Exhuman 10 esqueletos de soldados del ejército republicano en Álava.
El País / INÉS P. CHÁVARRI / 04-04-2013
Una parte de la memoria de Euskadi y del resto de España, sigue escondida en cunetas anónimas de carreteras comarcales y locales. Los restos de diez soldados del batallón comunista Perezagua muertos en 1936 durante la Guerra Civil han sido exhumados esta mañana en Zigoitia (Alava) en una fosa que esconde más cuerpos que no podrán ser recuperados. El equipo forense, dirigido por el presidente de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, Francisco Etxeberria ha podido desenterrar diez esqueletos aunque la fosa común se extiende por debajo de la carretera -que cubrió el yacimiento al ser ampliada hace algunos años-, circunstancia que hace imposible recuperar todos los cuerpos.
"Es una exhumación simbólica, los cuerpos de estos diez milicianos representan a aquellas otras personas a las que nunca" se podrá encontrar, ha explicado Etxeberria, conocido por su intervención en la autopsia de los restos del presidente chileno Salvador Allende y por su participación en el caso de Ruth y José, los hermanos de Córdoba asesinados supuestamente por su padre, José Bretón. Francisco Etxeberria, tembién es integrante del equipo de especialistas internacionales que estudiarán en Chile los restos del poeta Pablo Neruda para determinar las causas de su muerte.
Una vez recuperados estos restos se intentará extraer ADN y cotejarlo con posibles familiares, ya que la Sociedad Aranzadi y el Gobierno vasco cuentan con listados de personas que murieron durante la guerra en este lugar. En todo caso, Etxeberria ha avanzado que será "verdaderamente difícil" conseguir identificaciones porque se trata de soldados que al parecer fallecieron en la batalla de Villarreal (Legutiano) y podrían ser originarios de distintos lugares, y no es un enterramiento de civiles del pueblo, lo que facilitaría el cotejo de su ADN con el de posibles familiares. Esta fosa común se encuentra junto a la iglesia de Etxaguen, uno de los pueblos que integran el municipio de Zigoitia, a escasos metros del cementerio, donde finalmente se enterrarán los cuerpos y donde se erigirá un monolito en homenaje y recuerdo a las víctimas de la Guerra Civil.
Una exhumación promovida por los vecinos
La fosa es la mayor de las encontradas en Euskadi en la Guerra Civil.
Exhumaciones en Zigoitia /Alava) |
El País / INÉS P. CHÁVARRI / 04-04-2013
Una parte de la memoria de Euskadi y del resto de España, sigue escondida en cunetas anónimas de carreteras comarcales y locales. Los restos de diez soldados del batallón comunista Perezagua muertos en 1936 durante la Guerra Civil han sido exhumados esta mañana en Zigoitia (Alava) en una fosa que esconde más cuerpos que no podrán ser recuperados. El equipo forense, dirigido por el presidente de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, Francisco Etxeberria ha podido desenterrar diez esqueletos aunque la fosa común se extiende por debajo de la carretera -que cubrió el yacimiento al ser ampliada hace algunos años-, circunstancia que hace imposible recuperar todos los cuerpos.
"Es una exhumación simbólica, los cuerpos de estos diez milicianos representan a aquellas otras personas a las que nunca" se podrá encontrar, ha explicado Etxeberria, conocido por su intervención en la autopsia de los restos del presidente chileno Salvador Allende y por su participación en el caso de Ruth y José, los hermanos de Córdoba asesinados supuestamente por su padre, José Bretón. Francisco Etxeberria, tembién es integrante del equipo de especialistas internacionales que estudiarán en Chile los restos del poeta Pablo Neruda para determinar las causas de su muerte.
Una vez recuperados estos restos se intentará extraer ADN y cotejarlo con posibles familiares, ya que la Sociedad Aranzadi y el Gobierno vasco cuentan con listados de personas que murieron durante la guerra en este lugar. En todo caso, Etxeberria ha avanzado que será "verdaderamente difícil" conseguir identificaciones porque se trata de soldados que al parecer fallecieron en la batalla de Villarreal (Legutiano) y podrían ser originarios de distintos lugares, y no es un enterramiento de civiles del pueblo, lo que facilitaría el cotejo de su ADN con el de posibles familiares. Esta fosa común se encuentra junto a la iglesia de Etxaguen, uno de los pueblos que integran el municipio de Zigoitia, a escasos metros del cementerio, donde finalmente se enterrarán los cuerpos y donde se erigirá un monolito en homenaje y recuerdo a las víctimas de la Guerra Civil.
