En Carral se conserva una misiva, encabezada con la habitual expresión de “Saludo a Franco: ¡¡Arriba España!!”, así como actas de reuniones
Manifestación pidiendo la devolución de Pazo de Meirás |
PAOLA OBELLEIRO A Coruña 10 MAY 2012
Muchos de los archivos municipales ya no conservan documentos de las recaudaciones de donativos forzosos para comprar y regalar a Francisco Franco, en plena Guerra Civil, el Pazo de Meirás. Pero en el municipio coruñés de Carral aparecieron, como hace unos años en el de Oleiros, pruebas de aquella “suscripción pública” de dádivas supuestamente voluntarias lanzada por una autodenominada Junta Provincial Pro-Pazo del Caudillo encabezada por autoridades falangistas y empresarios coruñeses deseosos de mostrar su lealtad a Franco con este caro obsequio. Hoy es propiedad de los herederos del dictador y tras una larga batalla judicial, aún inacabada, fue declarado por la Xunta Bien de Interés Cultural, lo que permitió abrir desde 2011 visitas al público, cuatro veces al mes.
Fue en la primavera de 1938 que los golpistas llamaban ya ‘II año triunfal’ pese a arreciar aún la Guerra Civil. A funcionarios y trabajadores de empresas privadas se les restó parte de su salario para pagar el Pazo. La denominada junta pro-pazo, dirigida por el entonces gobernador civil de A Coruña, Julio Muñoz, y el banquero Pedro Barrié de la Maza, encomendaron por carta a los alcaldes falangistas que constituyeran comisiones para “visitar personalmente a sus convecinos para que nadie pueda mañana considerarse postergado si su deseo es contribuir con su grano de arena para el Pazo del Caudilo”.
En Carral se conserva esa misiva, encabezada con la habitual expresión de “Saludo a Franco: ¡¡Arriba España!!”, así como actas de reuniones para “tratar este asunto de excepcional importancia patriótica”. Párrocos, maestros y ediles fueron encargados de “poner el máximo entusiasmo” en recaudar casa por casa el dinero para que “el invicto Caudillo Franco venga a descansar a la tierra que le vio nacer de la ingente tarea de conducir los Ejércitos Nacionales a la Victoria”.
Los ‘recaudadores’ aceptaron la misión firmando con un “Quedamos enterados y prometemos cumplir bien nuestro cometido”. Un total de 819 familias de ocho parroquias de Carral aportaron 4.585 pesetas, según la documentación de los archivos municipales divulgados ayer por la Comisión coruñesa Pola Recuperación da Memoria Histórica con ayuda de la asociación Cultura Aberta de Carral. Los documentos de este “impuesto revolucionario”, dice la comisión coruñesa, “justifica totalmente la devolución al patrimonio público” del Pazo de Meirás. Costó en total 1,2 millones de pesetas, según el informe de un teniente coronel franquista realizado en 1939. A los ayuntamientos de A Coruña también se les obligó a aportar como mínimo el 5% de su recaudación del impuesto de la contribución. En Oleiros, se conservan las pruebas de que aportó 9.000 pesetas de las arcas municipales.
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/05/10/galicia/1336674433_714461.html
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