martes, 21 de mayo de 2013

La falta de fondos mantiene paralizada la identificación de los cuerpos de Cabacheros

La falta de fondos mantiene paralizada la identificación de los cuerpos de Cabacheros
Los familiares de desaparecidos llevan un año y medio esperando por los resultados de las pruebas y piden al Principado ayuda económica


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Familiares de desaparecidos y arqueólogos, en las excavaciones de la fosa de Cabacheros en 2010. fernando geijo


20.05.2013
Cabañaquinta, C. M. BASTEIRO 

Los restos humanos exhumados en la fosa común de Cabacheros, en la localidad allerana de Felechosa, siguen sin nombres. Los familiares de desaparecidos en el concejo durante la Guerra Civil y la posguerra esperan desde hace un año y medio por los resultados de la pruebas de ADN que podrían identificar los restos recuperados en el enterramiento. Los análisis están paralizados en un laboratorio madrileño por falta de financiación y las asociaciones Foro por la Memoria y Memoria Histórica Allerana, impulsoras de la investigación, reclamarán al Gobierno regional asturiano en nombre de las familias que aporte una partida para terminar con la espera.
Las entidades de memoria histórica encabezaron la exhumación de los restos de Cabacheros en 2010. Esperaban encontrar un máximo de cinco cuerpos enterrados pero los arqueólogos recuperaron huesos de 52. Los restos pasaron al Juzgado de Lena y después fueron trasladados a Madrid, siguiendo con la cadena de custodia legal, para someterlos a los análisis de identificación.
Técnicos de la Universidad Autónoma de Madrid se encargaron del reconocimiento antropológico. Individualizaron los restos y los dataron a través de la escasa información que arrojó este análisis (edad y altura aproximada, sexo y las peculiaridades de cada cuerpo). El informe antropológico, redactado en 2012, asegura que la fosa guardaba restos de «adultos jóvenes»y mujeres.
La prueba genética es crucial para validar esta primera identificación. La asociación Foro por la Memoria encargó los trabajos a un laboratorio especializado de San Sebastián de los Reyes. Los técnicos de la asociación se desplazaron de Madrid a Caborana para recoger muestras genéticas de familiares de desaparecidos. Un total de 54 personas dieron su ADN y los análisis genéticos comenzaron en septiembre de 2011.
El presidente de la asociación estatal Foro por la Memoria, Javier Moreno, reconoció que algunos restos han sido cotejados pero no quiso adelantar ningún resultado. «Aún es pronto para dar información, esperaremos a completar los análisis», señaló Moreno, que añadió que las pruebas están a la espera de financiación ya que «el Gobierno central ha retirado todo tipo de ayudas para el reconocimiento de los cuerpos».
Los responsables de Foro por la Memoria quieren dirigirse ahora el Gobierno regional. «Esperamos que el Principado de Asturias tenga sensibilidad con este tema y, sobretodo, con los familiares», destacó Moreno. Las personas que están esperando por los resultados son «lo más importante», según los responsables de la entidad estatal, y por eso no avanzarán ningún dato hasta que el análisis haya concluido. «No queremos ilusionar ni desilusionar a nadie adelantándonos a los acontecimientos», afirmó.
La investigación de la fosa común de Cabacheros despertó una gran expectación, ya que fue el primer enterramiento del Franquismo que se abrió en la región. La noticia corrió como la pólvora y llegó a traspasar fronteras. Algunos familiares de desaparecidos viajaron desde el extranjero para dejar su muestra de ADN. Tan solo una coincidencia genética ayudará a esclarecer la identidad de los cuerpos. «No sabemos quién estaba en Cabacheros pero sí que sabemos, a través de los testimonios orales, qué personas viajaron juntas y qué día, por lo que la deducción será más fácil».
La respuesta aún está en el aire, pero los informes que ya están cerrados apuntan a que las personas enterradas en la fosa común de Cabacheros fueron fusiladas entorno al año 1937. Los testimonios orales apuntan a que eran prisioneros que viajaban en un camión que se dirigía a la cárcel de San Marcos de León. El traslado se interrumpió en la carretera de San Isidro y los detenidos fueron fusilados y enterrados sin ningún orden a la orilla de la carretera. Sus familiares aún los esperan, 76 años después.

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