El primer homenaje se ha celebrado esta mañana junto a la misma fosa
con la presencia de más de medio centenar de vecinos y autoridades como
el portavoz del Gobierno, Josu Erkoreka. Fueron los propios vecinos de
Etxaguen los que promovieron la exhumación de los cuerpos, ya que los
más mayores tenían constancia de que junto a la iglesia había una fosa
común. Pese a contar con una idea aproximada de su ubicación, costó
encontrarla, según ha reconocido
Hace un mes el equipo forense localizó el yacimiento y en los tres últimos días se han desenterrado los restos de diez soldados, que al parecer fueron inhumados con ropa, ya que también han aparecido objetos personales como botones, mecheros, monedas y un lápiz. Etxeberria ha explicado que es frecuente encontrar lapiceros en las fosas comunes porque los soldados lo utilizaban para escribir cartas desde el frente o la cárcel a su familia y ha detallado que hoy en día se conservan algunas de estas misivas escritas con lápiz. "Ese lapicero puesto en nuestra manos, en el siglo XXI, nos obliga a todos, cada uno desde su responsabilidad, a seguir hablando de esta historia en tono positivo y reivindicando los derechos humanos hacia el pasado y el futuro", ha considerado el forense,
Etxeberria ha participado desde 2000 —siete años antes de que el Congreso aprobara la Ley de Memoria Histórica—, en 120 exhumaciones en 11 comunidades, el 30% de los trabajos realizados en toda España. El profesor de la UPV inauguró en septiembre pasado en el campus de la UPV en San Sebastián la muestra Exhumando fosas, recuperando dignidades, acompañado de un grupo de sus alumnos. La exposición recogía a través de 34 paneles, en los que se combinaba información y fotografías, los diversos trabajos y fases que implican la exhumación de una fosa. Desde uno de los puntos iniciales, los informadores, “hijos, testigos o dueños de terrenos que saben que allí se enterró a personas”, hasta el homenaje final que las familias brindan a sus allegados.
La última exhumación en una fosa de la Guerra Civil en Euskadi tuvo lugar el 16 de junio del año pasado en Elgoibar (Gipuzkoa), donde se recuperaron los restos de cuatro "gudaris" fallecidos en combate en septiembre de 1936, un día después de ser movilizados junto a otros voluntarios desde diferentes puntos de Bizkaia.
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/04/03/paisvasco/1364989835_727383.html
Hace un mes el equipo forense localizó el yacimiento y en los tres últimos días se han desenterrado los restos de diez soldados, que al parecer fueron inhumados con ropa, ya que también han aparecido objetos personales como botones, mecheros, monedas y un lápiz. Etxeberria ha explicado que es frecuente encontrar lapiceros en las fosas comunes porque los soldados lo utilizaban para escribir cartas desde el frente o la cárcel a su familia y ha detallado que hoy en día se conservan algunas de estas misivas escritas con lápiz. "Ese lapicero puesto en nuestra manos, en el siglo XXI, nos obliga a todos, cada uno desde su responsabilidad, a seguir hablando de esta historia en tono positivo y reivindicando los derechos humanos hacia el pasado y el futuro", ha considerado el forense,
Etxeberria ha participado desde 2000 —siete años antes de que el Congreso aprobara la Ley de Memoria Histórica—, en 120 exhumaciones en 11 comunidades, el 30% de los trabajos realizados en toda España. El profesor de la UPV inauguró en septiembre pasado en el campus de la UPV en San Sebastián la muestra Exhumando fosas, recuperando dignidades, acompañado de un grupo de sus alumnos. La exposición recogía a través de 34 paneles, en los que se combinaba información y fotografías, los diversos trabajos y fases que implican la exhumación de una fosa. Desde uno de los puntos iniciales, los informadores, “hijos, testigos o dueños de terrenos que saben que allí se enterró a personas”, hasta el homenaje final que las familias brindan a sus allegados.
La última exhumación en una fosa de la Guerra Civil en Euskadi tuvo lugar el 16 de junio del año pasado en Elgoibar (Gipuzkoa), donde se recuperaron los restos de cuatro "gudaris" fallecidos en combate en septiembre de 1936, un día después de ser movilizados junto a otros voluntarios desde diferentes puntos de Bizkaia.
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/04/03/paisvasco/1364989835_727383.html
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