
7.5
La madre y sus
hijas encabezan esta columna de civiles que huyen de la victoria
franquista en Cataluña, ¿dónde estarán los varones de la familia?
Seguramente movilizados y en parecida o similar tesitura.
7.6
Extraordinario
documento gráfico a las puertas de la frontera: la familia Gracia, el
padre cargado de mantas y con la bandera republicana (1), y de la mano de su hija que perdió una pierna
en un bombardeo franquista, y detrás, el niño Amadeo Gracia, mutilado
también en el mismo bombardeo, de la mano de un paisano también
cojo. La madre de Amadeo había muerto en el mismo bombardeo que
mutiló a sus hijos, reventada por las bombas rebeldes. El padre,
física y moralmente destrozado, murió poco después en Francia.
Quizá, en algún lugar de España habría que levantar una lápida
que dijera: "A la memoria de la Familia de Amadeo Gracia, victima
inocente de la guerra. A su coraje."
7.7
Sobre la nevada
cuneta, las maletas, los enseres de los refugiados forman pabellón
para indicar hasta donde llegaron las fuerzas de los huidos. Un lugar
perdido del Pirineo, cerca de Francia, dónde ya no había República,
ni fuerzas que la defendieran ni auxilio para nadie. En el final del
recorrido, el final de una gesta, donde nada hacía falta ya pues todo
estaba perdido, y dónde tampoco había fuerzas para llevar nada que
no fuera el orgullo español y la dignidad republicana.
7.8
Soldados
republicanos ayudados de cuerdas atraviesan este difícil paso del
Pirineo mientras el valle neblinoso se ofrece a sus pies, salvador
pero inquietante.
7.9
Otra imagen
extraordinaria sin trampa ni cartón, mujeres cuyas figuras se
recortan contra la nieve se cruzan en el sinuoso camino hacia la
salvación. Arrastran sus bártulos como trineos, encorvadas por el
esfuerzo, queriendo salvar lo poco que les queda. Mujeres
republicanas, solas, heroicas, decididas. Quizá a la vuelta del
collado, arrumbaran sus pertenencias a un lado para poder seguir el
doloroso camino. Solas, sin hombres, republicanas...
7.10
Una interminable
cola de vehículos detenidos espera para cruzar la frontera, todavía
cerrada. A la vera de la carretera algunos han encendido fogatas para
preservarse del frío. En el camión en primer plano, los refugiados
se abrigan con mantas y miran al fotógrafo.
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