Fausto Canales pide a Estrasburgo que obligue a España a investigar la desaparición de su padre, secuestrado por falangistas

Es la primera demanda en el Tribunal de Derechos Humanos desde que el Supremo cerrara la posibilidad de investigar los crímenes del franquismo tras el caso Garzón

Fausto Canales Bermejo

A. DEL C. | 15/octubre/2012

Lleva muchos años intentando averiguar qué pasó con su padre secuestrado por falangistas en 1936. Presentó una denuncia ante el juez Garzón en la Audiencia Nacional, después fue testigo en el juicio contra el mismo juez acusado de prevaricación por declararse competente por investigar los crímenes del franquismo y vio desesperanzado como los magistrados incluían en la sentencia el cierre a la investigación de esos hechos en España por la vía penal. No se arredró, tras personarse en la querella que instruye la jueza argentina María Servini de Cubría, ahora ha dirigido una demanda al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, la primera presentada tras la drástica decisión del Supremo.

Fausto piensa que el tiempo se le agota pero no ceja en su empeño de encontrar los restos de su padre. “Su demanda ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo difiere frente a las que otras víctimas presentaron anteriormente en que a partir de la sentencia del Tribunal Supremo puede considerarse que ya no hay recursos internos efectivos al cerrar definitivamente la vía judicial a las víctimas”, explicó a ELPLURAL.COM la abogada Lydia Vicente,  directora ejecutiva de Rights International Spain (RIS), quien representa a Fausto Canales.

Valerico Canales padre de Fausto

Se lo llevaron los falangistas
Valerico Canales, padre de Fausto, desapareció el 20 de agosto de 1936. Un grupo de falangistas entró en su casa del pueblo de Pajares de Adaja (Ávila) y se lo llevaron a las dos de la madrugada. Nunca más se le vio ni se supo de su paradero. Su hijo Fausto tenía dos años. Hoy ya con 78, Fausto persiste en su búsqueda que inició formalmente en la Audiencia Nacional por entender que se trataba de un delito de desaparición forzada. Luego ante el Supremo, en el juicio contra Garzón, relató que al padre le fusilaron con otros nueve de madrugada en una cuneta. Formaban parte de una lista de rojos del pueblo elaborada por sus propios vecinos. En 1959 los desenterraron y  trasladaron al Valle de los Caídos. En la fosa inicial la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica solo encontró un cráneo, algunos huesos de los dedos, dientes y el dedal de una mujer ejecutada.
Vías internas agotadas
A partir de la presentación de la demanda, el TDHE tiene que decidir su admisión a trámite. “Hasta ahora, las pocas demandas presentadas relacionadas con el franquismo pero sobre todo con la revisión de condenas, no se han admitido, pero se ha debido a defectos de forma en la presentación, por lo general por no haber agotado las vías internas o por haber transcurrido seis meses desde que se agotaron dichas vías internas. Ahora con la sentencia del Supremo que suprime la posibilidad de investigación judicial, desde luego las vías internas están agotadas”, comenta Lydia Vicente.
Eliminar la Ley de Amnistía
Si el Tribunal de Derechos Humanos admite la querella, la trasladará al Estado español que es el demandado por violar el derecho de Fausto Canales de investigar la desaparición de su padre. Se abre entonces un proceso de diálogo en que España tendrá que alegar lo que considere en su descargo. La abogada señala: “Pedimos que se investigue oficialmente, que el resultado de esta investigación se haga público y que se eliminen los obstáculos que impiden estas investigaciones como son la Ley de Amnistía y la prescripción que la acompaña y, en suma, que se tomen medidas”.
Violación de derechos continuada
“Se trata de una violación de derechos continuada contra las víctimas y sus familiares, una violación del su derecho a conseguir justicia y reparación. Y desde la sentencia del Supremo de 27 de febrero de 2012 ya no hay recurso posible”. Si Estrasburgo no atiende la petición del demandante, Fausto Canales ya no tendrá vía alguna a la que recurrir pero ¿qué ocurrirá si el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo le da la razón? Para la abogada de RIS, está claro: “Supondrá que España ha violado las obligaciones y los derechos humanos de miles de personas, que ha incumplido el Convenio Europeo y que tendrá que dar respuestas y tomar medidas”.