Los familiares luchan por sacar sus restos del monumento del dictador
Vista de Cuelgamuros, donde el franquismo edificó el controvertido Valle de los Caídos. TVC |
SONIA GARCÍA GARCÍA
BARCELONA 13 Marzo 2013
A finales de los años 50, las carreteras
de España se llenaron de camiones que circulaban cargados con unas cajas
misteriosas. El destino era Cuelgamuros, un paraje a 60 kilómetros de
Madrid, y la tétrica carga estaba compuesta por los restos de miles de
soldados y civiles víctimas de la guerra civil española. Este es el
punto de partida del documental Avi, et trauré d’aquí!, producción de Montserrat Armengou y Ricard Belis que hoy estrena el programa de Televisió de Catalunya Sense ficció.
«Los cuerpos
se llevaron sin el conocimiento ni el consentimiento de sus
familiares», explica Armengou (galardonada, junto con Belis, con el
Premi Nacional de Periodisme del 2002 por el trabajo de investigación Els nens perduts del franquisme).
Y esta paradoja es en la que incide la periodista: «que muchos
republicanos hayan ido a dar con sus huesos, y nunca mejor dicho, a un
lugar construido por Franco».
«Avi, et trauré d’aquí! aborda
la lucha de los hijos y de los nietos por recuperar el cuerpo de sus
deudos», explica Armengou. Este es el caso de Joan Pinyol, nieto de un
republicano que fue exhumado y trasladado «al monumento a un dictador».
Durante años, la familia le estuvo llevando flores al cementerio de
Lleida, pero gracias a una investigación de la historiadora Queralt Solé
supo que «el abuelo estaba enterrado junto a su verdugo».
EL TESTIMONIO DE GARZÓN // La periodista remarca que Avi, et trauré d’aquí! es
una investigación histórica, pero que refleja muy bien el presente y el
futuro, «porque todo ese dolor, ese sufrimiento con los deudos, no se
ha reparado». Y añade que las víctimas están en situación de desamparo,
ya que España es un país donde no ha habido políticas institucionales de
recuperación de la memoria. «Y muchas veces la reparación que pueden
tener las víctimas les viene de una cosa tan simple como aparecer en un
documental que se haga eco de lo que pasó», añade.
Armengou y
Belis entrevistaron a afectados, políticos y expertos, como
el ex-juez Baltazar Garzón, cuya orden de exhumación de las tumbas,
según los autores, «fue un elemento definitivo para que su caso
terminara donde terminó». En el documental, Garzón afirma que tocar el
Valle de los Caídos, y exigir que se abrieran las urnas para que los
familiares pudieran tener acceso «despertó todas las alarmas y se
produjo un toque a arrebato importante».
En la
presentación del documental, al que asistieron algunos de los
protagonistas, la historiadora Queralt Solé y Tàrio Rubio -el único
trabajador del cementerio por aquellos años-, sus autores explicaron que
hubo también autoridades que se negaron a hablar. Por último, la
producción plantea si se debe dejar el mausoleo tal y como fue concebido
o si debe convertirse en un memorial para las víctimas.
El trabajo
recupera material inédito de personas que, a finales de la década de los
70, exhumaron, por su cuenta y riesgo, a sus familiares. Los reporteros
agradecieron a Televisió de Catalunya ser la única cadena que ha hecho
una apuesta fuerte y decidida por la recuperación de la memoria
histórica «de manera continuada».
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