Rufina Campuzano, Carlos Jiménez Villarejo, José Molina, Dolores Murcia |
Diego
Jiménez/Murcia.- 24.04.2014
Abrió el acto la presidenta del Ateneo de la
Villa de Archena, Rufina Campuzano,
ayudada en la moderación en la mesa por Dolores
Murcia. La presentación del ponente corrió a cargo del abogado José Molina, archenero afincado en
Barcelona, quien, visiblemente emocionado por una presentación audiovisual que
repasaba su trayectoria, pasó a exponer algunas pinceladas de la personalidad
de Carlos Jiménez Villarejo.
José Molina destacó de él su
gran labor desarrollada en la lucha contra la corrupción y su gran compromiso
ético y social en una trayectoria profesional que arranca con su ingreso en la
carrera fiscal en 1962, pasando por actuaciones como la querella conjunta con
el fiscal José María Mena contra los
directivos de Banca Catalana, y culminando con su asunción de la Fiscalía
Anticorrupción en 1995, con condenas tan señaladas a personajes como Mario Conde, Roldán y Jesús Gil. En
2004, por razones políticas, el PP lo destituyó, y desde ese momento pasó a
asesorar a organizaciones como IU, ATTAC, SOS Racismo y a la Federación de
Asociaciones de Vecinos de Barcelona.
Intervención
de Carlos Jiménez Villarejo
El
exfiscal, que centró su exposición en las tesis expuestas en su libro
"Jueces, pero no parciales" (escrito en colaboración con Antonio Donate), inició su intervención congratulándose de la celebración de actos por la II República en
Archena, pues aquel régimen constituyó la primera gran esperanza democrática de
España. Recordó que la Ley 24/2006, redactada en el setenta aniversario de la
Guerra Civil, contiene, en su artículo único, un homenaje a la República. Pero
esa contienda aún no ha sido superada, a su parecer, pues, afirmó, “el pasado
franquista no ha pasado, sigue entre nosotros”.
Emocionados
recuerdos
El conferenciante pasó a
recordar a todo un conjunto de víctimas del franquismo: las personas ejecutadas
por procedimientos sumarios, extrajudicialmente; las eliminadas por penas de
muerte en Consejos de guerra sin garantías judiciales; los presos políticos,
nunca debidamente rehabilitados; las personas detenidas y torturadas durante
toda la dictadura; los guerrilleros antifranquistas…
No
se pueden cerrar en falso las heridas
En contraposición al caso
español, afirmó que en Alemania se ha constituido una oficina que investiga los
crímenes del nacionalsocialismo y “nadie se echa las manos a la cabeza” por
ello. Se refirió a Hanna Arendt,
investigadora de regímenes totalitarios, que afirmó que estos no están
totalmente vencidos, como se constata en el caso español. Ante la pretensión de
muchos de “cerrar las heridas” de aquella guerra, Jiménez Villarejo hizo suya la expresión de
alguien que afirmó que “no se pueden cerrar en falso heridas infectadas”.
Inhibición
judicial.
Los poderes públicos y el
aparato judicial hacen caso omiso a las peticiones de reparación a las víctimas,
como lo demuestra el hecho de que las peticiones de muchas personas
ascendientes que acuden a los llamados “juicios de revisión” son
sistemáticamente rechazadas. La Sala de lo Militar del Tribunal Supremo ha
desestimado incluso la petición de la nieta del poeta oriolano Miguel Hernández.
Esa misma inhibición puede
detectarse en los casos de las desapariciones forzosas. J. Villarejo hizo
alusión a un titular de El País que lo demuestra: “Trece asesinados y ningún
juez en Espinosa de los Monteros”. Citó así mismo el caso de una mujer que
exhuma en solitario, sin ayuda oficial, un total de 15 fosas en el provincia de
Palencia. La situación es tan sangrante que llevó a la denuncia de muchos
familiares en 2006, en un proceso que condujo a la condena de Baltasar Garzón y
a su salida de la Audiencia Nacional.
Denuncias
de organismos internacionales
Jiménez Villarejo citó el Informe
de Amnistía Internacional, de mayo de 2012, en el que se denuncia la inhibición
española en los casos de desapariciones y torturas, lo que, a juicio de esta
organización, ha creado una situación de total desamparo judicial.
Por otro lado, la Comisión de
Expertos de la ONU, de visita a España en 2013, comparó la situación de nuestro
país en este ámbito a la que se registra en países como Nepal y Siria, por lo que,
a juicio de esos expertos, en España “la Justicia está ausente”. La citada Comisión, pues, aconsejaba la
creación de un órgano específico para investigar las desapariciones forzadas,
cosa que no se ha hecho.
Idénticas recomendaciones había
hecho con anterioridad el Consejo de Europa, en 2006, pidiendo la creación
en España de una Comisión de Expertos. Todo ha caído en saco roto, haciendo
nuestro país “oídos sordos” a dichos requerimientos. Villarejo enfatizó, por
ello: “El abandono de las víctimas del franquismo es un fenómeno insólito”. Para
añadir algo más: “El derecho a la Reparación de las víctimas es tan fundamental
que si España lo sigue violando debería ser sancionada por los organismos
internacionales”.
Inhibición,
también, y parcialidad de los jueces
Villarejo documentó la inhibición
judicial con varios casos. Citó el de Francisco
Echevarría, forense del País Vasco, que investiga sobre fosas comunes en
Castilla-León, Navarra y País Vasco, en donde podrían haber 5.000
desaparecidos. “Nunca hubo un juez que estuviera presente en estas
investigaciones”, afirmó el ponente.
“Los partidos judiciales
archivan los requerimientos de la Audiencia Nacional”, denunció, pues de 47
partidos judiciales a los que se enviaron dichos requerimientos sólo lo
hicieron siete u ocho. Ante ello dijo que “es una evidencia que sigue habiendo
jueces parciales”, para añadir a continuación que la Ley de Amnistía de octubre
de 1977 no puede ser invocada para justificar la impunidad de tantos crímenes
del franquismo.
Criticó, además, que hasta
diciembre de 2007, en que se aprobó la Ley de la Memoria Histórica, no se
derogaron las leyes represivas franquistas, ante lo que se preguntó: “¿Por qué
se esperó tanto?”.
Recientemente (enero de 2014)
el relator de la ONU incide en que el Estado Español debe dar pasos decididos
hacia las reivindicaciones de las asociaciones memorialistas.
Jiménez Villarejo concluyó su
intervención, con la afirmación de que necesitamos “otro modelo de Justicia (pues las víctimas
del franquismo son las más invisibles) y otro modelo de Estado”, pues, a su
juicio, “estamos en una situación crítica”.
Tras la brillante exposición de este jurista, tuvo lugar un animado coloquio que se prolongó hasta altas horas de la noche.
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