Un libro de texto de obligada lectura en las escuelas franquistas defendía las bondades de la dictadura
El Plural, 25/mayo/2012
Un libro de texto de obligada lectura en las escuelas franquistas
defendía las bondades de la dictadura: “Antes, España era un caos, una
anarquía. Hoy es un Estado ordenado, disciplinado y ejemplar”
Para la Real Academia de la Historia Franco fue sólo un “poco
autoritario” y punto. Nada de totalitario y mucho menos un dictador.
Pese al escándalo suscitado por el perfil revisionista que hizo de él el
historiador Luis Suárez -miembro de la Fundación Francisco Franco y la
hermandad del Valle de los Caídos-, ha reiterado que del Diccionario
Biográfico, pagado con los impuestos de los españoles, no se cambia ni
una coma.
Incluso el propio Franco parece aventajar en visión histórica a su
ilustre biógrafo al asegurar abiertamente en uno de libros de texto de
obligada lectura en las escuelas de la dictadura que su régimen es
totalitario. No sólo lo reconoce, sino que se enorgullece de ello.
Así quiero ser (El niño del nuevo Estado), editado en Burgos en 1940
por Hijos de Santiago Rodríguez y que puede descargarse aquí, incluye un
capítulo que no ha debido leer el señor Suárez en el que resume las
bondades del “Estado totalitario” y que reproducimos a continuación.
EL ESTADO TOTALITARIO
Si a los ciudadanos de un Estado de un Estado se les consiente que cada
uno piense en política como quiera y obre según piense, en lugar de un
pueblo organizado, tendremos un caos social.
Un carpintero podrá hacer una mesa como quiera; pero si ha de hacerla
bien, tendrá que someterse a una norma, a un criterio, a un conjunto de
principios y reglas propias de la buena artesanía. Y si se sale de
estas reglas hará la mesa, pero la hará mal.
Para ser buen ciudadano es preciso someterse a las normas que establece el Estado.
Un Estado es totalitario cuando en él sólo manda uno y cuando la
voluntad de todos los ciudadanos es una: entregarse a su servicio.
El ideal del Estado totalitario reside en que este no tenga necesidad
de imponer su autoridad por la fuerza, sino en que todos los ciudadanos
estén convencidos de que entregándose a su servicio contribuyen a la
unidad y armonía nacionales.
Tanto más perfecto es un Estado cuanto más identificados están los ciudadanos con el Jefe supremo y único que los conduce.
España es un Estado totalitario: un solo Jefe, un sólo mando, una
sola obediencia. Antes España era un caos, una anarquía. Hoy es un
Estado ordenado, disciplinado y ejemplar.
Mi voluntad es pequeña, insignificante pero unida a otra y otra, y a
otros millones como la mía, forman la voluntad de un pueblo que no
quiere divisiones, ni grupitos, ni oligarquías. Quiere un Estado
totalitario y fuerte.
Todos a servicio del Estado. Y luego el Estado al servicio de todos.
http://www.elplural.com/2012/05/25/senores-academicos-de-la-historia-%c2%a1hasta-franco-se-vanaglorio-de-su-perfecto-estado-totalitario/
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