jueves, 4 de octubre de 2012

España vuelve a olvidar a sus ‘niños de la guerra’

El Gobierno de España ha retirado la subvención que les ayudaba a sufragar una parte de los gastos del Centro Español en Moscú


 Homenaje a los niños de la guerra  Moscu (Foto Sandra Maldonado)





El Digital de Madrid, 30-09-2012

Desde 2010, el Gobierno de España ha retirado la subvención que les ayudaba a sufragar una parte de los gastos del Centro Español en Moscú el cual se ha convertido en un referente de la cultura española.
La mayoría de los ‘niños de la guerra’ llegaron a la antigua Unión Soviética en plena Guerra Civil española, enviados por el Gobierno de la República. Con diferente suerte partieron cerca de tres mil niños, de entre dos y quince años, en tres expediciones desde Valencia, el Principado de Asturias y el País Vasco con destino a Yalta (en Ucrania) y a Leningrado (San Petersburgo).
A pesar de que siempre se han sentido profundamente enraizados al país que les vio nacer, con el paso del tiempo muchos de ellos no volvieron por diferentes razones bien políticas, bien personales.
Este año, se cumplen 75 años desde su llegada a Rusia y el Centro Español lo celebra entre vítores y bailes, aderezados con expresiones de tristeza que se dejan entrever en cada uno de estos “niños”. Lo que ha sido para ellos su punto de referencia ahora corre un grave peligro debido a la pérdida total de la subvención que les corresponde como exiliados, a causa de la crisis que atraviesa España.
Mª Ángeles Ruiz, una asidua al Centro Español desde hace más de treinta años, confiesa que “hubiera sido mejor que no los hubieran ‘despachado’ de España”. Esta vasca de 78 años desembarcó con tres años y medio y mil quinientos niños más en el puerto de Leningrado. Asegura que la vida fue dura hasta donde alcanza su memoria. Ya durante el viaje en barco, su prima le contaba que la protegía escondiéndola y le daba de comer para subsistir.
Después de ser evacuada de la última “casa de niños” donde vivió hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, terminó sus estudios en el Instituto de Agricultura, en Moscú, y acabó como empleada en un comercio. Reconoce que su sueldo no era suficiente para poder vivir así que sobrellevó las penurias económicas a base de hacer manualidades que luego vendía.
La primera vez que Mª Ángeles pisó España para encontrarse de nuevo con su madre fue en el año 1967. Posteriormente, regresó cada año sorteando las mismas dificultades económicas que le habían hecho compañía a lo largo de su vida, y tras pasar complicados y tediosos trámites burocráticos. Reconoce que el cierre del Centro Español en Moscú sería como perder parte de sus vidas, además de un lugar de encuentro con “otros niños” donde juntos mantienen vivo el recuerdo.
La historia de Natividad Gómez, sin embargo, es bien distinta. A sus 83 años esta oriunda de Asturias nunca imaginó que aquel barco la llevaría a un destino sin retorno. Se despidió de su madre cuando tenía siete años con una sonrisa en los labios y la cándida idea de “pasar unas vacaciones temporales en un lugar mejor” pero, finalmente, se dio cuenta de que aquella situación no era transitoria y no le quedó otra alternativa que acostumbrarse a la vida en la URSS en donde trabajó con niños como enfermera.
Alrededor de doscientos jubilados, casi nonagenarios, están involucrados en este centro que hace de cordón umbilical con su tierra natal desde el año 1965 y en el que se reúnen cada semana cada compartir buenos ratos. Además, en él se imparten clases de español, se enseñan canciones típicas o, incluso, baile flamenco.
La Asociación Archivo Guerra y Exilio (AGE), de la cual Dolores Cabra es secretaria general, también ha participado en esta historia, desde que aterrizaron en Moscú hace ya quince años. Dolores recuerda el duro camino recorrido desde entonces, en el Congreso de los Diputados y en las diferentes comunidades autónomas, “para conseguir lo que les corresponde y mantener vivo un centro que es un referente de cultura, lengua y cultura viva de España”. La asociación AGE “demanda públicamente al Gobierno de España que siga concediendo la financiación necesaria y suficiente para que el Centro Español siga con vida”.
Actualmente, todos los esfuerzos realizados se han desvanecido y solo el lendakari vasco les ha conferido una ayuda de 10 000 euros. Sin embargo, no pierden la esperanza de que otras comunidades, como el Principado de Asturias, se sumen a esta donación y aporten también su grano de arena a los “niños de la guerra” y su legado en Moscú.
http://www.eldigitaldemadrid.es/articulo/general/19639/espana-vuelve-a-olvidar-a-sus-lsquo-ninos-de-la-guerra-rsquo

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