lunes, 24 de octubre de 2011

El legado de las Brigadas sigue vivo

A los 75 años de su creación, la Universidad Complutense rinde tributo a los combatientes extranjeros que lucharon en la Guerra Civil

 

José Carrillo, rector de la UCM, y los excombatientes David Lomon, Joseph Almudever, Erik Ellmann y Vincent Almudever, ayer sábado, junto al monumento con la estrella de tres puntas, el distintivo de las Brigadas Internacionales.

José Carrillo, rector de la UCM, y los excombatientes David Lomon, Joseph Almudever, Erik Ellmann y Vincent Almudever, ayer sábado, junto al monumento con la estrella de tres puntas, el distintivo de las Brigadas Internacionales.GUILLERMO SANZ

 

 JUANMA ROMERO Madrid 23/10/2011

"Aún hoy sigue vivo el ¡No pasarán!”. La exclamación se oyó vigorosa de la boca de David Lomon, aun con sus casi 93 años. El público prorrumpió en un aplauso interminable. Los puños subieron a lo alto. El bramido del “¡No pasarán!” se repitió, se hizo cada vez más fuerte hasta anegar la explanada.
Unas 500 personas se habían congregado allí, a los pies del Edificio de Alumnos de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), para asistir a la inauguración del monumento de dos láminas de acero en honor a los voluntarios de 53 países que se enrolaron en las Brigadas Internacionales en plena Guerra Civil. Y para rendir tributo a cuatro de aquellos combatientes que, como Lomon, llegaron a España para salvar la democracia de las garras del fascismo.
Ayer se cumplían 75 años. El 22 de octubre de 1936, Francisco Largo Caballero, presidente del Gobierno legítimo de la República, firmó el decreto por el que se constituían las unidades de voluntarios extranjeros. El 8 de noviembre, la XI Brigada penetró en Madrid y su lucha, precisamente desde el frente del parque del Oeste y la Ciudad Universitaria, fue clave para impedir que Madrid cayera aquel duro invierno. De hecho, aún quedan "huellas" de la contienda tras las facultades de Físicas y Matemáticas. 

La conexión con el 15-M

"Honrarlos no es un ejercicio de nostalgia, sino de plena actualidad", sostiene Ana Pérez
35.000 voluntarios arribaron a España. 9.000 perecieron o fueron encarcelados. Hoy sobrevive apenas una veintena. “Vinieron a defender la libertad del mundo. Vieron que la disyuntiva era libertad contra barbarie, democracia contra fascismo. Sabían que la guerra de España era la antesala de la II Guerra Mundial. España fue para todos los que sobrevivieron sinónimo de vidas entregadas a luchar por las mismas ideas que les trajeron a nuestro lado”, elogiaba ayer Ana Pérez, presidenta de la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales (AABI) que, bajo la batuta de Coordinación Internacional, ha organizado los actos de homenaje que comenzaron este jueves y concluirán hoy con la visita al campo de la batalla del Jarama
Pero Pérez, como Lomon o José Carrillo, rector de la UCM, no anclaron las Brigadas al pasado. Honrarlas “nunca es un ejercicio de nostalgia, sino de plena actualidad”, evocó la presidenta de AABI, quien señaló el hilo que conecta a aquellos combatientes con los indignados de hoy: “Una parte de la juventud se moviliza ahora por un mundo mejor y mayor democracia. Los brigadistas vinieron para luchar por esos objetivos, aunque las formas y el contexto fueran distintos. El legado está vivo, y ha de ser actualizado con los conflictos del presente. No puede ni debe quedar relegado al pasado, porque se sustenta en la defensa de los valores más nobles de la Humanidad”.
El Gobierno mandó al subsecretario de Asuntos Exteriores, y no enviaron a sus líderes ni IU ni PSOE
Queremos que las Brigadas sean un ejemplo para las nuevas generaciones que pasan a diario delante de este edificio”, deseó el máximo responsable de la universidad. Pérez aportaba otra imagen, la leyenda de que los libros de la Facultad de Filosofía y Letras de la UCM sirvió en la guerra como "parapeto para detener las balas": "Que los libros sirvan para defender tenazmente los valores de la democracia, la paz, la Justicia".
“El trabajo de los brigadistas tiene actualidad para esos jóvenes y no tan jóvenes que se mueven día y noche para que las cosas se piensen mejor y esas cosas mejores lleguen”, abundó Josu Larrañaga, decano de Bellas Artes, facultad que diseñó gratis el memorial.
El rescate del ¡No pasarán! por Lomon encadenó con dos de las canciones populares de aquellos años en el frente republicano, interpretadas por el Coro Patio Maravillas: El Puente de los Franceses y la Marcha de las Brigadas Internacionales. La ceremonia concluyó con un minuto de silencio... y con La Internacional. Cuando el público estaba abandonando la explanada, uno de los brigadistas homenajeados, uno de los hermanos Almudever, se arrancó con ¡Ay, Carmela! 
Acudieron embajadores, representantes diplomáticos, amigos de voluntarios de todas partes del mundo, hasta de Estados Unidos. Y hasta Santiago Carrillo, ex secretario general del PCE y padre del rector, que asistió acompañado de su mujer, Carmen Menéndez. Pero del Gobierno, apenas nada: sólo se acercó el subsecretario de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Antonio López Martínez. Tampoco líderes de PSOE o de IU, o de los sindicatos. Nada. Y eso que el de ayer será quizá ya el último homenaje con brigadistas vivos. A veces, valen poco 75 años de recuerdo.

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