Investigadores,
 familiares y asociaciones de recuperación de la memoria histórica 
tratan de seguir adelante con la apertura de fosas pese al inmovilismo 
de la Justicia El Supremo ha delegado cuatro casos en juzgados de la 
región
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| Voluntarios y arqueólogos participan en la recuperación de restos de una fosa común en Llerena, en el año 2005.Foto:PREMHEX | 
AITOR FERNANDEZ 22/04/2012
A 
Alvaro López Ruiz lo ejecutaron hace 73 años, junto a cinco vecinos más 
de Valdecaballeros. Fue a su regreso del frente de la guerra, donde 
combatió del lado republicano. Ahora el Proyecto de Recuperación de la 
Memoria Histórica de Extremadura (Premhex), formado por científicos e 
investigadores y auspiciado por la universidad y las administraciones 
públicas de la región, espera acometer la excavación de la fosa donde 
presuntamente fueron depositados sus cuerpos, a ocho kilómetros de la 
localidad, en la finca La Cabezuela, ya en Castilblanco. Es una de las 
nueve prospecciones y exhumaciones previstas en la comunidad autónoma 
este año. Casi con toda seguridad en ninguna de ellas se personará un 
juez para investigar los hechos pese a que el Tribunal Supremo ratificó 
hace un mes que la competencia en esta materia es de los juzgados 
territoriales.
La 
participación de la Justicia en los procesos de apertura de fosas de 
víctimas de la Guerra Civil y el Franquismo ha sido nula en Extremadura.
 Se han realizado 22 exhumaciones en la última década, según los datos 
oficiales del Ministerio de Presidencia. La mayoría, acometidas por 
Premhex. “Nosotros ya ni se lo notificamos. Lo hacíamos al principio, 
pero los jueces no nos hacían ningún caso argumentando que todo esto 
había prescrito. Escuchaban hablar de la Guerra Civil y lo 
desestimaban”, explica Cayetano Ibarra, coordinador del proyecto 
regional.
Premhex
 tiene previsto realizar casi una decena de excavaciones y exhumaciones.
 Cuenta ya con financiación, a través de las ayudas del Ministerio de 
Presidencia, para acometer las de Puebla de Alcócer y Fregenal de la 
Sierra. También la tienen las de Valencia de Alcántara y Arroyo de San 
Serván, pero en estos casos el problema es que los propietarios de las 
fincas donde están las fosas no dan permiso para sacar los restos. Por 
contra, dinero es precisamente lo que falta para las de Feria y Zarza la
 Mayor. En Valdecaballeros, donde esta semana se han realizado sondeos 
sin que se han localizado los restos, los recursos económicos proceden 
de los fondos propios de Premhex. Sus investigadores también contemplan 
la posibilidad de realizar otra exhumación más en Feria y otra pendiente
 desde el año pasado en Cuacos. La Asociación para la Recuperación de la
 Memoria Histórica de Extremadura (Armhex) colabora para poder exhumar 
las fosas de Valencia de Alcántara y Arroyo de San Serván.
No ha
 habido jueces en las exhumaciones realizadas en Extremadura. Pero José 
Manuel Corbacho, abogado y portavoz de la asociación, explica que los 
juzgados de instrucción “deberían intervenir al menos para practicar 
unas mínimas diligencias, como se hace en caso de otros hallazgos de 
restos humanos”. Así lo estipula, según recuerda, la Ley de 
Enjuiciamiento Criminal. Sin embargo el argumento de la prescripción ha 
servido de excusa a la mayoría de los magistrados.
Con 
la aprobación en 2007 de la Ley sobre Memoria Histórica y la decisión 
del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón de declarase, en 2008,
 competente para investigar las desapariciones registradas durante la 
Guerra Civil y la dictadura pareció abrirse un nuevo horizonte en la 
implicación de la Justicia en este ámbito. Pero no ha sido así. Garzón 
terminó inhibiéndose en favor de los juzgados territoriales en la 
instrucción de diligencias en la apertura de una veintena de fosas 
comunes. Todas procedían de denuncias de familiares ante el propio 
magistrado. Entre ellas estaban, según Armhex, cuatro casos que fueron 
remitidos a los juzgados de Trujillo, Herrera del Duque, Mérida y Don 
Benito. Estas causas no han avanzado en los últimos tres años, mientras 
Garzón ha sido procesado –y absuelto– por presunta prevaricación al 
querer investigar estas desapariciones. Hace un mes el Supremo ratificó 
que los posibles delitos han prescrito, pero ratificó que la competencia
 sobre la apertura de fosas es de los tribunales territoriales. Los 
cuatro juzgados extremeños afectados no han facilitado a este diario 
información sobre la situación de los casos que les corresponden.
Pese 
al inmovilismo de los jueces, Premhex y Armhex seguirán adelante con sus
 trabajos. “Venimos realizando exhumaciones sin su colaboración desde 
2003 y ahora no vamos a dejar de hacerlo porque sigan sin interesarse”, 
explica Cayetano Ibarra. José Antonio Martín Pallín, magistrado retirado
 del Tribunal Supremo, ha instado a presentar querellas por 
prevaricación contra todos los jueces territoriales que no acudan a 
abrir diligencias en las exhumaciones de restos de víctimas de la Guerra
 Civil y la dictadura.
 
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