Se cumplen veintiséis años después de la
muerte de Carmen Conde, cartagenera, maestra, poeta, inspectora de estudios del
orfanato de El Pardo, fundadora, junto con su marido, Antonio Oliver, de la
primera Universidad Popular y de la revista Presencias, a quien la sociedad
cartagenera no perdonó sus inclinaciones republicanas y que publicó con seudónimo
en la década de los cuarenta (una de sus etapas más productivas), para
continuar después encargándose de la asesoría literaria de la editorial
Alhambra, en la sección bibliográfica del CSIC y en la sección de publicaciones
de la Universidad Central de Madrid.
Carmen Conde fue
denostada durante muchos años tanto por las personas afines a su ideología como
por las opuestas a ella; fue una representante de lo que llamamos “exilio
interior” una denominación bajo la que se agrupa a quienes quedaron en España
durante el franquismo sin llegar a exiliarse y cuya producción artística y
cultural, siendo ajena o contraria al régimen de Franco, convivía, sin embargo,
con la sociedad de los vencedores.
La poeta cartagenera,
repudiada por su tierra natal por su condición republicana y despreciada por
los antifranquistas por considerarla colaboradora del régimen, fue recuperando
gradualmente el puesto que se merecía en el mundo de la Literatura Española, y
tras la publicación de sus obras poéticas más importantes (Ansia de la Gracia,
Mujer sin Edén...) resultó una pionera en el campo de la escritura para el
público infantil y trabajó en obras de teatro en radio y televisión y como
directora de revistas para niños. La contradicción de su vida quedó patente en
el momento de su candidatura a la Real Academia de la Lengua, al enfrentarse en
1979 su candidatura a la de Rosa Chacel, representante del exilio exterior, y
triunfando en este duelo, convirtiéndose en la primera mujer en ingresar en
esta institución, ocupando el sillón k y pronunciando su discurso de ingreso
con el título “Poesía ante el tiempo y la modernidad”.
Lo más destacado de la
vida de Carmen es su afán por destacar en el mundo de la Literatura y su manera
de compaginar su fortísima vocación con otras inquietudes, como la puesta en
marcha de la Universidad Popular de Cartagena o su lucha por la mejora de las
condiciones pedagógicas en las escuelas de la región y por su apoyo a la
República.
La Universidad Popular
de Cartagena empezó a tomar forma en 1931, cuando Antonio Oliver vislumbró
junto a Manuel Mas Gilabert y Ginés Arlés García la posibilidad de crear una
UNIVERSIDAD PARA EL PUEBLO que permitiera aproximar la cultura a las clases
populares.
Carmen se consagró,
desde el principio, a la tarea de la U.P. a la que definió como el medio de
unir la escuela del niño con el hogar y destacó el propósito de instruir a los
adultos de la clase obrera haciendo que, junto al hijo, en plena edad escolar,
el padre no fuera un analfabeto, una barrera, sino que se convirtiera en el
mejor sostén espiritual del hijo.
Desde la Asociación
Memoria Histórica de Cartagena, en el aniversario del fallecimiento de Carmen
Conde, y en el mes en que se cumplen los 42 años de su ingreso en la Real
Academia de la Lengua, queremos rendir homenaje a esta poeta, a esta
republicana que tanto luchó por la extensión de la cultura a las clases
populares, que apoyó sin reservas a la República y que durante tantos años hubo
de sufrir las consecuencias derivadas de ese exilio interior que le tocó vivir.
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