Los cambios políticos no van a influir en la Academia y su Diccionario biográfico
Cristina Calandre. Tiempo de Historia, 04-07-2011
Por Cristina Calandre Hoenigsfeld
En el discurso de presentación del Diccionario Biográfico español el
26 de mayo del 2011 por el director de la Real Academia de la histórica,
Gonzalo Anes, se dice textualmente:
“…. En el día de hoy, la Academia quiere agradecer expresamente, bajo
la presidencia de Vuestras Majestades, la generosidad de todos nuestros
Protectores, reunidos aquí para celebrar la culminación del
Diccionario, y que estén editados los 25 tomos… Gracias al altruismo y
la generosidad de nuestros protectores puede la Academia desarrollar sus
actividades… Es de justicia que los nombre en este acto…. Son don
Isidoro Álvarez, presidente de la Fundación Ramón Areces; don Francisco
Gónzalez, presidente de la Fundación Banco de Bilbao Vizcaya Argentaria;
don Rodrigo Rato Figaredo, presidente de la Fundación Caja Madrid; don
César Alierta, presidente de la Fundación Telefónica; doña María del
Pino Calvo Sotelo, presidenta de la Fundación Rafael del Pino; don José
Manuel Martínez, presidente de la Fundación Mafre; don Fernando Ruiz,
presidente de Deloitte; don Ignacio Sánchez, presidente de Iberdrola;
don Ignacio Garralda, presidente de la Fundación Investigación Médica
Mutua Madrileña; doña Esther Koplowitz, accionista mayoritaria de
Fomento de Contrucciones y Contratas; don Emilio Botín, presidente de la
Fundación Marcelino Botín, y el recientemente incorporado protector el
marqués de Villar Mir…. Con el Diccionario Biográfico, la Academia ha
conseguido intensificar la acción vertebradora de España… El Alto
Patronazgo de Vuestra Majestad, vínculo institucional con la Corona que
tuvo la Academia desde sus orígenes, reconocido en la Constitución que
nos rige, .asegura nuestra independencia ante los cambios políticos, lo
que nos permite mantener nuestra objetividad y desarrollar más y más la
acción vertebradora que tan positiva es y será en el futuro para todos
los españoles”.
Por supuesto que los cambios políticos no van a influir en la
Academia y su Diccionario biográfico, pues son las elites del poder la
que la controlan, herederos de medio siglo de despotismo franquista y de
una transición política que excluyó a los críticos del sistema, para
reacomodar, bajo la nueva cobertura democrática, a estas elites que
siguen tomando las grandes decisiones y favoreciendo los grandes
negocios de espaldas a la mayoría.
Podemos observar la presencia entre dichos “protectores “ a las
grandes constructoras como FCC(en la que tiene un alto cargo el propio
Gonzalo Anes ) y Ferrovial (Fundación Del Pino ), vinculados al negocio
inmobiliario , cuya conexión con los grupos de poder económico
imperantes durante el franquismo es evidente. Si nos fijamos en la
composición de sus principales accionistas, se observa que hay mucho
viejo capitalismo en las nuevas empresas del sector, como resultado de
sus buenas conexiones políticas. El peso actual económico político de
esta oligarquía inmobiliario-constructiva fue la gran beneficiada del
desmantelamiento industrial y agrario que se produjo tras la adhesión de
España a la UE, que en base al negocio de la recalificación y
construcción de suelos e infraestructuras se mantuvo hasta hoy en día en
manos de las elites políticas y empresariales autóctonas.
Según nos dice el economista José Manuel Naredo, “…las mutaciones
observadas en la relación entre economía y poder hacen que en España ,
más que hablar de neoliberalismo habría que hablar de neofeudalismo, o
neocaciquismo, que utilizan en beneficio propio los instrumentos del
Estado provocando una polarización social…”.
Junto a las grandes constructoras, vemos entre los “protectores” a
los grandes bancos y cajas de ahorro. Así aparece el todopoderoso Botín,
que incluso ha financiado directamente el Diccionario Biográfico, y a
Rodrigo Rato, persona clave en el mundo de las finanzas globalizadas, en
donde llegó a tener el puesto durante cuatro años de director gerente
del FMI (2004-2007).
.Tras ser sustituida la peseta por el euro, la economía española
dispuso de una liquidez barata y abundante que hizo repuntar la
cotización de los activos bursátiles e inmobiliarios dando lugar a una
inmensa burbuja inmobiliaria, en donde estos bancos y Cajas tuvieron
protagonismo indiscutible. El dinero disponible a invertir en ladrillos y
cemento, fue además apoyado por otros fondos estatales y europeas
plasmados en potentes infraestructuras, que en vez de “vertebrar el
territorio”, han contribuido a acentuar sus desequilibrios.
