viernes, 15 de abril de 2011

Al régimen del 14 de abril de 1931 no se lo cargaron los votos, sino las botas de los ejércitos de Franco, Hitler y Mussolini

14 Abril 2011
Enric Sopena elplural.com
La II República hubiera cumplido hoy ochenta años. Pero la derecha –escorada casi siempre hacia la extrema derecha- no la dejó crecer, montó un golpe de Estado y comenzó a fusilarla cuatro meses y medio después de que -en las elecciones generales de febrero de 1936- el Frente Popular derrotara en las urnas a la coalición conservadora.
Claude G. Bowers, periodista y embajador entonces de EEUU en España, escribió en el libro Misión en España [1933-1939] lo siguiente: “Los españoles de la derecha resultaron ser escandalosamente malos perdedores”. El representante del presidente Roosevelt tituló en el capítulo XIV del citado libro, a raíz de los comicios de febrero: La conspiración al descubierto. Y subrayó: “Era claro como la luz que se había organizado una poderosa propaganda para dar la impresión de que el país se hallaba en un estado de anarquía”

“Poderosa propaganda”

Pero el embajador fue más lejos: “Cuando no se encontraba nada se fabricaba algo, pues yo figuré en alguno de los “incidentes” y lo sé. Se contaban historias de horribles peligros existentes en las carreteras del país, de amenazas, golpes, de caras feroces acechando de soslayo el paso de los coches. La propaganda era dirigida por agentes nazis como una justificación ante la opinión mundial de la rebelión fascista en la cual (…) Hitler y Mussolini estaban empeñados”. Por cierto, esa “poderosa propaganda” y la facilidad de que “cuando no se encontraba nada se fabricaba algo” recuerda algunos comportamientos del PP.

Sistema feudal
“La pérdida de las elecciones –argumentó Bowers- convenció a los beneficiarios del sistema feudal (…) de que los días de sus privilegios estaban contados, a menos que una minoría armada pudiera apuntalarlos por la fuerza. Agentes del Eje, espías, propagandistas, provocadores procedentes de Alemania e Italia, trabajaban activamente en España, atareados en crear “incidentes” que la prensa de otros países publicaba como prueba de un estado de anarquía.”

Episodios significativos

Antes de las urnas de febrero, el embajador fue informado de episodios significativos: “En marzo, Goicoechea, jefe de la escasa minoría monárquica en las Cortes (…), se entrevistaba en Roma con Mussolini y se llegaba a un acuerdo preliminar para la participación militar activa de la Italia fascista en la “guerra civil” que se estaba preparando en España. Por aquel mismo tiempo José Antonio Primo de Rivera apareció en Berlín como huésped del Gobierno nazi y se le rindieron honores”.

El Laberinto Español

El hispanista británico Gerald Brenen en su libro El Laberinto Español analizó el triunfo de las tropas franquistas durante la guerra civil: “El resultado de la guerra fue decidido por la ayuda extranjera. La ayuda alemana e italiana fue mucho más poderosa que la de Rusia y por esta razón las fuerzas de Franco obtuvieron la victoria”.

Dionisio Ridruejo

Por su parte, Dionisio Ridruejo, falangista honesto y coherente, que pudo serlo todo en la Dictadura, tentación que rechazó, acabó siendo perseguido por el Régimen tras haber promovido un partido socialdemócrata. Declaró poco antes de morir, en junio de 1975: “El fracaso de la República española probablemente ha sido la mayor desgracia que haya sufrido pueblo alguno en Occidente (…) La República había conseguido convertir a los españoles en ciudadanos.”


La Iglesia

Miguel Maura -hijo de Antonio Maura-, católico practicante e impulsor del Partido Liberal Republicano, fue uno de los padres de la II República. En sus memorias, Así cayó Alfonso XXIII, Maura confiesa: “Entre las mil patrañas que como artículo de fe han circulado por la España franquista, la que primero tomó cartas en el asunto fue la de pintar a los hombres del Gobierno provisional como unos masones, ateos, judaizantes, perseguidores de la Iglesia y de sus ministros, incendiarios y sacrílegos (…) Para nadie es un secreto que las altas jerarquías de la Iglesia española veían con muy malos ojos al régimen [republicano] recién instaurado. Cualquiera que fuese la actuación del Gobierno (…) habíamos de contar de antemano con la condenación de los prelados españoles.”

Democracia avanzada

La II República fue boicoteada, derribada y escarnecida. Actualmente, el facherío mediático y los políticos populares la desprecian, se mofan y odian a la República. ¿Cómo iban a tolerar los genoveses un sistema de democracia avanzada, cuya Constitución incluía términos como: 1.- “El trabajo, en sus diversas formas, es una obligación social y gozará de la protección de las leyes.” 2.- “El servicio de la cultura es atribución esencial del Estado, y lo prestará mediante instituciones educativas enlazadas por el sistema de la escuela unificada.” 3.- “La República legislará en el sentido de facilitar a los españoles económicamente necesitados el acceso a todos los grados de enseñanza, a fin de que no se halle condicionado más que por la aptitud y la vocación.” 4.- “La enseñanza será laica. Hará del trabajo el eje de su actividad metodológica y se inspirará en ideales de solidaridad humana”.

Los elementos de la rebelión

Ya pueden revisionistas como Pío Moa y una retahíla de reaccionarios, esforzarse para enviar a la II República al Averno. Aquel régimen cometió errores enormes, como nos pasa a todos los humanos, pero no cayó por los votos, sino por las botas de los ejércitos de Franco, Mussolini y Hitler. ¿Quiénes fueron “los elementos que apoyaban la rebelión”? La respuesta de Bowers al Secretario de Estado, Cordell Hull, fue ésta: 1) “Los monárquicos que deseaban la vuelta del rey y del antiguo régimen. 2) Los grandes terratenientes que deseaban conservar el régimen feudal, poniendo fin a la reforma agraria. 3) Los industriales y los banqueros que deseaban sujetar y mantener a los obreros “en su lugar” 4) La jerarquía eclesiástica, hostil a la separación de la Iglesia del Estado. 5.- Las camarillas militares, que perseguían el establecimiento de una dictadura militar. 6.- Los elementos fascistas, inclinados a un Estado totalitario.”

1 comentario:

  1. Acabo de leer el artículo que Carlos Herrera firma en las páginas de ABC en su edición digital de hoy
    http://www.abc.es/20110415/opinion-colaboraciones/abcp-rancios-republicanos-20110415.html
    titulado Los Rancios Republicanos.
    Independientemente de la línea editorial del diario y de la libertad a la que todos tenemos derecho para expresar nuestras opiniones, el artículo del Sr.Herrera contiene, a mi modo de ver,una serie de excesos desafortunados y despectivos hacia los que defendemos los principios republicanos, que aparte de ser gratuitos son falsos e insultantes.Terminar, como termina, calificándonos de rancios sin futuro es de lo más suave que nos dedica.Terminar alabando a la actual monarquía española pasa por ser un ejercicio servil hacia el diario que le paga, máxime si lo hace pasando de puntillas sobre su trayectoria sin efectuar ningún tipo de ejercicio crítico. Sinceramente lamento no disponer de los medios necesarios para contrarrestar los efectos del artículo , impresentable e insultante en todo su contenido.
    Benito Sacaluga.

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