viernes, 31 de enero de 2014

77 ANIVERSARIO DE LA MASACRE EN LA CARRETERA MÁLAGA-ALMERÍA 1937-2014

Mujere y niños huyendo de Málaga en dirección Almería
 31 Enero 2014
 
La masacre de la carretera Málaga-Almería fue un episodio de la Guerra Civil Española acaecido el 8 de febrero de 1937, tras la entrada en Málaga de las tropas franquistas, en el que la multitud de refugiados que abarrotaban la carretera en marcha hacia Almería, en la zona bajo control del Ejército Popular Republicano, fue atacada por mar y aire causando la muerte a varios miles de personas.
Antecedentes
Durante la II República, Málaga se había caracterizado por la fuerza del movimiento obrero, en especial de la CNT y del Partido Comunista de España, que en las elecciones de febrero de 1936 había conseguido el primer diputado de su historia por esta provincia: Cayetano Bolívar. Durante estos años se produjeron varios hechos violentos debidos a la polarización social, entre los que destaca la quema de conventos y la constante violencia política.
Tras el levantamiento militar del 18 de julio de 1936 contra la República, la ciudad de Málaga y gran parte de su provincia quedaron bajo control republicano debido a la acción de las milicias obreras que consiguieron sofocar el golpe. Durante los primeros meses de guerra, Málaga estuvo prácticamente aislada del resto del territorio de la República ya que la única vía terrestre que la enlazaba y que no estaba en poder de los sublevados era la carretera de Almería, la cual era vulnerable al bombardeo marítimo y dificultaba el envío de soldados y provisiones a la provincia. De hecho esta carretera se encontraba cortada a principios de 1937 por unas inundaciones acaecidas en Motril. Por ello las autoridades de Málaga actuaron en muchas ocasiones al margen de las decisiones del gobierno republicano.
Durante los primeros meses de la guerra, las milicias obreras habían cometido importantes desmanes como la destrucción del barrio de La Caleta, poblado por elementos de la burguesía malagueña, además de matar a 3.607 personas sin juicio previo.[cita requerida]
La Batalla de Málaga
El crucero Almirante Cervera, uno de los tres buques que cañonearon desde la costa a las columnas de milicianos y civiles que abandonaban la ciudad de Málaga, ocasionando cientos de muertos.
El 17 de enero de 1937 el general Queipo de Llano lanzó una primera ofensiva sobre la provincia de Málaga, ocupando Marbella por el oeste y, desde Granada, tomaron Alhama y los territorios cercanos. En estos dos ataques simultáneos apenas hubo resistencia por parte de los republicanos y provocaron un primer éxodo de civiles hacia la capital malagueña. Sin embargo, las autoridades republicanas no creyeron que estos movimientos iniciaran una campaña general en el sur y no fueron enviados refuerzos.
En el norte de la provincia, los camisas negras italianos reunieron a nueve batallones, es decir, unos 10.000 hombres. Por su parte, la República contaba en Málaga con 12.000 milicianos, pero tan solo 8.000 fusiles y pocas municiones y artillería.
El 3 de febrero comenzó el ataque definitivo contra Málaga desde Ronda, encontrando los franquistas una fuerte resistencia. En Málaga cundió el pánico entre los defensores y los civiles por el miedo a quedar aislados. El 6 de febrero los italianos tomaron las cumbres de Ventas de Zafarraya, desde donde dominaban cualquier posible retirada por la carretera de Almería. Ese mismo día se ordenaba la evacuación de Málaga y, al día siguiente, las tropas italianas entraban en los suburbios. El día 8 toda la capital estaba en poder del Ejército sublevado.
El éxodo hacia Almería
Ante los primeros movimientos franquistas hacia Málaga, en la capital cundió el pánico ante la represión, por lo que muchos civiles y milicianos optaron por huir por la carretera de Almería. Ésta no había sido cortada, si bien estaba a merced de los bombardeos desde tierra, mar y aire.1
Se calcula que fueron decenas de miles los que intentaron huir, aunque el camino era extremadamente difícil tanto por los bombardeos como por el hecho de que la carretera se encontraba en pésimas condiciones a la altura de Motril.
Participaron en el bombardeo, además de la fuerza aérea franquista, los buques Canarias, Baleares y Almirante Cervera, así como los tanques y la artillería rebeldes. La escuadrilla aérea España, fiel a la República, trató de defender a los huidos con poco éxito. La mayoría de pueblos en el camino hacia Almería no ayudaron a los fugitivos ante el miedo a las represalias posteriores por parte de los sublevados, que continuaban avanzando. Sin embargo este mismo miedo hizo también abandonar sus casas a muchos de los vecinos de estos pueblos situados en la costa malagueña; tal es el caso de Lagos, en el término municipal de Vélez-Málaga, un conjunto de casas frente al mar donde algunos supervivientes ubican los primeros bombardeos de barcos y aviación contra la población inocente que huía por la carretera. Asimismo, el 8 de febrero también tuvo lugar un desembarco en Torre del Mar con la intención de cortar la retirada de los huidos.2
Durante este suceso, se produjo la intervención del doctor Norman Bethune, que se desplazó expresamente desde Valencia hacia Málaga con su unidad de transfusión de sangre para socorrer a la población civil que estaba siendo masacrada. Durante tres días él y sus ayudantes Hazen Sise y Thomas Worsley socorrieron a los heridos y ayudaron en el traslado de refugiados hacia la capital almeriense.3 Esta traumática experiencia le llevaría a escribir el relato El crimen de la carretera Málaga-Almería.

No hay comentarios:

Publicar un comentario