El documental No Pasarán del alemán Daniel Burkholz constituye un documento de gran valor histórico
Blogs Cadena Ser, 26 agosto 2014
A través de un viaje por Europa, el director charla con combatientes que se enfrentaron al fascismo. Son los últimos testigos que lucharon en la Guerra Civil Española y en la II Guerra Mundial. Entre ellos, encontramos a los hermanos Almudéver, de origen español.
El pequeño de los hermanos, Josep Almúdever, de 95 años recuerda con memoria fotográfica para la Cadena Ser su vida: fue miembro de las Brigadas Internacionales que lucharon en la Guerra Civil española, estuvo en un campo de concentración y se enroló como maqui en la Agrupación Guerrillera de Levante.
A los 28 años la biografía de Josep Almudever ya contaba entre sus páginas algunos de los capítulos más sangrientos de la historia de España. Hijo de valencianos, había nacido en Francia fruto de la casualidad porque su madre trabajaba en un circo. En 1947 regresó al país que le vio nacer después de luchar en la Guerra Civil Española, de pasar por campos de concentración y de enrolarse como maqui en la Agrupación Guerrillera de Levante.
“Josep Almudever luchó en la Guerra Civil Española, pasó por campos de concentración y se enroló como maqui en la Agrupación Guerrillera de Levante”
Su vida y la de su hermano Vicent Almudever ha sido ha sido recogida en el documental alemán “No Pasarán”, que firma el director Daniel Burkholz. “El tema de la Guerra Civil Española me había interesado siempre, pero de forma casual, hace tiempo, estando en Berlín leí que los últimos interbrigadistas se reunían para viajar todos juntos a España. Era el año 2006. Me sorprendió mucho que todavía viviesen y pensé que sería una buena idea hacer una película, fue cuando rodé Brigadista. Quería profundizar en el tema, hacer un segundo proyecto pero se fue quedando aparcado. Cuando mi padre murió y heredé un álbum de la II Guerra Mundial que contenía fotos de mi padre como soldado, pensé que tenía que recuperar el proyecto”, asegura Burkholz a la Cadena Ser el día después del estreno de su documental en Berlín.
A través de un viaje por Europa, el director de No Pasarán charla con combatientes que se enfrentaron al fascismo, jóvenes activistas italianos, holandeses, austriacos y alemanes que hoy en día, junto a los hermanos Almudever son los últimos testigos que lucharon en la guerra civil española y en la segunda guerra mundial.
“Han hablado de muy buena gana, para ellos era importante contar su historia y vieron que nosotros estábamos realmente interesados. Vicent Almudever tiene 98 años y su hermano pequeño Josep, 95, y evidentemente no van a vivir mucho más. Han confiado mucho en nosotros, no tuvimos problema, las puertas estaban abiertas”, reconoce Burkholz.
Josep Almudever estuvo en primera línea desde muy joven. Mintió sobre su edad para poder entrar en el ejército republicano. Lo descubrieron y lo mandaron de vuelta a casa. Poco después consiguió volver al frente. “Nos fuimos al frente sin balas. Salimos todos con nuestro fusil, eso sí, pero sin ninguna bala”.
“Nos fuimos al frente sin balas. Salimos todos con nuestro fusil, eso sí, pero sin ninguna bala”
Y pasó lo inevitable, resultó herido. Una vez que se recuperó consiguió que lo admitieran en las Brigadas internacionales, valiéndose de su pasaporte francés. Almudever combatió hasta el final de la guerra desantendiendo en 1938 la orden del Comité de No intervención que forzó la retirada de los combatientes extranjeros. El final de la Guerra Civil sorprendió al brigadista en el puerto de Valencia. “Veo camiones con muchachos y muchachas cantando el himno falangista, me di cuenta enseguida que estaba todo perdido”, relata para la antena de la Ser.
A sus 95 años cuenta con una memoria prodigiosa que le permite recordar cada detalle de lo vivido. Uno de los episodios que recuerda resulta estremecedor: “Donde estaba yo había tres hileras de sacos de lentejas y encima de los sacos había una mujer que estaba bastante adelantada, en estado. En esto un hombre se pone a afeitarse, la mujer se pone a mirar para el hombre que se afeita. Yo veía cómo se afeitaba. Acaba de afeitarse, frota un poco con una toalla que tenía y yo vi el gesto, pero no me esperaba eso. Resulta que era para degollarse, se degolló. La pobre mujer, fíjese el grito que dio cuando vio salir la sangre de la garganta, que dio a luz”.
“El hombre acabó de afeitarse, frotó un poco con una toalla y yo vi el gesto, pero no me esperaba eso. Resulta que era para degollarse, se degolló. La pobre mujer, fíjese el grito que dio cuando vio salir la sangre de la garganta, que dio a luz”.
Sin perder el tono vitalista relata para la Ser que durante su estancia en el campo de concentración de Albatera siempre le obligaban a mirar los fusilamientos de los que intentaban escapar. “Empiezan los fusilamientos el 3 de junio. Ese día fusilan a tres. A mí me metían detrás del pelotón de ejecución”, recuerda.
Momentos de una vida que, en ocasiones, ni sus propios familiares conocen y que descubren en el momento en que una cámara se pone a rodar, como confirma el director Daniel Burkholz. “Era la primera vez, en la película no estaba escenificado. El hijo del combatiente holandés no sabía nada de la vida de su padre, no era un tema que se abordara en la familia. Había silencio en la familia. Cuando trajo las fotos para rodar el documental su nieto le preguntó, porque no sabía nada más que que su abuelo había luchado en la II Guerra Mundial pero no había visto nunca las fotos ni conocía la historia personal de su abuelo. Nunca nadie le había preguntado. Nosotros también estábamos muy sorprendidos”.
La versión en español de No Pasarán estará disponible en otoño. Tras su reciente premiere en Berlín, está previsto que el documental se presente en los próximos meses en Madrid y Barcelona.
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