La acción vertebradora de España de la que habla Gonzalo Anes en su
discurso, no ha sido en beneficio del pueblo español, sino de los
“protectores” de esa Academia que representa evidentemente a esa
oligarquía financiera “coronada” por la Monarquía.
Estoy completamente segura de que en la entrada de dicho Diccionario
Biográfico a la figura de mi abuelo el Dr Luís Calandre Ibáñez no pone
que fue el delegado de la Junta para Ampliación de Estudios (JAE) al
final de la guerra civil española, cuestión que ya la Academia resolvió
en el libro publicado en el año 2008 y coordinado por la académica y
catedrática Josefina Gómez Mendoza (La Junta para Ampliación de Estudios
y los académicos de la Historia), en donde se acepta la legalidad de un
decreto franquista, emitido por el gobierno ilegal de Burgos el 19 de
mayo de 1938, y por ello se legaliza dicho régimen, que está ligado al
estatus jurídico-legal del franquismo.
Como consecuencia, la actual Constitución de 1978 no es homologable
en términos de democracia liberal debido entre otras cosas a las
condiciones en que se redacto y aprobó dicha constitución. Su falso
carácter democrático guarda relación con lo que ha pasado con el
estatuto de Cataluña.
En el caso de que dicho diccionario reconociera que la JAE funcionó
hasta el final de la guerra civil, se iría al traste toda su
argumentación a favor de dicha Constitución y la modélica Transición, y
su “vertebración” de España.
Es muy sintomático que en la “revisión” de dicho Diccionario por una
comisión que ha propuesto la propia Academia, esté como historiador
independiente Juan Pablo Fusi, catedrático de Historia de la Universidad
Complutense, que dirigió la magnífica tesis de Álvaro Ribagorda leida
en el años 2010 La Residencia de Estudiantes: pedagogía, cultura y
proyecto social (1910-1939), en donde se suscribe el nombramiento como
subdelegado de la JAE del Dr Calandre (incluso poniendo el sello
oficial), y como consecuencia se da por ilegal el decreto franquista que
pretendía disolverla, y con ello (según mi opinión) la legislación
franquista sobre la que están basadas la Constitución de 1978 y la
monarquía parlamentaria.
Si fuera consecuente Juan Pablo Fusi tendría que introducir dicha
modificación en el Diccionario, con las importantes consecuencias que
ello conllevaría.
Veo muy difícil que tanto desde el Congreso de los Diputados como
desde el Senado se puedan modificar entradas de dicho Diccionario como
la anteriormente señalada sobre la JAE, teniendo a esos “protectores”
como mecenas de dicha obra, ya que son los grandes beneficiados de que
España siga siendo “una, grande y libre” bajo el paraguas de dicha
monarquía, que tan buenos resultados les ha traído, en detrimento del
“interés general”, dando como consecuencia un paro del 20% y una
destrucción ecológica de grandes dimensiones en nuestro territorio.
Desde que la Junta para Ampliación de Estudios, la gran institución
científica de la Institución Libre de Enseñanza, fuera destruida por el
Opus Dei en 1939, por republicana y laica, y “okupada” por el CSIC,
España no ha levantado cabeza en cuanto a la ciencia y el modelo
económico del ladrillo, a que dio lugar.
Las primeras décadas del CSIC, organismo de investigación y ciencia
creado para el franquismo, configuraron dicho modelo, a través, por
ejemplo, de la investigación aplicada y tecnológica, en detrimento de la
investigación pura que venía desarrollando la JAE con grandes
científicos.
No es de extrañar que al día de hoy, en el campus del CSIC, calle
Serrano de Madrid, todavía esté el busto del creador del CSIC, el
sacerdote del Opus Dei José María Albareda, y dentro del la Iglesia del
Espíritu Santo que se encuentra en dicho campus, la estatua de Monseñor
Escrivá de Balaguer, creador de dicha secta, a la que sin duda
pertenecen no solo el académico Luis Suárez, que ha escrito las
biografías de Franco y Escrivá de Balaguer en el Diccionario, sino
muchos de sus “protectores”.
Cristina Calandre Hoenigsfeld
4 de julio del 2011.
http://www.tiempodehistoria.com/modules.php?name=News&file=article&sid=1902
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