domingo, 22 de enero de 2017

LA CÁRCEL NO SE VENDE

Ante la posible venta de la antigua Cárcel de San Antón, la Asociación Memoria Histórica de Cartagena no puede quedarse de brazos cruzados, no puede callar ante la intención de que pase a manos privadas la propiedad de este testimonio de nuestra historia que es patrimonio de todos los cartageneros y cartageneras- Es por este motivo que forma parte de la plataforma “La cárcel no se vende”, porque no puede permanecer impasible ante la posibilidad de este expolio al pueblo cartagenero.



Cuando hace casi dos años se dirigió nuestra asociación, tanto a los grupos de la Asamblea Regional como a la alcaldía y vicealcaldía de Cartagena para plantear sus reivindicaciones, dedicó un apartado de ellas al tema de la antigua prisión de San Antón, basándose en la premisa de que las cárceles son espacios de la Memoria y  planteando la necesidad del fomento de la Memoria Democrática a través de la rehabilitación y acondicionamiento de un espacio de la memoria dentro de ella.
En la antigua cárcel de San Antón hubo presos por motivos políticos, ideológicos o de creencia religiosa, tanto durante la Guerra Civil como durante la Dictadura.
Esta Prisión fue obra de don Vicente Agustí Elguero, arquitecto de la Dirección General de Prisiones. De gran valor arquitectónico, era una de las más pequeñas de España, considerada como la más segura del país, y funcionó desde 1936, tanto para presos comunes como políticos y tras la guerra estuvo abarrotada de presos políticos, convirtiéndose en 2002 en centro de acogida para presos de 3er. Grado, hasta 2010.


Desde entonces se encuentra en total abandono, y en venta por el SEPI (Sociedad Estatal de Estructuras Penitenciarias), a pesar de la orden del Ministerio del Interior, de julio de 2010 por la que se había de convertir en Centro de Inserción Social de Cartagena. Dependió de la cárcel de Santomera, que la cedió al CIS Guillermo Miranda, y aunque estaba previsto un uso alternativo, (sucursal administrativa de ese CIS y escuela taller) no se llegó a llevar a cabo el proyecto.
Aún después de tiempo de estar en desudo, se le dio ocasionalmente un uso alternativo, y así, el Manifesta 8 tuvo su edificio como sede.


En oposición a lo ocurrido con la prisión provincial, el Ayuntamiento de Cartagena se desentendió totalmente de ésta, por no ser edificio de propiedad municipal.
Año tras año, el edificio se ha ido deteriorando, sin que nadie haga nada por remediarlo, a pesar de su valor histórico.
Desde la Asociación Memoria Histórica de Cartagena pensamos, y así lo hicimos patente tanto ante la cámara legislativa regional como el alcalde y la vicealcaldesa de nuestra ciudad, que las administraciones públicas, lejos de desentenderse de este edificio, debían aunar sus esfuerzos para su recuperación y rehabilitación.
En el programa del PSOE en las últimas elecciones municipales, figuraba la rehabilitación de la Cárcel de San Antón, pero no hemos visto por parte de su grupo municipal la mínima intención de llegar al cumplimiento de esta promesa. Desde nuestra asociación propusimos como ejemplo, salvando las distancias, la rehabilitación de la Escuela de Mecánica de la Armada en Argentina, mediante la creación  de un ente público denominado "Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos", como caso más paradigmático al que referirnos.


Nuestra propuesta es que la antigua prisión de Cartagena se rehabilite con fines sociales o culturales, reservando en ella un espacio permanente dedicado a la Memoria; punto fijo de encuentro entre investigadores, represaliados y sus familiares, asociaciones de la sociedad civil y/o cualquier persona interesada en informarse sobre los acontecimientos que tuvieron lugar en dicha  cárcel durante la Guerra Civil y la Dictadura.
Dicho "espacio de la memoria"  quedaría integrado y sería compatible con el uso social o cultural de este edificio. Si bien entendemos que, para que dicho espacio cumpla su función, ha de situarse en zonas accesibles y visibles para cualquier ciudadano (como por ejemplo: fachada exterior o zona ajardinada).
Basamos nuestra solicitud atendiendo al espíritu de la LEY 52/2007, también conocida como Ley de la Memoria Histórica.
No es admisible que, a día de hoy, conozcamos la lista (con nombres y apellidos) de murcianos deportados a campos de concentración nazis, mientras que desconocemos a los represaliados en nuestra propia tierra durante la Guerra Civil y la Dictadura. Ambos grupos se merecen un reconocimiento público para lo que la Ley les ampara y al que las administraciones públicas, recordemos, han de dar cumplimiento.

Nuestra petición cayó en saco roto. Nada se ha hecho por conservar y rehabilitar este emblemático edificio. La antigua cárcel situada en el barrio de San Antón está en peligro de desaparición- Este edificio de titularidad pública que tan beneficioso sería para el uso y disfrute de la ciudadanía cartagenera puede ser vendido a una empresa privada ante la impasibilidad de nuestro ayuntamiento.


Ante esto, distintos colectivos y asociaciones, entre ellas, la nuestra, se han agrupado y organizado en la llamada “PLATAFORMA LA CÁRCEL NO SE VENDE” para defender que este edificio de titularidad pública no pase a manos privadas, sino que revierta en beneficio de nuestro municipio y toda su ciudadanía.



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