La 
masacre que se desarrolló en la ciudad de Badajoz, a partir del 14 de 
agosto de 1936, fue una de las primeras evidencias ante el mundo, de la 
política de exterminio del adversario, programado por los militares 
golpistas.
Es posible que Badajoz sea la ciudad española en que, en relación con su
 población, un mayor número de personas fueran asesinadas a consecuencia
 del golpe militar y de la masacre realizada tras su ocupación en agosto
 de 1936.
El cementerio de San Juan, y otros lugares de la ciudad, pertenecen a la
 historia silenciada y oculta de Badajoz. Allí fueron asesinadas muchas 
personas que pasaron luego a fosas comunes, muchos incinerados, abiertas
 en el interior de dicho cementerio, hechos de los que existe 
documentación gráfica, como son las imágenes captadas por el cámara 
periodista francés René Brut que dieron la vuelta al mundo. No hay 
Memoria sin lugares, ni lugares sin Memoria.
Uno de los estudios más exhaustivos y documentados sobre la matanza es 
el realizado por el historiador Francisco Espinosa, quien, en su libro 
"La columna de la muerte" (Editorial Crítica, 2003), documenta unos 
1.400 asesinatos registrados en los libros del cementerio y del Registro
 Civil, pero constata que las personas asesinadas podrían ser más de 
3.800, pues muchos nunca fueron registrados.
Como dice el citado historiador sobre la represión franquista: "Dos 
fueron los instrumentos de los que se sirvieron los golpistas para 
llevar a cabo el plan represivo: los bandos de guerra y los consejos de 
guerra sumarísimos de urgencia. Es sobradamente conocido el bando 
publicado por la Junta Militar el 28 de julio de 1936; sin embargo son 
totalmente desconocidos aquellos con los que se funcionó realmente a 
nivel local desde el primer momento. En la práctica los bandos de guerra
 pretendieron dar un barniz seudolegal a la gran matanza del 36. Luego 
miles de personas serían inscritas en los registros civiles con la causa
 de muerte: "Aplicación del Bando de Guerra". No obstante, lo que 
interesa destacar de esta etapa fue el altísimo número de personas que 
quedaron sin inscribir en el registro Personas de cuya muerte no ha 
quedado huella alguna: detenidas ilegalmente, asesinadas y enterradas 
por lo general en fosas anónimas abiertas en los cementerios, en el 
campo e incluso en fincas particulares. El mapa de las fosas comunes se 
superpone a la España donde triunfó el golpe militar y se aplicó de 
inmediato el calculado plan de exterminio que los sublevados tenían 
previsto desde el principio".
"Respecto a la represión franquista cabe establecer tres etapas. La 
primera, la de la represión salvaje con los bandos de guerra, comprende 
desde el 17 de julio del 36 a febrero de 1937. La segunda, la de los 
consejos de guerra sumarísimos de urgencia, va de marzo de 1937 a los 
primeros meses de 1945. Podría parecer que el final de la guerra marca 
una separación pero realmente es lo mismo; quizás la disminución del 
ritmo represivo iniciado en el 36 se perciba a partir de 1943. Y la 
tercera sería la gran oleada represiva de fines de los cuarenta y de los
 años cincuenta, marcada por la eliminación de docenas de guerrilleros y
 de cientos de personas acusadas de servirles de apoyo".
En la Portada del Diário de Lisboa del sábado 15 de agosto de 1936, el 
titular decía: "Badajoz ha sido entregada a los legionarios y regulares 
marroquíes.". "Escenas de horror y desolación en la ciudad conquistada 
por los rebeldes." La crónica la firma Mário Neves e incluye la 
entrevista con Juan Yagüe, donde le informa y no le desmiente que ya 
hubiera unos 2.000 fusilados.
Durante toda la jornada, se produjeron asesinatos por las calles de 
la ciudad, sobre todo a cargo de legionarios marroquiés. El mismo día 
14, Yagüe ordenó el confinamiento de todos los prisioneros -la mayoría 
civiles- en la plaza de toros.
Según artículos publicados por los corresponsales de Le Populaire, Le 
Temps, Le Figaro, Paris-Soir, Diário de Lisboa y Chicago Tribune se 
produjeron ejecuciones en masa en varios lugares de la ciudad, y las 
calles aparecían sembradas de cadáveres.
El 15 de agosto, el enviado de Le Temps, Jacques Berthet, enviaba su crónica:
"alrededor de mil doscientas personas han sido fusiladas (…) Hemos 
visto las aceras de la Comandancia Militar empapadas de sangre (…) Los 
arrestos y las ejecuciones en masa continúan en la Plaza de Toros. Las 
calles de la ciudad están acribilladas de balas, cubiertas de vidrios, 
de tejas y de cadáveres abandonados. Sólo en la calle de San Juan hay 
trescientos cuerpos (…)".
