Juana podrá enterrar a su abuelo, y Rafael a su tío, siete décadas después de su muerte en una cárcel remota cuyo nombre ha quedado unido al de la represión franquista: Valdenoceda. Son los familiares de dos jiennenses que estuvieron presos allí y que, ahora, han recuperado sus restos.
Juana Gutiérrez, con los restos de su abuelo, en Valdenoceda. |
Tras el acto de entrega, que tuvo lugar en el cementerio de Valdenoceda y contó con más de cien asistentes, se realizó una visita a lo que queda de la prisión, hoy en ruinas. Miguel Ángel Valdivia, presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Jaén (ARMH), junto con otro miembro del colectivo, guiaron a los jiennenses en este emotivo viaje. “El año que viene vendremos otra vez, y podemos adelantar que hay tres restos identificados más de Jaén, uno procedente de La Puerta de Segura”, aseveró Valdivia. “Lo descubrimos hace apenas quince días”, añadió el presidente de la ARMH Jaén, que agradeció la ayuda de la Dirección General de Memoria Democrática de la Junta, que financió el desplazamiento. “Muchas de estas familias son muy humildes o ancianos para los que sería muy difícil acudir hasta aquí sin ese apoyo”, valoró el presidente del colectivo, que tampoco olvidó la implicación del alcalde pedáneo, Ángel Arce, y de este periódico. “En el acto se reconoció la labor de JAEN”, remarcó Valdivia.
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