MAESTRA. FALLECIÓ EL DÍA 14 DE DICIEMBRE EN SARDAS (HUESCA), A LOS 100 AÑOS
Pepita Facerías Buisán, que fue maestra en el frente republicano,
falleció el pasado viernes en la localidad oscense de Sardas a los 100
años. Estaba viuda y tenía 6 hijos, nietos y biznietos, entre otra
familia. En 2010 protagonizó el I Consejo de Sabios de Graus, una
iniciativa del ayuntamiento de esa localidad oscense que recuperaba así
una figura ancestral. Junto a Enrique Satué, habló de la escuela en el
medio rural.
Pepita Facerías Buisán |
Pepita
recordó entonces pasajes de su intensa vida. Nació en Bernabarre en
1912, estudió Magisterio y una vez terminada la carrera fue destinada a
Marruecos. Allí estuvo algunos años hasta que, en plena Guerra Cvil,
regresó a su pueblo, entonces bajo dominio republicano.
Según recordaba, daba clases en la oficina del Registro de la Propiedad,
que se habilitó como escuela para niños de 4 a 6 años, a los que enseñó
no solo a leer y escribir sino las más elementales normas de higiene y
sanidad.
No estuvo mucho tiempo en Benabarre, pues un día apareció en el
periódico un anuncio que decía: "Compañera Facerías, esperamos que
mañana antes del mediodía estés en el Ayuntamiento de Estadilla para
hacerte cargo de la educación de los niños del frente". Y allí se
presentó, después de hacer el viaje en mulo. "Cuando llegué estaba muy
intrigada, pero enseguida sospeché quién era el responsable de mi
designación, el hombre más izquierdista y temible del pueblo, que era
amigo de mis hermanos".
Rápidamente organizó la casa donde residirían los 40 niños a los que
tenía que educar. Solo había dos baños, así que se las tuvo que ingeniar
para que todos pudieran asearse. La proximidad de las tropas de Franco
obligó a la evacuación precipitada de la colonia, hacia Barcelona y
luego a Francia.
Antes de marchar, Pepita quiso despedirse de su madre y de su abuela,
pero ya no tuvo tiempo de salir de Benabarre. Al terminar la contienda
se reincorporó a su puesto en Marruecos. Destacaba que en las clases
"había judíos, musulmanes y cristianos, pero no había ningún problema
entre ellos, y cuando yo terminaba mi clase, entraba el rabino".
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