lunes, 11 de febrero de 2013

El Búnker de Miajas habre sus puertas

Fue el refugio del Estado Mayor republicano del Ejército del Centro en la Guerra Civil.
La 'posición Jaca' está situada bajo el parque de El Capricho, uno de los mejor conservados y cuidados, y a la vez, el más desconocido de Madrid.
  
 diariovasco.com / J. LUIS ÁLVAREZ / 11-02-2013
Cuando se van a cumplir los 74 años del final de la Guerra Civil son muchas las comunidades autónomas, ayuntamientos y asociaciones de recuperación de la Memoria Histórica que están rehabilitando la llamada 'arquitectura de guerra', construcciones que han resistido el paso del tiempo, unas gracias al olvido y otras ocultas bajo la geografía de un país que poco a poco se levantó sobre ellas sin saberlo. Una de las más importantes, dado que Madrid fue objetivo de los sublevados contra la República desde el principio de la contienda, es el refugio del parque de El Capricho, un búnker construido junto al Palacio de los Condes de Osuna donde el legendario general Miaja montó el estado mayor del Ejército Central de la República.
La Junta Municipal del Distrito de Barajas acordó esta semana preparar el búnker para que pueda ser visitado. Su estado de conservación, pese al medio siglo largo y la humedad del jardín que tiene encima, es bueno, dado que fue construido a conciencia. Sin embargo, la normativa vigente hace que tenga que se rotulado con los consiguientes carteles de 'salida' y de 'extintor', y dotado de luces de emergencia y de puertas 'antipánico'. El proyecto es abrirlo para que 20 personas lo visiten a diario y conozcan su historia.
El Capricho era en 1936 una finca a las afueras de Madrid, por la carretera de Zaragoza. El lugar fue elegido para edificar a principios de 1937 la que sería conocida como 'Posición Jaca'. Según Pablo Schnell, miembro del Colectivo Guadarrama -dedicado a la preservación y estudio de los restos arquitectónicos de la Guerra Civil-, es uno de los tres búnkers militares que se construyeron en la contienda. Otro se encuentra en la 'Posición Saldón', en Alcohete (Guadalajara), y el tercero estaba en Salamanca, como cuartel general de Franco, pero fue destruido a principio de los años 80.
La instalación se encuentra a laderecha del palacio del siglo XVIII. Dos de sus entradas están casi a ras del suelo, aprovechado el montículo artifical que lo entierra. Y es que su aspecto exterior recuerda el panteón de un cementerio, con un acceso de cemento revestido de ladrillo y unas chimeneas-respiraderos que sobresalen de los parterres.
Fue fabricado en hormigón armado y su techo tiene nada menos que un metro de grosor, lo suficiente para tratar de aguantar las bombas de 500 kilos que lanzaba la aviación franquista sobre Madrid. Su puerta impone con el blindaje de acero que conecta con una escalera de dos tramos que accede a su vez a la construcción, de unos 1.500 metros cuadrados.
Un peculiar olor entre cerrado, cal, cemento, humedad y ese aroma a 'antiguo' que tienen muchas construcciones lo envuelve todo y da paso al fortín, ahora iluminado con fluorescentes. El visitante baja 15 metros desde el nivel de la calle y aparece ante el otra puerta de hierro, con una mirilla circular y unas pesadas trancas del mismo metal para cerrar desde dentro.

Óxido y mugre

Aquí se abre el pasillo principal, con azulejo hasta más de media altura y una especie de cenefa formada por dos tiras de color parecido al burdeos. El suelo trata de mostrar un dibujo con figuras geométricas ocultas por la mugre. El techo abovedado recuerda los subterráneos del viejo metro de Madrid. A los lados se abren paso habitaciones que están desnudas de mobiliario. A su vez existen dos corredores paralelos abiertos a las habitaciones. Una de ellas es un cuarto de baño, con lo que fue un mingitorio de pared, el cerco de una taza del váter y una ducha, solo una, porque estaba destinada a limpiar los restos de un posible ataque con armas químicas.
La ventilación viene de unos huecos existentes a unos 40 centímetros por encima del suelo.No hay puertas, las de madera han desaparecido. Al fondo del pasillo se abre una estancia oscura en la que debieron de estar instaladas las cocinas o los grupos generadores. Además, el búnker cuenta con un pozo de agua potable.La instalación dispone de otros tres accesos, cerrados actualmente por el óxido que corroe todas las compuertas de seguridad.
Tras la guerra y hasta 1940, El Capricho albergó una brigada de carros de combate. Propiedad de diversas sociedades, las 14 hectares y el palacio fueron comprados en 1974 por el Ayuntamiento.El búnker tuvo usos múltiples usos. Pasó a ser utilizado como almacén, hasta que las contínuas inundaciones hicieron desistir de ese uso, para convertir sus salas en un plató de rodaje para películas. Dicen que allí se filmó una de terror sobre Drácula, otros apuntan a 'Shaft en África'. Ahora, al fin, será recuperado para la historia.
http://www.diariovasco.com/rc/20130211/mas-actualidad/sociedad/bunker-miaja-abre-puertas-201302110118.html

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