Memoria Histórica de Burgos inicia una campaña de mecenazgo con la que pretende conseguir 14.000 euros
Un
equipo científico, con Montero, Etxeberría y Fernández de Mata,
comenzará a excavar en las fosas del Monte de Estépar a partir del 21 de
julio
Al menos 300 civiles fueron asesinados y enterrados en la
zona entre agosto y octubre de 1936. Se trata del principal lugar de
exterminio de la provincia
Fosa común recuperada en Covanera, por la Coordinadora. BC |
| 15/06/2014
Las dificultades económicas propias de
estos tiempos pero, fundamentalmente, la falta de ayudas institucionales
han llevado a la Coordinadora por la Recuperación de la Memoria
Histórica de Burgos a iniciar una campaña de ‘crowdfunding’ o mecenazago,
con la que recaudar los fondos necesarios para poner en marcha una
nueva excavación en busca de las víctimas de la Guerra Civil. La
actuación, para la que se requiere de como mínimo 14.000 euros, se llevará a cabo en los Montes de Estépar, el principal lugar de “exterminio” durante los primeros meses de la contienda, con alrededor de 300 civiles ejecutados.
Un equipo científico
interdisciplinar, formado por arqueólogos, antropólogos forenses,
antropólogos sociales e historiadores, comenzará a trabajar el próximo
21 de julio. Se dedicarán principalmente a la apertura de las
diferentes fosas allí registradas y a la exhumación de los cadáveres que
puedan encontrar, documentando todo el proceso.
Posteriormente, se procederá a la identificación de los restos óseos,
que tras los preceptivos análisis atropológicos, serán entregados a sus
familiares, para que puedan darle una “sepultura digna”.
Desde la Coodinadora para la Recuperación
de la Memoria Histórica de Burgos, insiste en la necesidad de llevar a
cabo este tipo de iniciativas, cuyo objetivo es “cerrar las heridas que
todavía hoy permanecen abiertas en muchos descendientes y, al mismo
tiempo, devolver la dignidad a quienes fueron impunemente asesinados y
su memoria silenciada”. Se trata de poner fin a un duelo de más
de 80 años, de que los familiares de aquellos que fueron asesinado
durante la Guerra Civil Española puedan recuperar sus restos y
enterrarlos en un cementerio, si así lo desean, a fin de que pueden honrarles como se merecen.
Lugar del horror
La documentación histórica que manejan
desde la Coordinadora, combinada con toda la información procedente de
fuentes orales (testigos directos o indirectos de los hechos), les
permite asegurar que en el Monte de Estépar habrían sido asesinadas
alrededor de 300 personas, enterradas posteriormente en diferentes fosas
comunes. Los hechos se habrían producido entre principios de actos y mediados de octubre de 1936, recién iniciada la contienda. Las
víctimas fueron, en muchos casos, miembros de partidos políticos u
organizaciones sindicales afines a la Izquierda, pero también
jornaleros, funcionarios, maestros, comerciantes o todo tipo de
trabajadores simpatizantes de la República.
Todos civiles procedentes, no sólo de
Burgos, sino también de otros puntos de la geografía española. En la
mayor parte de los casos, los asesinados habían sido detenidos
ilegalmente durante los primeros días de la guerra y encarcelados en
Prisión Central de Burgos, aunque también hubo “paseos” en las
localidades próximas a Estépar. Como fue habitual en este tipo
de procesos, al os presos se les sacaba bajo pretexto de puesta en
libertad, para ser entregados a piquetes falangistas y miembros de la
Guardia Civil, que los trasladaban al Monte de Estépar y procedían a su
ejecución. De ahí que se considere que este paraje es el principal lugar
de “exterminio” en la provincia.
Cuando dentro de un mes comiencen las
excavaciones será el momento de saber qué es lo que realmente se va a
poder recuperar, dado que la zona ha sufrido diferente agresiones
durante las últimas décadas, que habrían podido llevarse por delante un
número importante de los restos enterrados. Primero, en el Monte
de Estépar se instaló una cantera de grava, que pasó a convertirse en
un vertedero ilegal de basuras, escombros y residuos orgánicos,
según al Coordinadora. Ahora, se llevan a cabo las obras del Tren de
Alta Velocidad (AVE) entre Venta de Baños-Burgos, que si bien no afecta
directamente a la zona de excavación, sí que lo hacen indirectamente,
como lugar de acumulación de tierra.
A esto hay que sumarle los cambios que
estas y otro tipo de intervenciones han provocado en el paisaje, lo que
dificulta aún más la identificación de los lugares exactos en los que se
encuentran las fosas, localizadas a partir del recuerdo de testigos de
los sucesos. Aún sí, la Coordinadora está convencida de que podrán
recuperar restos importantes, puesto que en los trabajos previos
realizados en años anteriores, fundamentalmente con prospecciones
geo-físicas con geo-radar y sondeos arqueológicos, se ha podido
comprobar la existencia de las fosas con restos humanos en su interior.
Crowdfunding
Desde la Coordinadora para la Recuperación de la Memoria Histórica de Burgos lamentan, por una parte, que las
administraciones no hagan nada para intentar proteger espacios como el
Monte de Estépar, en los que se localizan fosas de asesinaros y
represaliados de la Guerra Civil y el Franquismo. Por otra, la
falta de medidas encaminadas a facilitar la recuperación e
identificación de los restos humanos, a fin de poder devolvérselos a las
familias. De ahí la campaña de ‘crowdfunding’ o mecenazgo que, en
colaboración con Espacio Tangente, se ha puesto en marcha.
El objetivo es conseguir 14.000 euros, el mínimo necesario para poder llevar a cabo los trabajos. Con
ese dinero se pretenden cubrir los gastos derivados de la estancia y
manutención del equipo científico, así como la logística necesaria para
realizar este tipo de intervención con las mayores garantías posibles.
En ningún caso los especialistas y miembros de ese equipo van a recibir
retribución alguna, puesto que su trabajo es una colaboración
voluntaria y desinteresada. El equipo estará dirigido por el arqueólogo
Juan Montero, de la Coordinadora, el antropólogo forense Francisco
Etxeberría, de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, y el antropólogo social
Ignacio Fernández de Mata, de la Universidad de Burgos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario