Siguiendo lo estipulado en la Ley de Memoria Histórica, más de 200.000 descendientes de exiliados son ya españoles
Niños camino del exilio |
EFE
Madrid
27/12/2011
Después de tres años en los que más de 200.000 descendientes de exiliados durante la Guerra Civil y el franquismo han obtenido la nacionalidad española, hoy termina el plazo para esta petición que con concedía la Ley de Memora Histórica.
El período para que pudieran optar a la nacionalidad los hijos y nietos de quienes huyeron entre el 18 de julio de 1936 y el 31 de diciembre de 1955 se abrió el 27 de diciembre de 2008, un año después de que las Cortes aprobaran la Ley, con la oposición de los conservadores.
Hasta el 31 de agosto se había concedido la nacionalidad a 213.787 personas, de las 378.862 que la habían solicitado, según datos del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
La estimación es que en los últimos cuatro meses del año la cifra de nuevos nacionalizados pueda llegar a los 250.000 y que una vez que se complete el estudio de los expedientes que se presenten hasta hoy, se superen los 300.000, según fuentes del Gobierno.
La Ley de la Memoria Histórica establecía como beneficiarias a las personas cuyo padre o madre hubiese sido originariamente español y los nietos de quienes perdieron o tuvieron que renunciar a la nacionalidad debido al exilio.
Los países de Iberoamérica acaparan el 95% de las solicitudes De las 378.862 peticiones presentadas hasta final de agosto, unas 348.000 son de hijos de exiliados, un 92%, y más de 24.000 de nietos.
El resto -unas 6.000- son de descendientes de primer grado de exiliados nacidos en España que pudieron ya optar a la nacionalidad tras la reforma del Código Civil de 2002.
Ante el elevado número de solicitudes, el Gobierno acordó a comienzos de 2010 una prórroga hasta hoy para que las oficinas consulares tuvieran tiempo suficiente de tramitar los expedientes.
Los países de Iberoamérica acaparan el 95% de las solicitudes, en especial Cuba, Argentina, México y Venezuela.
En Cuba, 66.000 personas han recibido ya el pasaporte español y la previsión es que al final del proceso lo obtengan unos 180.000 -cerca del 1,7% de la población de la isla-, según los cálculos del Consulado de La Habana.
Para aspirar a la nacionalidad, los interesados han tenido que aportar algún justificante que acredite la condición de exiliado de su abuelo o abuela.
Desde la Asociación de Descendientes creen que "debería ser un proceso sin fecha límite" Son válidos los resguardos de haber recibido alguna prestación por exilio o el certificado de las oficinas de refugiados de Naciones Unidas o de los países de acogida que asistieron a los españoles y a sus familias que huyeron.
También se han aceptado informes expedidos por partidos políticos o sindicatos que cuenten con archivos de exiliados reconocidos por la autoridades españolas.
Los hijos de quienes hayan obtenido la nacionalidad a través de la Ley de Memoria Histórica pueden a su vez optar a ella, siempre que sean menores de 18 años.
La presidenta de la Asociación de Descendientes del Exilio, Ludivina García, ha valorado positivamente los derechos otorgados con la ley a los familiares de quienes se vieron obligados a renunciar a ella al huir de España. Pero ha considerado que "debería ser un proceso permanente, sin fecha límite".
También ha destacado que los "temores infundados" que había cuando se abrió el plazo de que podría haber 2,5 millones de nuevos españoles "se han demostrado falsos" y las cifras han sido mucho más reducidas.
Después de tres años en los que más de 200.000 descendientes de exiliados durante la Guerra Civil y el franquismo han obtenido la nacionalidad española, hoy termina el plazo para esta petición que con concedía la Ley de Memora Histórica.
El período para que pudieran optar a la nacionalidad los hijos y nietos de quienes huyeron entre el 18 de julio de 1936 y el 31 de diciembre de 1955 se abrió el 27 de diciembre de 2008, un año después de que las Cortes aprobaran la Ley, con la oposición de los conservadores.
Hasta el 31 de agosto se había concedido la nacionalidad a 213.787 personas, de las 378.862 que la habían solicitado, según datos del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
La estimación es que en los últimos cuatro meses del año la cifra de nuevos nacionalizados pueda llegar a los 250.000 y que una vez que se complete el estudio de los expedientes que se presenten hasta hoy, se superen los 300.000, según fuentes del Gobierno.
La Ley de la Memoria Histórica establecía como beneficiarias a las personas cuyo padre o madre hubiese sido originariamente español y los nietos de quienes perdieron o tuvieron que renunciar a la nacionalidad debido al exilio.
Los países de Iberoamérica acaparan el 95% de las solicitudes De las 378.862 peticiones presentadas hasta final de agosto, unas 348.000 son de hijos de exiliados, un 92%, y más de 24.000 de nietos.
El resto -unas 6.000- son de descendientes de primer grado de exiliados nacidos en España que pudieron ya optar a la nacionalidad tras la reforma del Código Civil de 2002.
Ante el elevado número de solicitudes, el Gobierno acordó a comienzos de 2010 una prórroga hasta hoy para que las oficinas consulares tuvieran tiempo suficiente de tramitar los expedientes.
Los países de Iberoamérica acaparan el 95% de las solicitudes, en especial Cuba, Argentina, México y Venezuela.
En Cuba, 66.000 personas han recibido ya el pasaporte español y la previsión es que al final del proceso lo obtengan unos 180.000 -cerca del 1,7% de la población de la isla-, según los cálculos del Consulado de La Habana.
Para aspirar a la nacionalidad, los interesados han tenido que aportar algún justificante que acredite la condición de exiliado de su abuelo o abuela.
Desde la Asociación de Descendientes creen que "debería ser un proceso sin fecha límite" Son válidos los resguardos de haber recibido alguna prestación por exilio o el certificado de las oficinas de refugiados de Naciones Unidas o de los países de acogida que asistieron a los españoles y a sus familias que huyeron.
También se han aceptado informes expedidos por partidos políticos o sindicatos que cuenten con archivos de exiliados reconocidos por la autoridades españolas.
Los hijos de quienes hayan obtenido la nacionalidad a través de la Ley de Memoria Histórica pueden a su vez optar a ella, siempre que sean menores de 18 años.
La presidenta de la Asociación de Descendientes del Exilio, Ludivina García, ha valorado positivamente los derechos otorgados con la ley a los familiares de quienes se vieron obligados a renunciar a ella al huir de España. Pero ha considerado que "debería ser un proceso permanente, sin fecha límite".
También ha destacado que los "temores infundados" que había cuando se abrió el plazo de que podría haber 2,5 millones de nuevos españoles "se han demostrado falsos" y las cifras han sido mucho más reducidas.
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