Jesús Maraña |
Público, 31 mayo 2011
Según el nuevo Diccionario Biográfico Español editado por la Real Academia de la Historia, Francisco Franco “montó un régimen autoritario, pero no totalitario” y participó en un “pronunciamiento militar fallido” que “desembocó” en una Guerra Civil (surgida como por esporas) tras el “desmoronamiento de la legalidad republicana”. Así que Franco no fue un golpista ni el franquismo un sistema “dictatorial”; tal calificativo prefiere reservarlo la Academia para el Gobierno republicano presidido por Juan Negrín. Estos son algunos de los disparates que ofenden al rigor histórico desvelados por este diario en los últimos días, tras acceder a 25 de los 50 tomos que constituyen una obra monumental encargada por José María Aznar en 1998 y cuya elaboración ha costado más de seis millones de euros al erario público. No es baladí el dato de que el coste del Diccionario Biográfico sale del bolsillo de los contribuyentes. Si hubiera sido sufragado por la Fundación Francisco Franco, parecería lógico que el perfil del dictador fuera encargado al historiador que preside la Hermandad del Valle de los Caídos; si el mecenas fuera el PP, se entendería que los textos sobre Aznar o Esperanza Aguirre fueran escritos por un alto cargo de sus gobiernos. Como el pagano de esta obra es el Estado, ya tarda el Ministerio de Educación (de quien dependen las Academias) en exigir responsabilidades y corregir los insultos perpetrados contra la historia y la memoria de los españoles.
http://blogs.publico.es/buzondevoz/646/historia-y-propaganda/
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