Ernesto Cruzado Catalán 2012
En la entrada anterior se esbozó la recepción que tuvieron los exiliados españoles a su llegada a Francia, principal lugar de destino de la mayoria de ellos. Para precisar algo más las condiciones en que fueron recibidos y tener una idea de los principales campos de internamiento, desarrollaremos esquemáticamente estas cuestiones.
En la entrada anterior se esbozó la recepción que tuvieron los exiliados españoles a su llegada a Francia, principal lugar de destino de la mayoria de ellos. Para precisar algo más las condiciones en que fueron recibidos y tener una idea de los principales campos de internamiento, desarrollaremos esquemáticamente estas cuestiones.
Campos de concentración franceses para españoles republicanos en Francia.
(imagen: http://todoslosrostros.blogspot.com/)
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Los campos de concentración franceses:
Los primeros refugiados que cruzaron la
frontera se encontraron con que no se había previsto ninguna medida por
las autoridades francesas para su acogimiento; lo único que se hizo fue
la vigilancia constante por las fuerzas de orden público formadas por
soldados coloniales marroquíes y senegaleses. Además la mayor parte de
los recién llegados lo hace en unas condiciones deplorables, aquejados
de diversas enfermedades como la disentería, sarampión, difteria y tos
ferina, así como numerosos heridos tanto militares como civiles. Por
consiguiente hubo que improvisar, los grupos más débiles, mujeres, niños
y ancianos se distribuyen por distintos departamentos franceses
alejados de la frontera, a excepción de la región parisina, mientras que
los heridos más graves eran evacuados a diversos hospitales. Los
hombres serán agrupados en zonas descampadas, rodeadas por alambradas y
qué, pomposamente, fueron llamados por los franceses “campos de acogida”
, y “campos de concentración” por los ocupantes, en unas condiciones
deplorables-
Recepción de una columna de refugiados en Boulou
(imagen: http://site.voila.fr/espana36/)
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La dureza de estas condiciones se
reflejan en todos los testimonios de los protagonistas, de los que a
modo simplemente ilustrativo citaré alguno de ellos:
Lluís Montgut
cuenta como el grupo del que formaba parte fue llevado a un terreno
baldío situado cerca de Prats-de Molló, tuvieron que dormir al raso en
una cuneta cubierta de ramas.
Antoine Miró,
fue conducido fuertemente escoltado a un prado que los gendarmes
cerraron con una cadena a su alrededor a la que colocaron un candado,
siendo además vigilados por un cordón de soldados senegaleses, fusil en
mano. Y todo ello con 10 centímetros de nieve, sin un lugar donde
guarecerse y nada para comer o beber.
Mariano Constante cuenta
la marcha forzada entre la estación de Caussade y el campo de
Septfonds, bajo la vigilancia de un regimiento de senegaleses: “Armados con fusil y con un corta-cuellos o machete, nos empujaban sin miramientos, dirigidos por jóvenes oficiales franceses.
Il fait très froid. Aucun abri, si ce n’est quelques branchages (Prats de Mollo)
(imagen: http://site.voila.fr/espana36/)
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Los campos franceses:
El primer “centro especial” para acoger refugiados se instala en Rieucros (Lozère),
cerca de Mende, por decreto de 21 de enero de 1939. Posteriormente,
entre marzo y abril de 1939 se crearon seis centros en las periferias de
los Pirineos Orientales para el internamiento de milicianos: en Bram (Aude) reservado a los ancianos; Agde (Hérault) y Riversaltes (Pirineos-Orientales) destinado a los catalanes; Sepfonds (Tarn-et-Garonne) y Le Vernet (Ariège) para los obreros y Gurs
(Basses Pyrénées). Estos dos últimos centros fueron los campos
franceses más importantes y funcionaron hasta 1944, encerrando y
exterminando a judíos, españoles, rumanos, gitanos y otros europeos
indeseados para los nazis y para una parte importante de los franceses.A
estos centros de internamiento se le sumaron otros como Argèles-sur-Mer, Saint-Cyprien (sumando ambos más de 180.000 internados), Prats-de-Molló y otros más pequeños como Noé y Barcarès (cerca de 150.000 refugiados).
Las condiciones que van a tener los
exiliados en los campos franceses ira evolucionando; en los primeros
tiempos, como ya he apuntado anteriormente, sufrieron unas situaciones
deplorables, agrupados en simples líneas de playa rodeadas por
alambradas y cstodiadas por los senegaleses, se encontraron rodeados de
miseria, fatigas, carencias alimentarias y condiciones higiénicas
precarias.
Posteriormente, estas
condiciones mejorarán al ser trasladados a los nuevos campos
construidos, que al menos tienen los servicios mínimos
indispensables. La actitud de las autoridades francesas hacia los
refugiados españoles irá cambiando a medida que éstos pasan de ser en
los primeros momentos una carga difícil de mantener a ser un potencial
de mano de obra barata y una reserva para el ejército.
La entrada de Francia en la guerra, el 3
de septiembre de 1939, empeorará definitivamente, la situación de los
refugiados españoles en este país al disponerse que fueran internados en
los campos todos los españoles que permanecían fuera de ellos.
Considero que tiene un gran valor el ver
una pequeña muestra de las impresiones de estos hechos, la marcha al
exilio y la vida en los campos, de los entonces niños que formaban parte
de estas colonias. Por ello, y como cierre de esta parte os dejo dos
dibujos por ellos realizados.
Este dibujo es la evacuacion de mi madre
mi hermano y yo cuando ibamos para santander. Y los cañones lanzaban
obuses que incendiaban el monte Arraiz. Luisa Rodriguez (niña), 11 años,
De Bilbao, Colonia infantil de Bayona (Francia).
[They Still Draw Pictures - orpheus.ucsd.edu]
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Este cuadro significa la vida nuestra en esta colonia. Pilar Luna = niña, 14 años, Colonia infantil de Bayona, Francia.
[They Still Draw Pictures - orpheus.ucsd.edu]
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En la próxima entrada veremos otros lugares que acogieron a grupos de exiliados españoles, Marruecos francés, Europa y América.
© Ernesto Cruzado Catalán
Hijo de republicano buscando en que campo eatuvo mi Padre, Jaime Mallorca Saumell.
ResponderEliminarvamos a mirar a ver si hay algún dato en el Archivo Naval de
EliminarCartaggna, y en caso que no lo encontremos, le pasaremos la información al periodista e investigador, Carlos Hernández, por si tuviera algún dato.