sábado, 8 de octubre de 2016

RECORDANDO A FEDERICO



"Estará muerto él, ofrecido como una azucena, como una guitarra salvaje, bajo la tierra que sus asesinos echaron con los pies encima de sus heridas, pero su raza se defiende como sus cantos, de pie y cantando, mientras le salen del alma torbellinos de sangre, y así estarán para siempre en la memoria de los hombres.
No sé cómo precisar su recuerdo. La violenta luz de la vida iluminó sólo un momento su rostro ahora herido y apagado. Pero en ese largo minuto de su vida su figura resplandeció de luz solar".

Pablo Neruda

La tarde del 7 de octubre la pasamos en el Luzzy recordando a Federico.
Con los acordes de fondo de la guitarra de Jesús Sivianes, tuvo lugar el acto presentado por Josefina Pérez García, la Vicepresidenta de la Asociación Memoria Histórica de Cartagena, que dio paso, en primer lugar, a la disertación de Flori Celdrán Martínez, profesora de Historia del IES Isaac Peral, de Cartagena, que encuadró en su contexto histórico la figura de García Lorca y nos dio unas breves pero estratégicas pinceladas sobre distintas etapas de su biografía, nos habló sobre su figura de poeta universal, su compromiso social y la relevancia de su influencia en la cultura española, para acabar con una visión general de la importancia del carácter innovador de su teatro.



Preciosa y el Aire, Meditación bajo la lluvia y Canción otoñal, fueron los poemas que nos emocionaron en la voz de María Dolores Vieites López, la primera persona que recitó, y tras la cual continuó Jeannine Alcaraz Fernández, que de “Poeta en Nueva York” eligió para declamar La Aurora, Los negros y Nacimiento de Cristo.


Tras estas dos intervenciones, Pepa Martínez leyó algunos extractos de Federico García Lorca, uno de los capítulos de “Confieso que he vivido”, la obra de quien fuera entrañable amigo de Federico.

A continuación, y siempre con la compañía del fondo musical interpretado por Jesús, intervinieron Rosa García Oliver y Carlos Alberto Alcaraz García, que también eligieron “Poeta en Nueva York” para seleccionar sus poemas.

La primera recitó Ruina, Vaca y Vals en las ramas, y el segundo Muerte, Paisaje con dos tumbas y Pequeño poema infinito.

Como final, después de las conmovedoras intervenciones de nuestros cuatro intérpretes, que con tanta pasión se habían entregado a la tarea de recitar, de nuevo intervino Pepa Martínez para leer otra vez a Neruda, unos fragmentos en esta ocasión de El crimen fue en Granada, el discurso que éste pronunció en París en 1937, sobre la figura de Federico García Lorca, cuyo asesinato nunca podremos perdonar.


"Comprendedme y comprended que nosotros, los poetas de América española y los poetas de España, no olvidaremos ni perdonaremos nunca el asesinato de quien consideramos el más grande entre nosotros, el ángel de este momento de nuestra lengua. Y perdonadme que de todos los dolores de España os recuerde sólo la vida y la muerte de un poeta. Es que nosotros no podremos nunca olvidar este crimen, ni perdonarlo. No lo olvidaremos ni lo perdonaremos nunca. Nunca".
Pablo Neruda



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