José A. Cano | E. Press | Granada
La
tapia del cementerio de Granada ya tiene su placa en homenaje a los casi
4.000 fusilados por el franquismo. Es la sexta, y previsiblemente la
última, ya la declaración del espacio como Lugar de la Memoria y
la oficialidad que otorga ser colocada por la Junta de Andalucía
impedirán que el Ayuntamiento de Granada la retire, como hizo con las
cinco anteriores, colocadas por las asociaciones de Memoria Histórica de
la provincia.
El
vicepresidente de la Junta de Andalucía, Diego Valderas (IU), presidió
un acto que estuvo dominado, en su primera parte, la más emotiva, por
los familiares de los fusilados, cuyas historias fueron
homenajeadas por la organización. Uno de los ramos de flores
depositados bajo la placa, que tiene dos pilares de casi un metro
enterrados para impedir accidentes, lo fue dedicado a la última
corporación democrática de la República, que presidió el alcalde
fusilado, Manuel Fernández Montesinos.
Diego
Valderas ha reivindicado en el acto “la memoria de las víctimas durante
la Guerra Civil y la posguerra” como una forma dar “un salto” hacia
“más democracia” en un momento de crisis como el actual en el que “más
se necesita”. El vicepresidente andaluz ha asegurado que “el Gobierno
andaluz tiene una deuda que hoy salda parcialmente, ya que este es sólo un paso más en el camino que juntos hemos de recorrer para fortalecer nuestra democracia,
para construir una Andalucía fuertemente asentada en los valores de
solidaridad, libertad y justicia social, los mismos valores por los que
aquí dejaron sus vidas, por los que nos precedieron en la lucha”.
El
portavoz de la Asociación Granadina para la Memoria Histórica, Francisco
Vigueras, tuvo en su intervención un recuerdo para los familiares de
las 3968 fusiladas junto a la tapia. Además de la AGRMH, la asociación
Verdad, Justicia y Reparación y Unión Cívica Andaluza por la República
(UCAR) han sido las organizaciones impulsoras de los anteriores actos.
En esta ocasión, más de 200 personas, incluyendo
autoridades de la Junta, el PSOE e IU, asistieron al descubrimiento de
la placa, que tapaba una bandera de Andalucía.
Se
vivieron momentos de cierta tensión durante la intervención del concejal
Fernando Egea, representante del Ayuntamiento de Granada, único miembro
del Gobierno municipal que no milita en el Partido Popular al ir en la
lista como independiente, y sobrino-nieto de Fernández Montesinos. Parte del público empezó a abuchearlo, culpándolo por asociación de las retiradas anteriores de las placas por parte del Consistorio.
También durante el acto hubo varias menciones al proyecto de la Junta de sancionar a los ayuntamientos que
no retiren símbolos fascistas de sus municipios. En Granada permanece
en la actualidad sujeto a un Contencioso entre Junta y Ayuntamiento el monolito homenaje a José Antonio Primero de Rivera, obra
de Francisco López Burgos. Varios representantes de asociaciones de la
Memoria Histórica, y personalidades de la cultura como el poeta Luis
García Montero o el cantaor flamenco Juan Pinilla pidieron su retirada.
En
concreto, Francisco Vigueras consideró que el Ayuntamiento de Granada
tiene ahora “obligación legal y moral, por coherencia democrática y
dignidad política”, de retirar dicho monolito. Además, se marcó como
próximo objetivo poder ”escribir los nombres de todos los caídos” sobre las paredes de las tapias.
Por su parte, Egea quiso recordar el también polémico monumento ‘Piedad’,
del escultor granadino recientemente fallecido Eduardo Carretero,
levantado por el Ayuntamiento en homenaje a los caídos por ambos bandos.
Egea, entre algún que otro abucheo dedicado a la actitud del Gobierno
municipal al que representaba, abogó “por la reconciliación para que no
se repita”. Candidato andalucista a la alcaldía en 2007, también tuvo
unas palabras para Blas Infante, fusilado por los golpistas en 1936.
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