LA
ARMH INICIA LAS PROSPECCIONES ARQUEOLÓGICAS PARA LOCALIZAR UNA FOSA EN
SAN JUSTO DE LA VEGA / LA EXCAVACIÓN SUPONE CONTINUAR CON LAS LABORES
DEL PASADO AÑO
Imagen de los trabajos de recuperación de un represaliado. |
V. Silván 10 Agosto 2013
La
Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) iniciará
la próxima semana las prospecciones arqueológicas para localizar una
fosa con represaliados del franquismo en San Justo de la Vega (León) y
que supone la continuación de los trabajos ya iniciados el verano pasado
y que concluyeron con la localización de un enterramiento con una
decena de cuerpos, pertenecientes a víctimas de Valderas.
Según
explicó el vicepresidente de la ARMH, Marco González, esta nueva fosa
estaría localizada a unos 150 metros de la encontrada en 2012, que ya
han rastreado la zona con detector de metales y que la entrada de las
máquinas para hacer los sondeos permitirá saber su situación exacta para
a finales de mes realizar ya la excavación arqueológica y recuperar los
cuerpos.
“Hay que
realizar los sondeos y, una vez que aparezca el primer resto, la máquina
queda paralizada y le toca el turno a los arqueólogos”, señaló
González, que explicó que en la anterior exhumación en San Justo fueron
los propios vecinos quienes informaron a la asociación de la posible
existencia de otra fosa, ya que se habían localizado algunos restos
cuando se realizó la canalización del cableado de Telefónica.
Y es que
esta zona, en el monte de San Justo de la Vega y Estébanez de la
Calzada, podría estar “sembrada” de este tipo de enterramientos, algunos
ya desaparecidos por las obras de ampliación de la N-120 y la autopista
que une Astorga y León –les consta ya la destrucción de dos fosas, con
cinco y ocho hombres-. “Todo el mundo de esa zona lo conoce
perfectamente, sabe que desde el primer día del golpe de estado
empezaron a llevar hombres y mujeres a asesinarlos ahí”, afirmó
González.
En este
sentido, explicó que si la victima caía en el lado del monte de San
Justo era enterrada allí mismo, mientras que quienes eran asesinados en
la parte de Estébanez eran llevados al cementerio de esa localidad.
Así, la ARMH baraja varias ‘sacas’ de la cárcel de Astorga como las
posibles víctimas que estén enterradas en la fosa que ahora buscan y que
anticipa un arduo trabajo de investigación e identificación, una vez
concluya el trabajo de campo y las exhumaciones en sí.
Sin muchos datos
Desde la
asociación afrontan este nuevo trabajo “sin muchos datos”, lamentó
González, que reconoció que eso complica mucho la identificación. Al
tratarse de un monte donde se ejecutaron numerosos asesinatos
extrajudiciales, habrá que esperar a hallar la fosa y ver qué número de
represaliados hay enterrados en ella y así determinar cuáles son las
‘sacas’ que puedan corresponderse. “En cuanto sepamos lo que hay ahí
dentro podremos comparar con los datos a priori que tenemos”, añadió.
Así, una de
las primeras hipótesis es que pueda ser otro grupo de Valderas -como el
enterramiento de año pasado-, ya que de ese municipio fueron paseadas
entre 40 o 50 personas. “El listado es bastante grande”, lamentó el
vicepresidente, que también reconoce que en este monte también fueron
ejecutados un grupo de cuatro hombres de Benamariel, otro del Val de San
Lorenzo, además de otro par de grupos que fueron sacados de la cárcel
de Astorga y que era de esa localidad.
A esto se
une también la posibilidad de que en este monte estén enterrados siete
aviadores republicanos. “Es un poco lioso, es un trabajo más de
laboratorio que de campo, una vez aparezcan los cuerpos, se exhumarán y
se compararan con los datos que ya tenemos y haremos un contraste
genético con las familias”, aclaró González.
El archivo de Mansilla
Por otro
lado, el vicepresidente de la ARMH aseguró que han logrado hacer un
‘mapa de sacas’ pero que está incompleto y que su trabajo podría ser
“más exhaustivo” si tuvieran acceso a los archivos de la cárcel de
Mansilla de las Mulas. A este respecto, entiende que en esos meses tras
el golpe de estado tuvieron que registrarse todas las entradas y salidas
de las cárceles de los diferentes partidas judiciales, identificando a
esas personas que pasaron por ellas.
Esa
información les ha facilitado “muchísimo” el trabajo en las actuaciones
que han realizado, por ejemplo, en Burgos. “Es tan fácil como acceder a
esa información y saber que en determinada fecha fueron sacados de la
cárcel de Astorga siete personas, que son tal, tal y tal”, apuntó
González, que explicó que desde Mansilla de las Mulas le remiten a
instituciones penitenciarias que “no niegan la entrada pero te piden dar
un nombre”.
Así, ellos
lo que quieren es que un historiador pueda trabajar allí, “desgrane”
esos archivos y los pase a una base de datos. “Siempre que esa
documentación exista”, puntualizó, ya que reconoce que puede haber sido
destruida o no generada, aunque él descarta esta última opción porque al
tratarse de un centro público debería tener ese registro de las
personas que hubieran pasado por la cárcel.
Este será
uno de los pocos trabajos que realizarán este verano, ya que los
recortes y la falta de ayuda han limitado mucho sus posibilidades. Aún
así, en su laboratorio de Ponferrada estuvieron trabajando en la
identificación de los restos de cinco guerrilleros que fueron
localizados en 2011 y que el próximo 17 de agosto serán entregados al
ayuntamiento de Puebla de Don Rodrigo, de Ciudad Real, que los
custodiará en un nicho hasta que se pueda avanzar en la investigación y
determinar quiénes eran.
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