El 10 de abril se
celebró por cuarta vez la conmemoración del Día de la Libertad, que en este año
de 2016 ha tenido unas connotaciones especiales, al estar enmarcado en un
período de crisis, en una etapa de fuertes reivindicaciones, en unos tiempos de
inestabilidad, en una etapa de esperanzas y desesperanzas en que tantas voces
claman, reclamando la unidad y la solidaridad, por la justicia, por la equidad
y por la libertad.
PRIMERA PARTE:
HOMENAJE A LAS VÍCTIMAS DEL FRANQUISMO
Como en años
anteriores, en esta cuarta edición de la conmemoración de este evento, en las
fechas próximas al aniversario de la proclamación de la Segunda República
Española, concurrió al cementerio de Santa Lucía, ante la convocatoria de la
Asociación Memoria Histórica de Cartagena, que contó como siempre, con el apoyo
de las distintas organizaciones populares, culturales, sociales, sindicales,
políticas… de Cartagena y La Unión, un grupo de personas amantes de la
Democracia y la Libertad, acudió a rendir homenaje a las víctimas del
franquismo.
Junto a la tumba de
Pencho Egea, el joven Cartagenero que pereció en Valencia, víctima de una
pelota de goma lanzada por la policía en el transcurso de una manifestación en
los albores de la Transición, pronunció Isidoro Galán un emotivo discurso
rindiendo homenaje a cuantas personas dieron su vida en defensa de las
libertades, y poniendo de relieve la tremenda falacia de intentar inculcar el mito de la ejemplaridad de la mal llamada
modélica transición, una transición en que más de cien personas murieron a manos de la policía o de los grupos de extrema derecha durante la etapa comprendida entre 1976 y 1980, sin que las autoridades civiles o judiciales hiciesen nada para castigar a los autores de tales crímenes, a los que se exoneró de sus responsabilidades e incluso se les siguió honrando hasta tiempos muy recientes, independientemente del signo de cada gobierno.Ante la mal llamada “Fosa X”, sepultura que recoge los restos de 51 republicanos, miembros de la Marina o trabajadores del Arsenal o de Construcciones Navales, Guillermo Vignote recalcó la intención represora, atemorizadora y ejemplarizadora de unos vencedores que no querían limitarse a la venganza o el castigo en su represión, sino que tomaron a estos marinos y
trabajadores como cabeza de turco en una tarea de represión cuidadosamente planificada en la que su pretensión era que la ejecución de éstos sirviese como ejemplo del fin a que se destinaba a cualquiera que no estuviese dispuesto a doblegarse y ser pisoteado por la bota del régimen; fueron un ejemplo de lo que los tiranos estaban dispuestos a hacer contra cualquiera que osase levantar la voz contra ellos, de lo que la actitud que los vencedores pensaban perpetuar contra quien soñase con el ejercicio de la libertad.
A continuación,
Joaquín López Tovar dio lectura a un poema de Blas de Otero, gran representante de lo que
supuso el conocido como “exilio interior” y poeta cuyo centenario se celebra
este año.
Juan Andreu, frente
a la sepultura de los marinos del “Cervantes” nos pidió que honrásemos la
memoria de los defensores del Gobierno Republicano durante la contienda civil,
y explicó la manera en que, con la ayuda de una suscripción popular, el
ayuntamiento republicano de Cartagena, costeó el digno enterramiento de estos
héroes, y la mutilación que, posteriormente, las autoridades franquistas
mandaron hacer de la inscripción de homenaje que figuraba en la lápida. Hace
unos años, la Asociación Memoria Histórica de Cartagena trató, en cierto modo,
de paliar los efectos de la crueldad de este acto, con el que la tarea represora
del franquismo se cebaba hasta con el recuerdo a los muertos, y colocó en el
frontal de esta tumba una placa de mármol en que se recreaba el texto mutilado.
Se concluyó con la
lectura de un nuevo poema de Blas de Otero, esta vez, por parte de M. Jesús Achega.
Concluyó nuestro
itinerario ante el monolito dedicado a los fusilados, donde, además de la
intervención, reseñada más abajo, de Pepa Martínez, en nombre de la Asociación
Memoria Histórica de Cartagena, y de la lectura de otro poema, también de Blas de Otero, por Virginia Carrión,
acompañándose de la melodía del clarinete, interpretado por el cenetista Getsemaní Alcaraz, se cantaron diversos himnos y canciones, como “A
las barricadas”, el
Después de la ofrenda
de flores por todas las personas asistentes, el “Canto a la Libertad”, como
colofón de este acto, para, a continuación, volver a la puerta del cementerio a
organizar la caravana de vehículos.
