El BNG repesca su texto coincidiendo con el juicio a Garzón por la memoria histórica
Baltasar Garzón, en una entrevista con ‘Público’ el pasado 14 de septiembre de 2011.LAURA LEÓN |
JUANMA ROMERO Madrid 23/01/2012
El pasado 19 de julio, el Congreso
dijo no. No a revisar la Ley de Amnistía de 1977, no a permitir que los
crímenes del franquismo sean considerados ungenocidio y delitos de lesa
humanidad, imprescriptibles y, por tanto, perseguibles aún hoy
judicialmente. No a siquiera discutir y enmendar esa propuesta planteada
por el BNG. PSOE, PP, CiU, Coalición Canaria, UPN y UPyD lo impidieron.
Tumbaron la iniciativa y se negaron a admitirla a trámite.
Aquel debate coincidió con una semana simbólica: un día antes, el 18 de julio, se cumplían 75 años del golpe de Estado que truncó los sueños de la República.El pleno del Congreso, con José Bono a la cabeza, ni se atrevió a condenar la sublevación militar.
El debate vuelve a la Cámara en otro
momento simbólico, pocas horas antes de que Baltasar Garzón se siente en
el banquillo del Tribunal Supremo acusado de presunta prevaricación por
haberse arrogado la competencia de investigar el horror de la
dictadura. El BNG ha repescado su propuesta y la ha registrado de nuevo
en un Congreso ahora bajo el control absoluto del PP. Ahora será la
Junta de Portavoces la que decida cuándo se discuta la admisión a
trámite de la propuesta de reforma de la Ley de Amnistía. Y en ese pleno
será previsiblemente vetada otra vez.
“Nuestra iniciativa tiene plena
vigencia, más sentido que nunca. Vemos una operación de acoso y derribo
contra un juez que quiso remover las aguas en un terreno que parecía
vedado”, explicaba ayer a Público Francisco Jorquera, portavoz del BNG
en Madrid.
Lo que buscan los nacionalistas
gallegos no es “reabrir heridas”, sino “cerrarlas desde la verdad y la
reparación a las víctimas”. Abrir la puerta para que aquello que intentó el magistrado de la Audiencia Nacional sea posible:
que España se reconcilie con su pasado y pueda indagar los crímenes de
la dictadura. En el auto de 16 de octubre de 2008, en el que Garzón se
declaraba competente para abrir la causa, recogía información de 114.266
desaparecidos entre 1936 y 1951. No pudo dar más pasos. Por esa
resolución se sentará mañana en el Supremo.
Un reto para el PSOE
El BNG cree que se ha hecho una
aplicación “perversa” de la Ley de Amnistía, pues si en 1977 sirvió para
sacar de las cárceles a los represaliados por luchar por la democracia,
“hoy se usa como coartada para impedir que se esclarezcan los delitos
del franquismo”. “Se ha puesto la Transición como modelo para América
Latina –razonó Jorquera–, pero ahora América Latina ha abolido sus leyes
de Punto Final. Nuestra Ley de Amnistía actúa como Ley de Punto Final”.
Es decir, como norma de “absolución de los verdugos”.
El BNG sabe que, como en julio, la
izquierda minoritaria (IU, ICV, ERC) le apoyará, y que el PP lo
rechazará. Aun así, seguirá mereciendo la pena para “suscitar el debate y
clarificar las posiciones de todas las fuerzas”. ¿Y el PSOE? Jorquera
desafía: “Ahora que quiere recuperar su imagen de izquierdas, tiene una
excelente oportunidad para retratarse con nuestra iniciativa”.
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