran una sola. Un ejemplo: durante 2009 el TS tramitó la denuncia del sindicato ultraderechista Manos Limpias por la investigación de los desaparecidos del franquismo y simultáneamente practicó diligencias sobre los cursos de la Universidad de Nueva York ocultando a Baltasar Garzón durante ocho meses que lo estaba investigando. Y hay más hechos del mismo cariz que sólo podemos repasar parcial y someramente.
Veamos. El día 17 comenzará el primer juicio contra Garzón. En este proceso el juez se enfrenta a una acusación de prevaricación por ordenar en 2009 intervenir las conversaciones de los cabecillas de la trama Gürtel cuando hablaban con sus abogados en la cárcel. Dice el artículo 51.2 de la ley general penitenciaria que las comunicaciones de los internos con sus abogados sólo podrán ser intervenidas “por orden de la autoridad judicial y en supuestos de terrorismo”.
Para Garzón han interpretado que debían darse los dos condiciones a la vez. Es decir, que el delito fuera terrorismo y que la intervención la ordenara un juez. Pero resulta que al releer el texto de la ley surge otra interpretación que viene dada por la conjunción copulativa que contiene. Y en este otro supuesto la ley permitiría intervenir tanto a criterio del juez como en los delitos de terrorismo. En cualquier caso, es un tema interpretable y no se entiende bien que Garzón haya sido suspendido cautelarmente por ello. Claro que con su suspensión Gürtel se fue de sus manos.
Lo más sorprendente es que ese tipo de escuchas se han producido más veces sin que procesaran a ningún juez. ¿Que se trate de Gürtel tiene que ver en el procesamiento de Garzón? Nadie se atreve a responder si no es en estricto off the record.
Igualmente es muy extraño que sea Garzón el único procesado por estas escuchas cuando la petición de las reiteradas intervenciones telefónicas las solicitaron la policía y dos fiscales que no han sido procesados y cuando otro juez, Antonio Pedreira, autorizó su prórroga sin ninguna consecuencia en su contra. Fuentes de la fiscalía de la Audiencia Nacional explican que es muy discutible que Garzón no tuviera la potestad de intervenir los teléfonos de los dirigentes de Gürtel para evitar la comisión de nuevos delitos, con la salvedad, como hizo, de que la intervención preservara el derecho de defensa. En cualquier caso, afirman, “muchas veces el Supremo anula escuchas y no por eso procesa al juez. Si así se hiciera habría ahora mismo decenas de jueces procesados”.
Cuando el eco del primer juicio aún no se haya apagado, arrancará, el 24 de enero y también en el TS, la vista por presunta prevaricación en su investigación por los denominados crímenes del franquismo cometidos entre 1936 y 1975.
De nuevo una rápida cronología enmarca un proceso atípico. En diciembre de 2006, una veintena de asociaciones presentaron denuncias por “detención ilegal” de 30.000 personas. En septiembre de 2008, Garzón pidió las listas de las víctimas y en octubre admitió las denuncias de lo que consideró crímenes contra la humanidad. Investigó y en noviembre determinó que los responsables habían muerto.
Entonces se inhibió en favor de los juzgados territoriales, aludiendo en su escrito a un plan sistemático del franquismo para la eliminación de oponentes políticos. Después, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional decretó que Garzón carecía de competencia para investigar las desapariciones del franquismo (pero sí para investigar los de Chile y Argentina) y en mayo de 2009 el sindicato Manos Limpias presentó una querella que reprodujo sin pudor los autos del juez Luciano Varela que entendía del asunto.
El caso llega ahora a su fin sin fiscal, con la acusación de Manos Limpias, un sindicato cuyo secretario general ha sido distinguido como Caballero de Honor de la Fundación Francisco Franco por su denuncia contra Garzón.
Tres causas con efectos colaterales
Los casos a los que se enfrenta Garzón tienen otras consecuencias o daños colaterales. El procesamiento de un juez por haber ordenado escuchar a unos delincuentes en prisión para evitar nuevos delitos preocupa, aunque no lo puedan decir públicamente, a los policías encargados de investigar el crimen organizado, el gran narcotráfico o el tráfico de armas, por citar sólo algunos ejemplos. Es sabido que los grandes capos encarcelados usan abogados corruptos como correa de transmisión para continuar delinquiendo. Los agentes creen que según sea el desenlace del precedente creado con Garzón se pueden cortar determinadas investigaciones, incluso de terrorismo, cuando éste se confunde con el crimen organizado como es el caso de Al Qaeda y sus satélites.
En cuanto a los crímenes del franquismo cabe señalar que cuando Garzón investigaba, la lista de víctimas contabilizadas rozaba las 140.000, pero ahora se acerca a las 300.000. Respecto al supuesto plan franquista de exterminio nunca investigado, La Vanguardia localizó –en los archivos nacionales de EE.UU.– documentos en los que se explica que Franco comunicó a Hitler hacia 1944 que en caso de invasión Aliada de España, mataría a un millón de personas que suponía que se sumarían al bando aliado y luego combatiría a los invasores. La mortal lista ya la tenía elaborada.
El caso de Nueva York sigue sin fecha de juicio. Las fuentes consultadas sostienen lo explicado por este diario el 19 de abril del 2010. Es decir, que el objetivo final es Botín y el Banco Santander.
http://www.lavanguardia.com/politica/20120108/54244143563/garzon-ante-l-fin-carrera.html

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