INTERVENCIÓN EN NOMBRE DE LA MHC:
Un año más nos encontramos ante este memorial
¿Quiénes somos
las personas que nos hemos reunido aquí?
Somos las hijas
de la REPRESIÓN.
Somos las que nos
hemos visto obligadas a callar durante los cuarenta años de la DICTADURA
FRANQUISTA.
Somos las que
durante cuarenta años más hemos clamado
pidiendo VERDAD, JUSTICIA y REPARACIÓN.
Somos las que
sufrimos que durante ¡OCHENTA AÑOS! Se venga honrando la figura de golpistas,
de torturadores y de asesinos con monumentos y placas conmemorativos, con
honores y con sus nombres puestos a las calles, mientras que las autoridades
ignorar vergonzosamente la memoria de quienes perdieron la vida, la libertad,
el
trabajo... por defender la LIBERTAD, la IGUALDAD y la FRATERNIDAD.
Hace ochenta
años, hombres y mujeres valientes y leales prefirieron morir de pie, antes que
vivir de rodillas, y se enfrentaron al fascismo, se enfrentaron a quienes, por
la fuerza de las armas, querían conseguir lo que no lograron en las urnas;
querían acabar con la libertad del pueblo,
querían acabar con las reformas que el legítimo gobierno republicano había emprendido para conceder a los sectores más desfavorecidos de la población aquello que siempre se les había negado: PAN, TRABAJO, CULTURA Y LIBERTAD.
Tras tres años de
lucha, el gobierno legítimo español fue derrotado por los ASESINOS DE LA
DEMOCRACIA, y
las defensoras y defensores de la legalidad que no pudieron escapar hacia el exilio, fueron apresados y juzgados por rebeldía.
Un gran número de
sentencias condenó a la pena de muerte a muchas, muchísimas personas leales.
Estamos aquí
honrando la memoria de un puñado de ellas,
de un puñado de republicanos que fueron fusilados. Unos, lo fueron en distintos lugares de Cartagena, como el Arsenal Militar, el Castillo de Galeras, Castillo de San Julián, junto a las tapias de este cementerio o del cementerio de San Antón… Otros, eran cartageneros que fueron fusilados fuera de su ciudad.
de un puñado de republicanos que fueron fusilados. Unos, lo fueron en distintos lugares de Cartagena, como el Arsenal Militar, el Castillo de Galeras, Castillo de San Julián, junto a las tapias de este cementerio o del cementerio de San Antón… Otros, eran cartageneros que fueron fusilados fuera de su ciudad.
En su honor hemos
levantado este memorial, para honrar la figura de aquéllos cuyos méritos
nuestras autoridades
continúan sin reconocer.
continúan sin reconocer.
A quienes así
actuamos se nos acusa de querer reabrir heridas, pero no puede reabrirse una
herida cuando no se ha llegado a cerrar.
LO QUE QUEREMOS
ES CERRAR LAS HERIDAS, y éstas no lo harán mientras que no se reconozcan los
derechos jurídicos de las víctimas, mientras no se rescaten los cadáveres de
las cunetas, mientras no se saquen del olvido los nombres de
quienes lucharon por la defensa de la LEGALIDAD, de la JUSTICIA y de la LIBERTAD.
quienes lucharon por la defensa de la LEGALIDAD, de la JUSTICIA y de la LIBERTAD.
Para todos
aquéllos cuyos nombres figuran aquí, y para todos y todas las personas que
lucharon mostrando su LEALTAD, seguimos pidiendo VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN.
¡VIVA LA SEGUNDA
REPÚBLICA ESPAÑOLA!
Como en años
anteriores, la caravana de vehículos, portando banderas republicanas, se
dirigió desde el cementerio hacia el local social de la Asociación de Vecinos
de la Urbanización Mediterráneo donde tuvo lugar la IV Fiesta de la Libertad.
Es ¡ Viva la tercera República Española !
ResponderEliminarExcelente reseña, a lo que yo añadiría que en los actos también estuvo presente una delegación de personas de la junta directiva de MHMU-Tenemos Memoria, de Murcia. Salud y República.
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