domingo, 13 de marzo de 2011

Estudian nuevas denuncias por presuntos robos de bebés en el Rosell y el antiguo Hospital General

La asociación Anadir se confiesa saturada y pide a las comunidades teléfonos gratuitos de atención a las víctimas
Hospital Sta María del Rosell (Cartagena)


12 Marzo 2011
Algo se está moviendo a lo largo y ancho de todo el país. Los testimonios de afectados por presuntos robos de bebés o adopciones irregulares entre los años 50 y 90 brotan por las esquinas y la Región no es ajena a este fenómeno. La Fiscalía regional, tal y como ayer adelantó este diario, ha decidido abrir diligencias informativas por la denuncia del presunto robo de un bebé en el hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia en el año 1981. Un caso que podría no ser aislado. Según afirman desde la Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir), algunos vecinos de la Región se han puesto ya en contacto con la organización para estudiar la posible interposición de denuncias por la presunta sustracción de recién nacidos hace décadas en el hospital Santa María del Rosell de Cartagena y en el antiguo Hospital General de Murcia.
«La situación ha dado un giro significativo y estamos planteándonos ampliar la denuncia para que los nuevos afectados se adhieran a ella», explica Inés Madrigal, delegada de Anadir en la Región. Según relata, el número de socios de esta organización, la que aglomera al mayor número de afectados a nivel nacional, se ha duplicado desde que el pasado 27 de enero su ‘batalla’ saltara a las portadas de todos los diarios. Ese día, la denuncia de 261 afectados -entre ellas las de cinco ciudadanos de la Región- llegó a la Fiscalía General del Estado que, posteriormente, se ha encargado de repartir los casos por las fiscalías provinciales. «El día de la denuncia apenas llegábamos a los 500 socios y ahora ya rondan el millar».
Fruto de esta ‘avalancha’ de peticiones de información, la asociación Anadir confiesa sentirse «saturada material y emocionalmente». Según explica Madrigal, son muchas las llamadas de presuntas víctimas que ven en esta asociación una mano tendida para arrojar luz sobre su caso. En muchos casos, los afectados no están plenamente seguros de si su vivencia se corresponde con el robo de un bebé y solo buscan, en principio, información. «El asunto está llegando a unas dimensiones que no nos podemos hacer cargo y por ello pedimos ayuda a las instituciones».
Concretamente, desde la asociación Anadir reclaman la puesta en marcha de un teléfono gratuito de ayuda a las víctimas, en el que éstas pudieran encontrar información y apoyo jurídico para su demanda. A nivel nacional, Anadir ya ha solicitado ayuda al Gobierno nacional y Madrigal pretende hacerlo también en las instancias regionales. «Planeo enviarle en breve una carta a Valcárcel», confiesa.
«Cada caso nos da la razón»
La noticia de la apertura de diligencias informativas por el presunto robo de un bebé en el hospital Virgen de la Arrixaca despertó ayer emociones muy diversas en la Región. Desde el centro hospitalario se optó por la cautela y, a la espera de recibir información del Ministerio Público, la dirección prefirió guardar silencio. El gerente de La Arrixaca, Manuel Alcaraz, aclaró, sin embargo, el jueves la total disposición del centro a colaborar para que se llegue al fondo del asunto.
Entre los afectados regionales, por su parte, la noticia fue recibida con cierta esperanza. «La cosa va bastante rápido y que vayan apareciendo casos nos da esperanza», explica Federico Martínez, un vecino de Murcia que está convencido de que su adopción fue irregular y teme que tras ella pueda encontrarse algo aún peor. Él nació en Barcelona en el año 68, aunque unas monjas lo entregaron poco después a una familia de Elche. Por tanto, este vecino está a la espera de que la Fiscalía catalana asuma la investigación de su caso. «Ya ha abierto varias investigaciones y creo que la mía no tardará mucho», sostiene.
En su situación se encuentra, también, Alberto -nombre ficticio-, un vecino de Torre Pacheco, que aguarda a que la Fiscalía de Madrid abra diligencias por la denuncia de su robo en una clínica de la capital cuando era un bebé. Según le ha relatado su madre adoptiva, una monja le entregó al bebé a cambio de 25.000 pesetas. El ‘trueque’ se hizo, y en eso coinciden muchas denuncias, por la puerta de atrás.
«Intento evitar hacerme muchas esperanzas porque lo veo un poco crudo», confiesa esta víctima. Pese a su realismo, este joven cree que cada nuevo caso que se investiga o aquellos en los que madre e hijo se reencuentran les acredita un poco más. «Eso demuestra que todo lo que decimos es verdad». La semana próxima pretende sumar su muestra de adn al banco nacional. La esperanza es lo último que se pierde.
La asociación Anadir se confiesa saturada y pide a las comunidades teléfonos gratuitos de atención a las víctimas

No hay comentarios:

Publicar un comentario