CONMEMORACIÓN DEL 81º ANIVERSARIO DE LA II REPÚBLICA
HOMENAJE A LOS 298 FUSILADOS EN 1936 DE PAMPLONA EN LA VUELTA DEL CASTILLO
Los familiares reivindican hoy la vigencia de valores de mayor justicia y democracia
La lluvia estuvo presente a lo largo de todo el acto. (Patxi Cascante) |
PAMPLONA. En Pamplona los fusilamientos de 1936 eran públicos para escarnio de la población; los soldados o milicianos que integraban los pelotones de ejecución eligieron la Vuelta del Castillo -junto al cuartel del Ejército- para acabar con los republicanos de la ciudad. Frente a los mismos muros de piedra, testigos de ejecuciones sin juicio ni condena, 76 años después, cerca de la Puerta del Socorro de la Ciudadela, ayer al mediodía se rindió homenaje a los 298 vecinos que murieron atados de manos. Y fue un acto también público, bajo un manto de lluvia frío como el recuerdo, el Canon de Pachelbel interpretado por el cuarteto de cuerda Nebari, y las voces de los hijos que ni olvidan ni perdonan el precio que pagaron sus padres y abuelos por defender los valores de la II República y la democracia.
Alrededor de medio millar de personas se concentraron frente al monumento erigido por el Ayuntamiento de Pamplona en homenaje a los fusilados en 1936 durante la Guerra Civil por defender la "libertad y la justicia social". El monolito lucía un mural de una paloma de la paz en cuyas alas están bordadas en oro los nombres de los 298 fusilados en Pamplona. Un acto en el que también se rindió tributo a los 14 presos que organizaron la fuga del Fuerte de San Cristóbal en 1938, ninguno navarro. A la cita, teñida por las banderas tricolores, acudieron representantes de PSN, IUN, EA, NaBai, Amaiur o la izquierda abertzale, si bien la mayoría eran anónimos ciudadanos y familiares de fusilados.
VALORES EN VIGOR El encuentro sirvió a su vez para reivindicar los valores de la II República como más "necesarios" que nunca a juicio de la asociación de familiares que reivindicó una "verdadera" justicia, a la vez que recordaron la vigencia de la monarquía, las relaciones Iglesia-Estado, o las reformas económicas y laborales como retrocesos en democracia. Olga Alcega, presidenta de la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra, destacaba que muchos de esos principios que impregnaron la constitución republicana "nos hacen falta": "Estamos perdiendo todo aquello que nos ha costado tantos años conseguir, y las nuevas generaciones no saben cómo adquirirlos de nuevo". Por otro lado, Alcega criticó ayer que el Tribunal Supremo haya "blindado la impunidad jurídica". La justicia, aseveró, "se ha quitado la careta de demócrata" y ha demostrado que "no es igual para todos" al inhabilitar al magistrado Garzón. Tras incidir en que "los crímenes del franquismo son crímenes contra la humanidad", aseguró que continuarán luchando con el comité de derechos humanos de Naciones Unidos y en la causa abierta en Argentina y en Estrasburgo". Asimismo, reclamarán por vía judicial la búsqueda de los restos de 53 fusilados en las Bardenas. También la asociación Pueblo de las Viudas de Sartaguda apeló ayer a una "justicia igual para todos", un país laico y unos "políticos más preocupados por trabajar por el bien de las personas".
"Yo creo que en los últimos años ha habido una revalorización de los valores republicanos y de desprestigio de la monarquía, y no precisamente porque el Rey se haya caído mientras cazaba elefantes...", observaba Koldo Pla, de la asociación navarra de fusilados.
Tras el levantamiento militar contra la II República en muchos pueblos del sur de Navarra se apresó a gente por defender cambios en la propiedad y una reforma agraria. En la capital, en cambio, la cruz negra era pertenecer a la izquierda republicana, a la UGT, al PSOE, al PC, destacó Mikel Otazu, de Txinparta, quien recordó cómo en los fusilamientos había "curas" testigos de las atrocidades de los "pistoleros", y aludía al libro de Galo Vierge Los culpables. "Todos sabemos que aquí se venía a ver las ejecuciones y luego se iban con sus mantillas a tomar chocolate con churros o a una procesión religiosa...", denunció Alcega. Los muertos aparecieron por campos, caminos y cementerios, pero solo en la Ribera se ha conseguido recuperar los cuerpos y dignficarlos. A día de hoy, la mayoría de los 3.452 navarros asesinados siguen desaparecidos.
"JUSTICIA Y DIGNIDAD" Goyo San Pedro tenía dos años años cuando un "paquete de uniformados" mató a su padre José -de 26 años- un 11 de julio de 1938. Ayer pidió "justicia y dignidad" porque los años y las enfermedades, dijo, van acabando con muchos de su generación no así no con su "memoria". No llegó a conocer a su padre y su madre, de 98 años, con la que pasó "hambre, humillación y desprecio", sigue "llorando" todavía su pérdida. También Ángel Uríorelató la muerte de su abuelo, natural de Obanos, el 31 de julio de 1936, cuando "tres fascistas fueron a buscarlo mientras segaba en Antxoriz y lo llevaron hasta un bosque en Lanz". Fue asesinado por crear la Casa del Pueblo y plantear una reforma agraria. 76 años después no han encontrado sus restos, lo que ha sumido en la frustración a esta familia que no desiste en su búsqueda. Jacqueline Urla, nieta de Amadeo Urla, edil pamplonés fusilado en las Bardenas, habló de "ideas, valores y personas" que la historia no destruye. En las cartas enviadas por su abuelo preso demostró que "no tuvo miedo". Misivas, cada vez más cortas, donde relató cómo la cárcel de Pamplona quedó "atestada". La noticia se la dio a su abuela un cura que "le dijo para reconfortarla que Amadeo estaba con Dios porque había presenciado su matanza".
http://www.noticiasdenavarra.com/2012/04/15/sociedad/navarra/revive-la-republica
Fuerte de San Cristóbal Memoria Histórica
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