El 18 de agosto, Le Populaire publicaba:
«Elvas, 17 de agosto. Durante toda la tarde de ayer y toda la mañana 
de hoy continúan las ejecuciones en masa en Badajoz. Se estima que el 
número de personas ejecutadas sobrepasa ya los mil quinientos. Entre las
 víctimas excepcionales figuran varios oficiales que defendieron la 
ciudad contra la entrada de los rebeldes: el coronel Cantero, el 
comandante Alonso, el capitán Almendro, el teniente Vega y un cierto 
número de suboficiales y soldados. Al mismo tiempo, y por decenas, han 
sido fusilados los civiles cerca de las arenas».
El martes 18 de agosto, el Premio Nobel de Literatura francés François 
Mauriac, publicó en primera plana de Le Figaro un artículo sobre los 
sucesos de Badajoz que conmocionó a Europa. El 30 de agosto apareció en 
el Chicago Tribune el famoso artículo de Jay Allen (ver recuadro 
inferior), en el que narró con gran crudeza los terribles sucesos de la 
ciudad.
El periodista portugués Mário Neves fue uno de los testigos de primera 
mano de los sucesos de Badajoz, en las crónicas que remitió al Diário de
 Lisboa, algunas de las cuales fueron censuradas por el gobierno de 
António de Oliveira Salazar, claramente favorable al bando franquista. 
Neves regresó a Lisboa horrorizado por el espectáculo del que había sido
 testigo, y se juró no volver jamás a Badajoz, pero lo hizo en 1982, 
para recorrer los lugares donde presenció estos hechos en un documental 
para televisión, fragmento del cual puede verse en esta entrada.
Dentro de programado plan de exterminio del adversario politico, los 
golpistas que tomaron la ciudad, asesinaron a tres de los alcaldes que 
la ciudad había tenido. Salvo Sinforiano Madroñero, que tiene dedicada 
una calle, los otros dos, permanecen en el casi olvido más absoluto 
tanto institucional como de una parte de la ciudadanía pacense de hoy. 
Es curioso como actualmente en Badajoz, hay varias calles dedicadas a 
alcaldes y a presidentes de la Diputación, que lo fueron ilegítamente 
durante la dictadura franquista sin ser elegidos, y sin embargo ningún 
recuerdo, ni honor ha dedicado la Corporación municipal de Badajoz, para
 entre otros, a Eladio López Alegría, primer alcalde republicano y 
primero en la historia de la ciudad, elegido a raíz de unas elecciones 
democráticas y a Juan Antonio Rodríguez Machín. Vaya aquí un recuerdo y 
algunos datos de estos tres alcaldes de Badajoz  injustamente asesinados
 por la barbarie fascista, en aquel verano de 1936: 
F. Eladio López Alegría. Republicano. Concejal hasta el 14 de 
Agosto de 1936. Abogado, Fiscal y Corredor de Comercio, Secretario de la
 Cámara Urbana. Primer alcalde de la II República. Presidente de los 
Jurados Mixtos Agrarios. Presidente comisión para la reforma agraria en 
Badajoz. Fue asesinado el 16 de Septiembre de 1936, en las tapias del 
cementario.
Juan Antonio Rodríguez Machín. Republicano. (Acción Republicana).
 Tercer alcalde tras Rodrigo Almada. Concejal hasta el 14 de Agosto de 
1936. Fue asesinado el 20 de Agosto de 1936. Natural de Orellana la 
Vieja. Vecino de Badajoz. 53 años. Soltero.
Sinforiano Madroñero Madroñero. Socialista. Alcalde en dos 
etapas. Era el alcalde de la ciudad el 14 Agosto de 1936. Natural de 
Santi-Spiritu. Vecino de Badajoz. 34 años. Soltero. Fue asesinado el 20 
de Agosto de 1936, tras ser devuelto por las autoridades portuguesas 
tras su marcha al país vecino, donde sin respetar el Derecho 
internacional humanitario y de asilo, fue entregado sin procedimiento 
alguno y sin garantías jurídicas de clase alguna, por la policía 
política salazarista a elementos golpistas franquistas de Badajoz.
IN MEMORIAM. Para todos los asesinados y desaparecidos en 
Badajoz, en aquellos tristes días que sucedieron a aquel nefasto 14 de 
agosto. Verdad, justicia y reparación.







 
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