domingo, 29 de marzo de 2020

Presentación del libro "Los campos de concentración de Franco" de Carlos Hernández de Miguel


Penguin Random House
Grupo Editorial.

El pasado mes de febrero, organizado por la Asociación Memoria Histórica de Cartagena, Carlos Hernández de Miguel presentó su libro "Los campos de concentración de Franco" en la biblioteca del Centro Cultural Ramón Alonso Luzzy, por cortesía del programa cultural de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Cartagena "Cartagena Piensa". 
El acto lo introdujo el historiador, investigador y colaborador de eldiario.es, Víctor Peñalver,  autor de un trabajo muy interesante sobre la utilización de prisioneros republicanos en las obras del pantano del Cenajo y desde 2015 empezó a promover la inclusión de monumentos a los deportados en los campos de concentración nazis en  todos los Ayuntamientos de la Región que tuvieran vecinos represaliados en los mismos. Con motivo de esta iniciativa ya son 14 municipios los que han homenajeado a sus paisanos deportados a estos campos de la muerte, entre ellos Cartagena, donde nos satisface tener un precioso monumento en la confluencia de la calle Ronda con la calle Carlos III, detrás justo del Instituto Jiménez de la Espada, lugar que, a su espalda también, luce un mural que alude al mismo asunto.


Carlos Hernández (izquierda) y Víctor Peñalver.

Carlos Hernández de Miguel es periodista y experto en comunicación empresarial y política. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, inició su carrera profesional en Antena 3 Televisión como cronista parlamentario en el Congreso de los Diputados. Posteriormente ejerció de corresponsal de guerra en diversos conflictos internacionales, como Kosovo, Palestina, Afganistán o Iraq.  En 2015 publicó su primer libro, Los últimos españoles de Mauthausen (Libro que también presentamos en Cartagena, dos años atrás). En la actualidad colabora con publicaciones y diarios digitales como la revista Viajar Eldiario.es.

























Carlos nos presentó, de manera muy didáctica, dinámica y clara, una historia muy dolorosa de la historia de España, muy poco conocida, tras un trabajo de investigación exhaustivo y riguroso que satisfizo todas las expectativas que ofrecía la presentación. Manifestó a la sala, repleta como se puede ver en las fotografías, que se habían localizado casi 300 campos de concentración franquistas (y todavía quedan algunos por localizar, por ejemplo, habló de uno en La Unión que aún no había sido encontrado) y que habían pasado por ellos entre 700.000 y un millón de prisioneros (imposible de dar una cantidad aproximada) de los cuales hubo 10.000 víctimas directas e incontables  indirectas (personas que mandaban a sus casas justo antes de morir, enfermedades y calamidades como consecuencia de las estancias en esos campos, etc.).
Era imposible hacer un recorrido por todos los campos del territorio nacional, por eso  enunció los más duros, entre los que se encontraba el de Albatera (a 85 kilómetros de Cartagena, en la Vega Baja del Segura) o el campo de los Almendros, muy cerca de la ciudad de Alicante, como símbolo del hambre. En Cartagena nos habló del campo concentracionario  compuesto por tres fortalezas: La Atalaya, San Julián y Fajardo que operaron como tal desde abril a noviembre de 1939 y después pasaron a ser recintos penitenciarios.
El interés del libro lo reflejan las siguientes frases sacadas del mismo:
"España sigue siendo un país al que le han robado la Memoria y le han falseado su Historia. Es una  nación en la que, de alguna manera, todos estamos enfermos. Enfermos de una amnesia perfectamente programada que nos ha provocado numerosos efectos secundarios".
"Quienes crecimos en democracia o nacieron en ella también somos víctimas. Víctimas de un engaño masivo, de una educación adulterada, de un Gran Hermano que nos negó la verdad y nos empujó a poner en el mismo nivel a los asesinos y a los asesinados, a los carceleros y a los presos políticos, a la División Azul y a los Aliados, a los totalitarios y a los demócratas".
"Los distintos poderes de la Transición nos quisieron convencer de que no había que mirar al pasado. A cambio de la impunidad jurídica e histórica para los verdugos y para el olvido  y la humillación para sus víctimas, nos devolvían algo que ya era nuestro y que, simplemente, nos habían robado muchos años atrás: nuestra libertad".
"La dictadura franquista, con la complicidad de la posterior monarquía constitucional, lleva ochenta años intentando escapar del juicio histórico que tiene pendiente. Y lo está consiguiendo".
"Este libro quiere ser una prueba más de que, por mucho que lo han intentado, nunca conseguirán robarnos La Memoria, La Verdad y, en definitiva, La Historia".

Damos las gracias a Carlos por devolvernos una parte importante de esa historia que nos han querido esconder, que siguen queriéndonos esconder, porque rememorando estos hechos silenciados durante el franquismo y olvidados durante la transición y gran parte de nuestra enferma democracia, no se abren aquéllas heridas que aún no se han podido cerrar y tampoco se puede pasar página de un libro que ni siquiera ha podido abrirse. Se está dando, sin embargo, justicia y dignidad a la víctimas del franquismo que durante más de ochenta años la siguen esperando.

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