lunes, 13 de enero de 2014

Lágrimas en la inaguración del panteón en la mayor fosa común de españa

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Lágrimas en la inauguración del panteón en la mayor fosa común de España
EFE – MÁLAGA – 11/01/2014 

La emoción a duras penas contenida y las lágrimas de los familiares han marcado hoy el acto de inauguración del panteón que recuerda a los fusilados en el mayor conjunto de fosas comunes de la Guerra Civil y el franquismo hallado en España, en el antiguo cementerio de San Rafael de Málaga.
El monumento es una pirámide de mármol de ocho metros de altura que contiene los restos de 2.880 cuerpos recuperados en las excavaciones desarrolladas en la zona durante tres años, y en cuya superficie se han grabado los nombres de las más de 4.400 víctimas que se han documentado en este periodo.
“Se puede morir por las ideas, pero nunca matar por ellas. La ciudad de Málaga en memoria de aquellos que perdieron su vida en defensa de la libertad y la democracia, cuyos restos reposan en este panteón y otros lugares”, reza el lema que corona la pirámide, que culmina once años de esfuerzos de la Asociación contra el Silencio y el Olvido y por la Recuperación de la Memoria Histórica.
Su presidente honorario, Francisco Espinosa, ha recordado testimonios aportados por familiares, como el del hombre que, después de ser confundido con su hermano, murió de un ataque al corazón cuando era conducido en furgoneta al lugar del fusilamiento.
Otro hombre, guardia civil, pidió en una carta a su esposa que le enviara su uniforme de gala para morir vestido con él, aunque no pudieron entregárselo, y otro, carabinero, volvió a Málaga con la promesa de que quienes no tuvieran las manos manchadas de sangre no serían condenados, pero también fue fusilado.
Dos hermanas de Antequera, Remedios, de 74 años, y Josefa, de 78, separadas en aquellos momentos por los acontecimientos, han podido conocerse hace pocos días y abrazarse, ha relatado Espinosa, que ha destacado que los familiares no tienen “odio, rencor ni deseo de revanchismo, sólo dolor y amor por los familiares ausentes”.
El consejero andaluz de Turismo y Comercio, Rafael Rodríguez, ha reclamado en su intervención un banco público de ADN para identificar al mayor número posible de víctimas y que “el poder judicial y el Estado asuman la doctrina internacional sobre crímenes contra la Humanidad y declaren el genocidio malagueño como crimen que no debe prescribir nunca”.
Por su parte, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre (PP), ha resaltado, entre gritos de protesta y silbidos de algunos asistentes, que “lo que ocurrió hace 78 años debe servir a todos para encontrar espacios de convivencia, diálogo y encuentro” y ha recordado que “hay una Constitución de la concordia en España”, que se consiguió “en una etapa difícil, la transición”.
Entre el público se encontraba el hispanista Ian Gibson, quien ha considerado “una obligación” estar en el acto, porque “lo conseguido en Málaga es un ejemplo para todo el país”.
“La mayoría de mis colegas hispanistas están en sus cátedras de Edimburgo o Australia, pero como yo vivo aquí y tengo la nacionalidad española, y tenía que venir”, ha dicho a los periodistas Gibson, que ha pedido “que España tenga una derecha moderada, razonable y dialogante, y el alcalde de Málaga da un buen ejemplo”.
A su juicio, “no se puede seguir con 130.000 muertos en las cunetas, porque un país no se puede permitir ese lujo”, y “si no se afronta el tema de las cunetas no podrá haber reconciliación”, porque “culpar a los que quieren eso de remover heridas es una calumnia atroz”.

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