miércoles, 11 de junio de 2014

El equipo de forenses de Argentina ayudará a una víctima del franquismo

TOMARÁN UNA MUESTRA DE SANGRE AL PADRE DE UNA VÍCTIMA DE LA DICTADURA Y EL PRESIDENTE DE LA INSTITUCIÓN VIAJARÁ A ESPAÑA PARA ENTREGAR SU ADN
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La querellante Inés García Delgado.


ANA DELICADO BUENOS AIRES 07/06/2014

Inés García Holgado es una de los tres querellantes que desde Argentina dieron comienzo a la causa contra los crímenes franquistas. El Equipo de Antropología Forense de Argentina intervendrá ahora en su caso para ayudarla a encontrar los restos de su tío Vicente, desaparecido durante la guerra civil cuando era teniente médico de la 11ª División republicana.
Con ese fin le tomarán una muestra de sangre al padre de Inés, que será enviada a la Facultad de Medicina de la Universitat de Barcelona. Allí, el Laboratorio de Genética Forense de la Facultad de Medicina podría cotejarla con los restos que aparezcan en futuras exhumaciones.
“En estos momentos estoy muy emocionada”, admitía Inés a Público. “El Memorial Democràtic de Barcelona me ayudó a buscar documentación pero hasta ahora no había resultados. Estoy contenta de ser argentina porque el Equipo de Antropología Forense me va a ayudar”.
Inés investiga desde hace 14 años el fusilamiento de dos tíos abuelos asesinados durante la dictadura. Uno era alcalde de Salamanca, el otro, concejal. El caso de su tío no es menos significativo, aunque todavía no hay restos con los que comparar el ADN que viajará desde Argentina. “Hay que esperar a que abran fosas, pero en la Universitat están esperanzados de que el Gobierno catalán lo haga tras las próximas elecciones”.
Las últimas noticias que su familia tuvo de su tío fueron en 1938. “La última carta que recibió mi abuela fue enviada desde Teruel, pero suponemos que él debió seguir viaje. Después mi abuela lo estuvo buscando y no lo encontró más”, reflexiona Inés. “Ahora mandaré la muestra de mi padre a Catalunya porque desde el principio me ayudaron, y además, abarcan Aragón dentro de sus investigaciones”.
La querellante rescata la voluntad de su padre para ofrecer su ADN. “Desde que comenzó esto, mi padre no ha querido salir en la prensa ni ir a los tribunales. Lo ha dejado todo en mis manos por lo doloroso que es todo para él” reconoce esta mujer. “Pero ahora dice que se puede morir tranquilo. El hecho de ir a dar una muestra de sangre es para él un sosiego porque quedará para el futuro”.
Con los ojos en España
“Inés y su padre vendrán el próximo lunes, y yo mismo llevaré la muestra a España el 3 de julio para remitirla al lugar que nos diga”, cuenta a este diario Luis Fondebrider, presidente del equipo de antropología forense de Argentina. “Como tenemos un laboratorio propio de genética y hemos recolectado más de 9.000 muestras de familiares de desaparecidos en Argentina, es habitual para nosotros este procedimiento”.
Ésta es la segunda vez que su prestigiosa institución ayuda a una víctima del franquismo. En 2013, los forenses intervinieron por primera vez para tomar una muestra de sangre al padre de Adriana Fernández, otra de los impulsores de la causa, que sirvió para confirmar el hallazgo de los restos de su abuelo Antonio Fernández García en una fosa común.
Desde que Fondebrider fundara hace 30 años este grupo de investigación, compuesto apenas por 65 personas, el equipo ha recuperado unos 1.200 cuerpos en Argentina. La mitad ya han sido identificados y restituidos a sus familiares. “Seguimos encontrando cuerpos en distintas partes del país. Actualmente trabajamos en siete provincias, de Buenos Aires hacia el Norte, que son las áreas donde más personas hubo desaparecidas”, expone el forense. “Por eso tenemos equipos trabajando en la búsqueda de fosas en lugares donde funcionaron áreas militares y policiales, o en cementerios”.
ADN para el futuro
El presidente del Equipo Forense tiene cálidas palabras para el forense vasco Francisco Etxeberría y para Emilio Silva, uno de los fundadores de la Asociación Por la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH).  “Los conozco hace muchos años”, dice en referencia a ambos. “Sé que ellos utilizan diferentes laboratorios de genética en España que a veces les pueden hacer análisis, pero su búsqueda se complica al no haber en España un banco nacional de datos genéticos con las muestras de familiares de toda España”.
Lo dice con conocimiento de causa, él que ha trabajado en 50 países del mundo.  Además de casi todos los de América Latina, su equipo se ha trasladado a Sudán, Sudáfrica, Libia, Etiopía, Irán, Irak, Indonesia, los Balcanes y Timor Oriental, entre otros. Es decir, a casi todos los países donde ha habido violencia étnica o política en los últimos 40 años.
En cambio, en España es evidente el vacío que existe. “España tiene excelentes genetistas forenses”, admite Fondebrider. “Pero falta una decisión político y judicial para que todos los familiares puedan dejar su muestra antes de que se mueran. Esa genética es necesaria para el momento en que se realicen los análisis de los restos óseos recuperados de fosas”.
El forense, de hecho, estará unos días en Madrid para participar en una conferencia sobre exhumaciones. “España tiene una asociación de memoria histórica que ha sido un motor clave en todos los trabajos que se realizan en España”, aplaude. “Lo que le falta es el acompañamiento del Estado, y que éste se haga cargo y dé una respuesta a miles de familiares que quieren acceder a algo muy básico y que es un derecho humano universal: saber qué pasó con sus seres queridos, y que en esos casos la Justicia se haga cargo, como corresponde”.

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